El amortiguador de dirección está presente en casi todas las motos deportivas desde hace años y cada vez se aplican a más tipos de motos, como las naked o las trail, ya que ayuda a regular el movimiento de esta, logrando así que el manillar no sufra el típico shimmy.
Para los neófitos en el tema, los shimmies se podrían definir como movimientos bruscos del manillar que provocan que la dirección oscile a ambos lados, lo que no solo resulta incómodo para el conductor, sino que alguien poco habituado a este efecto puede terminar accidentándose.
¿Qué es un amortiguador de dirección?
Cualquier motero experimentado conocerá los beneficios de que la moto lleve instalado un amortiguador de dirección, pero a los conductores noveles o a quienes nunca hayan probado las máquinas de mayor cilindrada y velocidad, les conviene conocer esta pieza.
La función de este amortiguador es la de administrar las fuerzas que se dan en la zona delantera, con el objetivo de que no se den esos movimientos involuntarios anteriormente citados, o lo que es lo mismo, amortiguándolos para que la conducción resulte más segura. No en vano, con él se asegura un mejor paso por las curvas, dado que se estabiliza la dirección y permite que al salir de la misma se pueda acelerar más.
¿En qué motos se suele encontrar?
Como se ha comentado, son las deportivas o las que tienen más potencia las que los incluyen habitualmente, ya que son aquellas que más pueden sufrir los citados shimmies. Por lo tanto, es muy común encontrarlos en las máquinas con motores de 600 cc y de 1.000 cc, así como en las motos de trail, aunque en este caso no es por un tema de velocidad, sino porque se utilizan para transitar por terrenos muy irregulares, lo que provoca que la rueda delantera tenga que aguantar movimientos repentinos y muy bruscos.
Tipos de amortiguadores de dirección
En cuanto a las modalidades de amortiguadores de dirección, cabe señalar que hay dos principales. Por un lado se encuentran los convencionales, con mecanismo hidráulico, en muchos casos regulable. Y por otro, los electrónicos, que modifican su firmeza de forma automática en función de la velocidad de la moto gracias a los sensores correspondientes. También emplean un mecanismo hidráulico pero en su caso gestionado de forma electronica.
En ambos el objetivo es el mismo, proveer a la moto de una pieza similar a la que se emplea en las ruedas y cuya estructura es capaz de mitigar el efecto que la dirección se mueva para uno y otro lado. Dicha estructura suele tener un pistón interior que va de un lado para otro del amortiguador, al tiempo que el líquido hace efecto de compresión, consiguiendo así que las temidas sacudidas se noten mucho menos y se controle con garantías la motocicleta.
¿Y si la moto no lo incorpora?
Si no se cuenta con un modelo de alta cilindrada o destinado a actividades como el trail es probable que no lleve instalado un amortiguador de dirección. Eso no impide que se pueda incorporar mediante una modificación que se realice en el taller. De hecho, para muchos moteros se convierte en un básico que deben tener sus monturas para lograr un mejor control sobre el manillar.