Un año más, el formato de carrera de resistencia ha sido el elegido para comprobar las prestaciones de los neumáticos de la firma del elefante. Ya el año pasado tuvimos el privilegio de ser invitados, pero en aquella ocasión las 8 horas servían, por una parte para presentar y evaluar el, por entonces, nuevo Metzeler Sportec R3 y por otra poder enfrentar directamente a las campeonas del Master Bike en vigor (MV Agusta, Yamaha R1 y Triumph Daytona 675).No contentos con el éxito obtenido en aquella ocasión, en Metzeler han querido dar una nueva vuelta de tuerca y han diseñado y organizado una prueba aún más compleja.
Orden y disciplina
Para poder realizar semejante evento, todas las piezas del engranaje tienen que estar bien engrasadas y sobre todo muy compenetradas, pero aún así, el trabajo que supone es muy arduo y laborioso, además, requiere unas buenas dotes de mando y mucha organización. Lo sabemos por experiencia, ya que nuestro Master Bike es una buena muestra de ello. Sin duda, hay que conceder un 10 a los responsables de Metzeler, la prueba salió a pedir de boca y siempre estaba todo bajo control.
Como el pasado año, nos desplazamos a Sicilia, en concreto al circuito de Pergusa, una curiosa pista que bordea un espectacular lago volcánico. Pergusa es muy rápido, una especie de óvalo con algunas chicanes de trazada única y que ponen a prueba la calidad de los frenos y la valentía de los pilotos. Los muros que lindan todo el circuito intimidan bastante, parece mentira que aquí se disputaran carreras del Mundial de Superbikes en sus inicios.
Las motos elegidas han sido las vencedoras del Master Bike de este año, Honda CBR 1000 RR, Aprilia RSV 1000 Factory y Yamaha YZF-R6, motos de sobra conocidas por todos nosotros. Como el año pasado, tanto Bruno Nogués, piloto puntero del panorama nacional y asiduo colaborador nuestro, como el que esto escribe fuimos los afortunados invitados a este peculiar «test». A diferencia del año anterior, en esta ocasión íbamos a ver cuáles eran las diferencias entre los Sportec M3, un neumático deportivo para carretera que permite rodar en circuito y los Racetec K3, un neumático de circuito el cual es posible usar en carretera, pero además podríamos comprobar cómo varía su comportamiento desde que está nuevo hasta que están para tirar, de ahí la complejidad de la prueba, por ello cada relevo se había organizado de forma que todos los que allí estábamos presentes pudiéramos rodar con los neumáticos nuevos, usados, muy usados y usadísimos.
Al lío
Se dio la salida a las 8:00 de la mañana, para así poder terminar a eso de las 16:00 horas y aunque hacía calor no era sofocante. Primeras vueltas de toma de contacto para aprender las trazadas del circuito y desentumecerse y… a darle al mango. Una vez que entras en calor y ya no estás pendiente del trazado, te centras en los neumáticos y sobre todo en sacar conclusiones.
Lo primero que llama la atención es la diferencia entre ambos a la hora coger temperatura, el Racetec te permite tirar fuerte desde casi la primera vuelta; mientras que el Sportec necesita algo más de tiempo para coger temperatura. A la hora de entrar en las curvas, el M3 es más sólido y progresivo, mientras que el Racetec es más agresivo, permite tirar la moto con más brusquedad por lo que, en principio, si no estás acostumbrado, puede parecer inestable, una sensación equivocada puesto que ambos manifiestan un envidiable aplomo y siguen la trayectoria elegida sin titubeos, si bien el K3 se muestra más sensible.
Según avanzaban las horas y con ellas el desgaste, comprobamos cómo su comportamiento apenas había cambiado, seguían ofreciendo mucha seguridad y aplomo. Su desgaste nos seguía sorprendiendo, sin escalones y muy homogéneo en toda la banda de rodadura. Todo lo anterior se refiere a cualquiera de las motos de la prueba y en cuanto a sus neumáticos delanteros. Por lo que respecta a los traseros, que es donde mayores diferencias encontramos, se nota que gracias a la caballería de que dispone la CBR 1000 RR, pone en dificultades el agarre de los Sportec cuando ya están muy usados, sin embargo, al derrapar de forma dulce y progresiva te terminabas acostumbrando y llegaba un momento en que ibas buscando salir cruzado de los ángulos.
En cambio, con los K3, aunque estén muy usados, la tracción está asegurada y sólo aparecían leves serpenteos al abrir gas. Cuando están nuevos, los Sportec necesitan rodar más para conseguir la temperatura óptima, si bien una vez que la consiguen su rendimiento es similar a su compañero, el Racetec.