Las motos suelen carecer de elementos protectores que, en caso de caída, prevengan daños en los elementos mecánicos. Los carenados aportan cierta protección, aunque solo ante impactos leves, y no aportan demasiada rigidez estructural al conjunto. La principal solución para proteger las partes exteriores del motor, los radiadores, los cárteres o la cuna del chasis suelen ser las defensas tubulares.
Este tipo de elementos empezaron a popularizarse en modelos trail, para prevenir las averías por impacto con piedas, raíces y demás obstáculos. No obstante, uso también se ha extendido a otros tipos de moto como las custom, las sport-turismo e incluso las naked. Su apariencia es la de un esqueleto de tubos que rodean toda la zona lateral a modo de armadura, de tal manera que si la moto cae al suelo, serán las defensas tubulares las que se lleven la peor parte del impacto, salvaguardando el resto del componentes.
Hay que tener muy en cuenta que en esa área superior se suelen hallar el radiador (siempre y cuando el modelo de moto lo incorpore) y el depósito de combustible, con lo que conviene mantenerlos a salvo. Y no solo porque cualquier golpe pueda provocar una fuga de líquidos, sino que precisamente esa fuga puede resultar muy peligrosa para el piloto.
¿Solo para trail?
La pregunta que puede surgir en torno a los estribos tubulares es si únicamente se emplea en las motos destinadas a transitar fuera del asfalto. Y la respuesta es “no”, ya que cada vez son más las motos de calle que incorporan este tipo de estribos.
Por un lado, proporcionan una seguridad adicional que siempre es bienvenida cuando se trata de conducir sobre dos ruedas. Y por otra parte, no cabe duda de que le aportan un toque estético diferente que es bienvenido por algunos moteros que ven en la colocación de los estribos tubulares una manera de diferenciar su montura de la de otros.
Ni que decir tiene que las marcas ofrecen armazones que se integran totalmente en el chasis de las motos, y que están diseñados para que supongan un plus estético. Es decir, pueden gustar más o menos, pero estas defensas ya están diseñadas para que no resulten “ajenos” al diseño de cada motocicleta.
Finalmente, para su colocación, lo mejor será acudir a un centro especializado (sobre todo si no se cuenta con los conocimientos de mecánica suficientes), puesto que así se asegura que las defensas tubulares queden perfectamente colocados y protejan como deben la mecánica superior de la máquina.
