BMW R 100 R "Don Luis", ¡qué la resistencia se ponga de moda!

"Don Luis" es una muestra de lo que podría otra tendencia de moda en la escena custom. Y gusta mucho.

Carlos Domínguez

BMW R 100 R "Don Luis", ¡qué la resistencia se ponga de moda!
BMW R 100 R "Don Luis", ¡qué la resistencia se ponga de moda!

Lo último de XTR Pepo (anteriormente los madrileños de Radical Ducati con Pepo a la cabeza) nos llegaba recientemente para alegrarnos la vista. “Don Luis”, como la han apodado, se trata de una preparación sobre la base de la BMW R 100 R de 1992 que toma prestada la estética típica de las motos de resistencia, incluyendo la batería montada “al aire” sobre un hueco del colín. No obstante, y como suele ser ya normal en las construcciones de Pepo, resulta realmente difícil identificar la moto donante después de haberse despedido de la mayor parte de sus componentes.

El aspecto "resistencia retro" bien podría ser la próxima moda.

Pero empecemos por lo obvio, la carrocería. El carenado –de los que cubren de verdad, por cierto– es obra y producto de XTR, sólo que en esta ocasión a diferencia de otras motos suyas que hemos visto en el pasado, incorpora el doble faro redondo delantero dentro del mismo en vez de colocarlos en el exterior. El guardabarros delantero, fabricado en fibra de carbono, es también obra del mismo autor. Avanzando hacia la parte trasera nos encontramos con el depósito de una Moto Guzzi acabando de forma abrupta por la irrupción del colín de Yamaha TZ.

La parte mecánica tiene los orígenes más variopintos; manetas regulables de Suzuki GSX-R600, estribos de Derbi GPR50, pata de cabra de Yamaha TRX, eje delantero de Ducati Sport Classic con horquilla, tija y llanta… además de multitud de mejoras como los latiguillos en kevlar o las pinzas de anclaje radial y bomba de freno firmados por Discacciati.

¿Qué ha quedado de la original? La base del motor con carburadores Keihin FCR 40, escape Supermario 2 en 1, filtros DNA, acelerador Tomaselli y un largó etcétera… el chasis –aunque reforzado y modificado– y el subchasis. 

Tras el café racer y el concepto scrambler, ¿podría ser ésta una tendencia más a seguir por las marcas?