Historias

John Kocinski, el piloto de los claros y los oscuros

Little John fue capaz de lo mejor y de lo peor a lo largo de su carrera, la cual pudo haber sido mucho más victoriosa.

Carlos Losada

3 minutos

John Kocinski. Fuente: Gold & Goose

Cuando John Kocinski irrumpió en el Campeonato del Mundo de Motociclismo lo hizo por la puerta grande, aunque en nuestro país durante su primera temporada completa se convirtiera en el “enemigo” por ser el principal rival de Carlos Cardús en la lucha por el título de 250 cc y, a la postre, el piloto que birló el campeonato al “Tiriti” cuando este tenía la posibilidad de coronarse como segundo piloto español en hacerlo tras Sito Pons.

Los claros de John Kocinski

Estadounidense nacido en Arkansas, Kocinski destacó muy pronto sobre las motos. Sin lugar a dudas era uno de esos talentos que nacía cada mucho tiempo. Y así lo demostró en su primera carrera en 250 cc, donde hizo la pole y acabó quinto. Esto ocurrió en 1988, cuando corría para el equipo de Kenny Roberts, quien esa temporada y la siguiente solo le dio la moto para dos grandes premios. Pues bien, en 1989, en ambos se impuso a sus rivales, dejando claro que estaba preparado para mayores retos.

Así pues, disputó el mundial de 1990 con la suficiencia de alguien que se veía superior (y al que le ayudaron los problemas a lo largo del año de pilotos como Luca Cadalora o Helmut Bradl). No obstante, necesitó subirse a lo más alto del podio hasta en siete ocasiones para derrotar a Cardús, quien a la postre llegaría a asegurar que en su propio equipo le sabotearon. 

Como campeón del mundo de 250 cc en su primer mundial completo, Kocinski estaba llamado a reinar en 500 cc, aunque allí se encontraría con auténticos depredadores. Y uno de ellos era su compañero de equipo Wayne Rainey, campeón en 1990 y dominador del mundial con su Yamaha. Además, Kocinski se tendría que enfrentar a Lawson, Schwantz, Gardner y Doohan. Y no lo hizo nada mal en su primera temporada en la máxima cilindrada, ya que cosechó una cuarta plaza final e incluso llegó a ganar el postrero Gran Premio de Malasia.

En 1992 sus prestaciones mejoraron y terminó el año tercero también con una victoria. En 1993, empezó corriendo en la clase de 250, aunque a mitad de año recaló en Cagiva, logrando un nuevo GP y llevando a la marca italiana hasta la tercera plaza en el mundial de 1994 con un nuevo triunfo, aunque muy lejos del campeón Mick Doohan.

La velocidad y el talento de Kocinski también se vieron en Superbikes, mundial en el que corrió dos años (1996 y 1997). En esas temporadas le dio tiempo a acumular 14 victorias y llevarse el título a lomos de una Honda y superando a la Ducati de Carl Fogarty.

John Kocinski.

Los oscuros de Kocinski

Si leemos lo anterior, podemos llegar a la conclusión de que Little John tuvo una carrera más que notable, pero al ahondar más en su trayectoria nos damos cuenta de que se le quedó corta para el talento que atesoraba. Sin embargo, para llegar a las cotas de otros contemporáneos hubiera tenido que “usar la cabeza” mejor, ya que su carácter y sus decisiones evitaron un palmarés superior. 

Como buen prodigio, Kocinski quiso ganar desde que pisó los 500 cc, sin tener en cuenta a quienes tenía alrededor. Y precisamente fue la última victoria de 1992 la que le llevó a salir del equipo victorioso de Yamaha. Y es que con ese triunfo puso en peligro el título de Rainey, quien a pesar de todo se lo llevó pues acabó por delante de Doohan. Aquello no gustó en el equipo y Kocinski pasó a la Suzuki de 250 cc para después liderar el proyecto de Cagiva. 

Y aunque no le fue mal, se tomó un año sabático para practicar esquí acuático… y de ahí pasó a Superbikes, categoría en la que volvió a mostrar su calidad y donde podría haber aumentado su número de títulos. En cambio, decidió volver a 500 cc en 1998, aunque esta vez lo hizo sin estar en una moto top y con más pena que gloria. Finalmente en 1999 corrió su última temporada. Así pues, los “oscuros” evitaron la que podría haber sido (o no) una carrera de leyenda.

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