Nada estaba orquestado. El azar hizo que el piloto Carlos Checa debutara en el Mundial dentro de la categoría de 500 centímetros cúbicos. Un estreno que se produjo por la lesión que tuvo Alberto Puig en la temporada del año 1995 (en un dramático accidente con el que prácticamente dijo adiós a su carrera deportiva) y que, en cierta manera, obligó al Team Pons a encontrar de manera inesperada un corredor para que siguiera el resto de ese año en su lugar. El destino quiso que fuese Carlos Checa que, en un primer momento, no estaba demasiado de acuerdo con esa decisión tomada por la formación. Esta es la historia detrás de la primera victoria que logró Checa en la modalidad reina.
No estaba preparado
Esto es lo que Carlos Checa se repetía a sí mismo una y otra vez cuando entró de lleno en la categoría reina a marchas forzadas. El catalán no podía reprimir su miedo al principio, ya que él estaba acostumbrado a desenvolverse en el cuarto de litro. Sin embargo, esa sensación, al cabo de unas carreras, cambió con un giro de 360 grados en lo que a su actitud se refería encima de una moto.
Así pues, durante su primer fin de semana ya se pudo adivinar que tenía potencial para esa modalidad y que la de 250 cc se le había quedado pequeña. Pese a no terminar esa prueba se coló entre los cinco mejores de la misma. Con el paso de las carreras fue mejorando hasta su quinto Gran Premio en que tuvo su primera fila de parrilla, solo superado por sus rivales Luca Cadalora y Mick Doohan.
El triunfo en Montmeló
Aunque ese año no ganó, algo que fue para Álex Crivillé, Checa se llevó para su palmarés una vuelta rápida. Ahora sí que no tenía miedo y se encontraba muy cómodo en una categoría en la que estuvo 12 años hasta dar el salto a Superbike en el año 2008.
Una larga trayectoria en los 500 centímetros cúbicos en los que tuvo una veintena de podios y dos victorias: la primera en el año 1996 en el circuito de Montmeló y la segunda dos años más tarde en otro trazado mítico, el del Jarama. En la primera de ella, su regreso partía de un deseo de Carlos Checa de saldar cuentas pendientes y de proclamarse vencedor para resarcirse de su caída del año anterior.
Y lo logró sin apenas esfuerzo: en la tercera vuelta ya era el líder de la carrera y desde ese mismo momento empezó a imponer al resto de contrincantes un ritmo vertiginoso que pocos pudieron seguir. Así es como logró su primer Mundial de Motociclismo con lo que se convertía en uno de los nombres del momento sobre las dos ruedas. Con esta victoria, Carlos Checa logró tener una ventaja de más de seis segundos por delante de otro de los favoritos como era Mick Doohan.
Por su parte, un par de años más tarde, lo más reseñable de su segunda hazaña y victoria es que el piloto catalán venía de sufrir un grave accidente en el circuito de Donington Park en el que llegó a estar en estado crítico, pero pudo recuperarse satisfactoriamente.