Más de 2.300 usuarios tomaron parte en esta encuesta sobre la que se sostiene el Estudio de Movilidad que habitualmente presenta Anesdor. Los puntos más destacados son los que se refieren a la seguridad, porque sólo el 15 % de los encuestados considera que el estado de la calzada es el adecuado, cuando hace sólo un año era del 39 %, y un 92 % considera insuficiente el número de guardarraíles protegidos. Igualmente, la mayoría de los usuarios (un 77 %) considera muy importante la aportación de los sistemas ARAS -ayudas electrónicas de seguridad- que de forma creciente se están incorporando a la motocicleta. Sin embargo, sólo tres de cada diez usuarios estarían dispuesto a realizar cursos de reciclaje para mejorar su conducción.
Según este estudio, un 41 % tiene previsto comprar una moto en menos de un año, lo que supone un leve descenso en la intención de compra en comparación con los datos arrojados en 2023, cuando era el 45 % de los encuestados los que manifestaban esa intención. En la mayoría de los casos (55 %), el motivo para no comprar moto a corto y medio plazo tiene que ver con el hecho de disponer de una bastante nueva, y sólo un 11 % de los que no compran aducen motivos económicos para no hacerlo.
Por otra parte, la moto de ocasión sigue siendo la más buscada. El 38 % se decanta por un modelo de segunda mano, frente a un 34 % que optaría por una nueva (el restante 28% no lo tiene aún claro). Eso sí, el precio entre ambas opciones es diametralmente opuesto. Mientras que el presupuesto medio de compra de una moto de ocasión es de 4.763 euros, en el caso de las nuevas casi se triplica, hasta alcanzar los 12.423 euros.
Más de la mitad (59 %) tiene claro que se decantará por un vendedor profesional a la hora de adquirir su nueva moto. Supone un llamativo crecimiento de 13 puntos respecto al año pasado, que fue del 46 %. ¿Las razones? La garantía (75 %) y la confianza (42 %) principalmente. El 10 % tiene previsto acudir a un vendedor particular. Y lo hace sobre todo con el argumento del precio (76 %) y la confianza (35 %).
Moto grande
La moto más deseada es la de carretera con motor de combustión. De hecho, casi dos de cada tres usuarios (64 %) se decanta por una moto de carretera, siete puntos más que en 2023, frente al 20% que opta por un scooter, dos puntos menos que el año pasado. Por tipología de motor, nada parece cambiar respecto a hace un año: el 96 % asegura que compraría una moto de combustión, frente a un 4 % que elegiría una eléctrica. Los mismos porcentajes que el año pasado.
Los encuestados destacan la falta de conocimiento sobre las ayudas disponibles para la compra de motos eléctricas como uno de los obstáculos para su crecimiento, y hay un leve repunte sobre la poca importancia que tiene este hecho en la decisión de compra. Es decir, que a pesar de la poca claridad y la dificultad para acceder a las ayudas, esto no es un impedimento fundamental a la hora de decantarse por una moto eléctrica. La lectura que se puede extraer de esto es que la moto eléctrica, a pesar de los incentivos, sigue sin despertar suficiente interés entre los usuarios.
Si nos fijamos en la preferencia en cuanto a cilindrada, vemos que el porcentaje que va en aumento es el de más de 750 cc: el 53 % de los encuestados manifiesta que se plantea comprar una moto de más cilindrada, seis puntos más que el año pasado. Curiosamente, sólo un 5 % de los encuestados manifiesta su intención de comprar una 125 cc, que es el segmento que tradicionalmente reúne el mayor número de matriculaciones y ocupa la mayor porción del parque motociclista español, lo que revela una clara diferencia entre los deseos y la realidad.
Los datos sobre la distancia media anual recorrida por los usuarios ayudan a corroborar el detalle anterior. La distancia media anual recorrida en moto en 2024 es de 5.958 kilómetros, es decir, menos de 500 kilómetros al mes, un cifra interior a los los 6.071 kilómetros anuales del año pasado. Siete de cada diez motoristas realizan entre 2.000 y 10.000 kilómetros al año y algo menos de dos de cada diez (17%) conducen más de 10.000 kilómetros anualmente. En cuanto a la frecuencia de uso, el 38 % usa la moto a diario, mientras que, si miramos la finalidad o el contexto de uso, el 73 % la utiliza por ocio y turismo, frente al 41% que lo hace para desplazarse al puesto de trabajo o centro de estudios.
Marcas reconocidas
La masiva llegada de fabricantes chinos de momento no se ve reflejada en el ideal de los usuarios que han participado en la encuesta. BMW (35 %) y Honda (33 %) son las marcas que más interés despiertan entre los usuarios decididos a comprar moto, por delante de Yamaha (8 %), Triumph (5 %) y KTM (5 %). Ningún productor chino alcanza un porcentaje reseñable, ni siquiera entre los que dudan sobre qué marcas decantarse, un grupo de usuarios que, igualmente, tienen a Honda y BMW como marcas de referencia.
La compra presencial, en el concesionario, sigue siendo lo habitual, pero hay un creciente uso de las redes sociales y el entorno digital para consultar información sobre la moto deseada. De hecho, si en 2023 un 48 % de los encuestados estaba dispuesto a realizar la compra su moto “on line”, ahora esa intención se ha reducido notablemente hasta un 39 %. Siete de cada diez usuarios está dispuesto a vender su moto, y la media de edad de los vehículos se sitúa en torno a los 8 años.
El uso de la moto para el ocio sigue contando con un elevado porcentaje entre los usuarios. Un 66 % de los usuarios utiliza la moto con este objetivo, bien durante el fin de semana o realiza sus vacaciones con ella, y un 42 % de ellos participa en eventos organizados, ya sea concentraciones motociclistas o los cada vez más abundantes rutas y rallyes no competitivos.
