Junio ha cerrado también en positivo las matriculaciones de la industria motociclista, que en el pasado mes crecieron un 2,5 %, que representan 22.385 unidades, lo que permite mantener un crecimiento acumulado en los seis primeros meses del año del 9,8 %, con lo que se mantiene dentro de las previsiones. Los scooters vuelven a tirar con fuerza del mercado, con un incremento del 25,6 %, en buena medida impulsados por los usuarios que llegan desde los automóviles, convencidos que la movilidad en dos ruedas les da mayor facilidad de movimiento y mejora su capacidad de acceder a la ciudad.
En el conjunto de estos seis primeros meses se han matriculado 105.025 unidades. Si se consiguiera mantener la estimación de la industria se llegaría a cerrar el ejercicio por encima de las 200.000 unidades matriculadas, un dato que supondría regresar al periodo pre-Covid, cuando en 2019 se superó esa cifra. Sin embargo, nadie en el mercado es ajeno a las dificultades que han de encararse en el segundo trimestre. La carencia de materias primas, los costes energéticos y la falta de stock sigue siendo un problema que afecta a determinados fabricantes, cuyas ventas son inferiores a lo que podrían ser debido a estas circunstancias.
La industria capea el temporal de estas crisis sucesivas de la mejor manera posible, y el usuario, atenazado por la inflación, también hace malabares para salir adelante. Es una situación compleja y delicada, pero de momento el sector de la dos ruedas está saliendo bastante bien para de semejante envite.
José María Riaño, secretario general de Anesdor, ha valorado así este primer semestre del sector: “La moto y los vehículos ligeros juegan un papel cada vez más importante en la nueva movilidad. El progresivo aumento de la demanda nos permite mantener un buen crecimiento, a pesar de los problemas de suministro de materias primas y componentes y de las dificultades logísticas. La proliferación de las dos ruedas motorizadas en el ámbito urbano será decisiva para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones contaminantes, aprovechar mejor el espacio público y popularizar los vehículos eléctricos”.
En este balance semestral destaca el notable crecimiento de los scooters, motocicleta urbana por excelencia, que había ido cediendo terreno en meses anteriores ante la moto convencional, pero dado que en la mayoría de los lugares disfruta de mayor facilidad de acceso al centro urbano, son muchos los usuarios automovilistas que se han pasado a las dos ruedas. El crecimiento del 25,6 % experimentado por este tipo de motos ha llevado a una matriculación de 50.639 unidades, mientras que las motos convencionales, que también ha crecido, pero más levemente, un 2 %, lo que supone 40.814 unidades. Triciclos y cuadriciclos también acumulan balances positivos hasta el 30 de junio.
Los ciclomotores son la única nota discordantes del sector. En junio se matricularon 1.728 unidades, lo que supone un descenso del 20,1 %. Este dato deja el acumulado de 2022 en un total de 7.875 unidades, que representan un descenso del 8,9 % con respecto a 2021. En este primer semestre la moto eléctrica creció un 42 %, alcanzado una cuota de penetración del 5,7 % en las motocicletas y del 36,3% en los ciclomotores, y se prevé un aumento progresivo de la demanda, con las motos superando a los ciclomotores en los próximos meses.
En cuanto a los modelos, el SYM Symphony 125 ha superado a los líderes de la categoría en junio, alcanzando la matriculación de 898 unidades, por delante del Honda SH125ñi, que llegó a las 808, y el Honda PCX 125, el súper ventas del año, que se quedó en 798. El Honda Forza 125 fue el cuarto de la tabla con 553 unidades matriculadas. Las diez motos más vendidas en junio fueron scooters de 125 cc. En el acumulado del año, el PCX 125 lidera con 3.883 unidades, por delante del SH125i (3.461) y el Symphony 125 (3.395). Y Honda es la marca que domina el mercado, con una cuota del 22,9 %, prácticamente duplicando las cifras de Yamaha, y ambas muy por delante de Piaggio y SYM.
