Julián Simón: entre el esperpento y la mala suerte

Además de buen piloto, es una excelente persona… aunque la suerte le esquiva

Luis López Lozano

Julián Simón: entre el esperpento y la mala suerte
Julián Simón: entre el esperpento y la mala suerte

Es tan complicado encontrar a alguien que hable mal de Julito Simón en cualquier ámbito, que no debería extrañarnos el hecho de que se haya convertido en abanderado del “fair play” en el paddock de MotoGP. Tanto es así que hasta los compañeros de Movistar le dedicaron unos minutos a hablar de su persona. Con él presente en plató.

Dignificado hasta la saciedad, cualquiera que le salude recibe a cambio un apretón de manos o abrazo y, siempre, una sonrisa de oreja a oreja. Así fue como Ernest Riveras presentó a “nuestro” Julito a la audiencia del canal de pago. ¿Cuál fue su hazaña para estar en el plató itinerante de la televisión azul? Simple y llanamente ser buen piloto y mejor persona.

En el terreno deportivo, atesora algo que no todos los pilotos de largo recorrido son capaces de mostrar en sus vitrinas: un campeonato del mundo. El de Villacañas consiguió el título de 125 cc a los mandos de su Aprilia en las filas del equipo de Aspar, con Bradley Smith de compañero de box. Cómo será el carácter del toledano que hasta el británico explicaba a las cámaras de Movistar su actitud cuando peleaban en pista y le vencía. Él quedaba sorprendido con la forma en que le trataba posteriormente en el box, dándole ánimos tras haberle ganado y diciéndole que lo había hecho muy bien, que fue digno contendiente y que siguiendo esa misma línea llegaría muy lejos.

Y así fue. El bueno de Smith acabó en MotoGP, mientras que Julián, hoy, lucha por hacerse un hueco para 2017 a los mandos de una solitaria Speed Up, con escaso desarrollo durante la presente temporada y un equipo en el que, ahí sí, se encuentra tan cómodo como en su casa.

Sin embargo, la prueba de que el poder divino ha dado la espalda a Simón la encontramos justo después del año en el que finalizó subcampeón del mundo de Moto2, viéndose superado únicamente por un incontestable Toni Elías. Corría el año 2010 y le esperaba una excelente temporada al año siguiente… hasta que un encontronazo en pista con Kenan Sofuoglu arruinó no solo su salud, sino también una excelente trayectoria deportiva. ¿Cuántas veces habrá visionado las imágenes de Kenan alcanzándole la rueda trasera con su delantera en el GP de Cataluña? Lo que ha sufrido Julián durante los meses de recuperación hasta su siguiente aparición en las pistas, en el GP de Alemania, solo él y sus allegados lo saben; porque al parecer, Sofuoglu no se enteró ni de la mitad. Las declaraciones a Movistar en las que Aleix Espargaró lanza flores a Simón y pestes de “Sofu”, evidencia una situación de la que no se quiso hablar demasiado, tal vez por la enorme antideportividad del piloto turco que ni siquiera se acercó en aquél GP de Alemania para preguntarle cómo estaba su maltrecha pierna… ¡estando separados sus boxes por un único muro!

Tal vez encontremos entre estos dos pilotos aquello que se suele decir, “la noche y el día”. Kenan ha tenido suerte en su trayectoria como piloto de máximo nivel, ganando nada menos que 5 títulos de WSS, aunque su paso por WSBK no fue tan brillante, ni mucho menos su llegada a Moto2 donde algún que otro resultado destacado quedó ensombrecido por acciones como las sufridas por Julito; otros pilotos le han padecido en pista, pero mejor será pasar página. Simón, por su parte, se ha ganado el cariño de todos los que han compartido con él vivencias durante años de carreras, viajes de circuito en circuito, entrenamientos con su CBR de circuito o la supermotard en pista de karts… Pero la suerte le ha sido esquiva y sus ganas de montar en moto, sus ansias por pilotar, lo mucho que le gusta su pasión convertida en profesión han sido motivos suficientes como para reponerse del fatal accidente de Montmeló aquél fatídico año 2011, y retornar una de las categorías más duras de cuantas existen en un campeonato del mundo. Desgraciadamente, ya nada fue igual.

Ahora toca mirar hacia delante, tal vez para ver los nubarrones que se ciernen sobre las cabezas de los integrantes de su actual equipo. La Federación Catarí de Motociclismo decidió dejar de apoyar esta estructura y, como consecuencia, su plaza no está asegurada de cara al 2017, al menos a día de hoy. Como bien aseguraba en los micrófonos de Movistar , su camino tal vez le acerque al mundial de Supersport, lo que provocaría un inevitable encuentro con el pluricampeón del mundo de la especialidad que le llevó al suelo aquél fatídico día en Cataluña. Triste destino. Si se diera, no sería inconveniente para el incombustible toledano, más bien todo lo contrario: se lo tomaría como todo un revulsivo para seguir disfrutando de pilotar una moto de competición, aunque él es buen conocedor de sus posibilidades y sabe que todavía le queda mecha para dar guerra en la categoría intermedia de MotoGP. El podio logrado esta temporada en Alemania lo demuestra. Además… ¡qué demonios, se merece esa plaza de Moto2 para 2017!