No pinchar o reducir la posibilidad de que ello ocurra. Una de las grandes preocupaciones que tenemos al salir a montar con nuestra montura de campo, sea de enduro, cross o trial. Soluciones para evitarlo hay varias y aquí os mostramos una de las más interesantes por sus prestaciones y por su relación precio/utilidad/longevidad.
Hablamos del sistema Tubliss desarrollado por la empresa americana Nuetech y comercializado en España por Mundo Talio.
¿En qué consiste?
Se trata de una solución que permite prescindir del uso de la cámara convencional al convertir la llanta de vuestra moto en unas de tipo «tubeless». Una tecnología que la marca denomina como de doble cámara de aire. Y lo explicamos.
El Tubliss es un aro de caucho, podríamos decir que similar a una cubierta de bici de carretera, pero sin dibujo y con los «talones» dentados por los dos laterales -tiene los flancos rígidos-. Dentro de esa pieza -la de color rojo en las fotos- se aloja una fina cámara, que también parece similar a la de una bicicleta.
Dicho conjunto se instala en el interior de la llanta para que ocupe el espacio de la garganta central. Al inflar esa cámara, que tiene su propia válvula, hasta una presión de ¡7,5 bares! -sí, siete bares- la fuerza de la cámara hace que la carcasa roja se expanda hasta quedar fijada contra la llanta y los talones del neumático. De esa forma el Tublisss crea un «cámara» que sella la llanta, evitando que se salga el aire. Cosa buena, además, es que el Tubliss vale para llantas que incluso estén algo dañadas o doblada en los laterales pues no apoya contra ellos. La segunda cámara es la que forma el neumático con el Tubliss, espacio que podemos inflar mediante otra válvula que está en el freno cubierta especial del Tubliss.
El sistema tiene dos presiones de aire independientes. Por un lado, la de del propio Tubliss, que talona y sella, asegurando que no haya fugas de aire del neumático. Y otra, la habitual presión de inflado (0,3 a 1.0 kg.), que da dureza a la rueda.
El sistema Tubliss presenta dos válvulas para dos inflados completamente independientes.
El sistema Tubliss presenta dos válvulas para dos inflados completamente independientes.
La cámara soporta hasta 7,5 bares de presión. ¡Impresionante!
¿Qué logra?
Al no haber cámara ya no hay riesgo de pinchar por pellizco –el más habitual, sobre todo por impactos contra las piedras–. Y aunque sí podemos pinchar, si un objeto punzante atraviesa la cubierta o la goma se lleva un corte, con el Tubliss se consigue evitar que destalonemos la rueda. Al seguir manteniendo el Tubliss los talones del neumático firmes y en su sitio, éstos no se salen, pudiendo así continuar rodando pues la rueda tiene consistencia.
Otra gran ventaja del Tubliss, frente a otros sistemas antipinchazos como el «mousse», es que podemos regular la presión de inflado de la cubierta de forma convencional. Y, además, asociado justamente a que no hay riesgo de destalonar ni de pellizcar la cámara normal, resulta posible rodar con presiones muy bajas, si lo necesitáramos, aportando una masiva ganancia de tracción en zonas trialeras y superficies resbaladizas (hierba, barro…). Mayor efectividad en el pilotaje, más control y menor fatiga. Y eso le da validez para usarlos en motos de trial, al menos en la rueda delantera, pues la trasera ya suele ser «tubeless».
Más ideas positivas del Tubliss es que pesa menos que una cámara reforzada. En nuestra báscula, uno trasero para llanta 18” ha pesado 855 gramos –620 gramos una cámara de las finas, y 1,3 kg., una gruesa reforzada–. A mayores, se reduce la masa suspendida y se le da mayor agilidad a la moto.
Además, frente al «mousse», este sistema no caduca y tampoco tiene limitación de velocidad máxima para rodar en asfalto, sin riesgo de que se rompa, algo importante para travesías y raids. Con menos peso y sin la fricción de la cámara se reduce la temperatura de la rueda y, encima, no hay un material como en el «mousse» al que el calor degrade.
Por otro lado, la marca incide en que el Tubliss es un antipinchazo si lo combinamos aplicando un spray sellante –por ejemplo, el de la marca Slime que Talio comercializa–. Sellante que, además, trabaja mucho mejor directamente sobre la cubierta que en la cámara. ¿Motivo? Ese producto no tapa los agujeros grandes que pueden aparecer en la cámara, por ejemplo, en los pellizcos de los llantazos. Pero sí los pequeños agujeros que son los que suelen producirse en la cubierta.
La cámara soporta hasta 7,5 bares de presión. ¡Impresionante!
¿Antipinchazo? No. Pero es un perfecto seguro contra los llantazos.
¿Infalible?
No. Tened claro que no es un sistema antipinchazo como tal, sino un sustitutivo de la cámara. Sólo elimina el pinchazo por llantazo en la cámara, pero el neumático sigue corriendo el riesgo de pinchar, menor de lo habitual, pero posible. Ya lo hemos dicho que si se perfora el neumático, el aire se escapa y pinchamos. Pero resulta cierto que reparar este pinchazo es más fácil que con la cámara pues no hace falta desmontar la rueda. Lo podemos arreglar con uno de los «gusanos» repara pinchazos –las tiras que se meten con un punzón, muy usadas, sobre todo en quads–.
El Tubliss se puede montar con cualquier tipo de neumático. Pero son mejores los de carcasa dura: primero son mucho más difíciles de pinchar y segundo, en caso de pinchazo, toleran mucho mejor seguir rodando sin presión en la rueda.
El problema será si pinchamos/rompemos la cámara del Tubliss –por ejemplo, si se parte la válvula–. Entonces el sistema «tubeless» deja de funcionar y nos encontraremos en la misma situación que ante un pinchazo normal. Sin presión en la rueda y con posibilidad de desllantar. Por cierto, dicha cámara del Tubliss se vende como recambio (12,50 euros), así que podéis llevar una en la riñonera para solventar el «pinchazo» el día que os ocurra.
¿Disponibilidad?
El Tubliss lo encontramos en tres medidas: una para llanta delantera de 21” y dos para las traseras –18” y 19”–. Los Tubliss valen para llantas con garganta de 1.85 y de 2.15.
El precio único del sistema Tubliss es de 130 euros (IVA incluido). ¿Caro o barato? En nuestra opinión lo que aporta por lo que vale merece la pena. Máxime con esa condición de que no tiene fecha de caducidad, por lo que se puede cambiar de una moto a otra.
Además, hay recambio y despiece de todo: freno cubierta (35 euros), separador goma freno (3,75 euros)…
¿Antipinchazo? No. Pero es un perfecto seguro contra los llantazos.
PRUEBA
El análisis dinámico del Tubliss, haciendo enduro, necesariamente pasa por rodar con diferentes presiones (tranquilamente de 0.3 a 1.0 kg.) para ver la diferencia en comportamiento/tracción sobre trialeras, pistas, cronos.... –en nuestra prueba solo hemos llevado Tubliss en el tren trasero–.
Con la presión de inflado habitual que solemos poner a la cámara, en torno a 0,9/1,0 kg., el funcionamiento de la moto con el Tubliss no presenta diferencia alguna. Bajando la presión a 0,5 bares, evidentemente, ganamos tracción en zonas resbaladizas o de poca adherencia. Hasta aquí todo igual que con la cámara. Pero, lo mejor, es que con el Tubliss le pegamos a las piedras y a los escalones sin miedo alguno a pinchar. Así que vamos más rápidos y pasamos mejor los espacios trialeros, pedregosos...
Pero la gran prueba es la de simular un pinchazo. Es decir, quitar el obús de la válvula del freno de cubierta, y dejar salir todo el aire de la rueda. Por supuesto, siempre manteniendo la presión del Tubliss en los 7,5 kg. obligados. Resulta una gran sorpresa rodar a 0 kg. en la rueda trasera. La tracción en línea recta se mantiene igual y sólo notamos que perdemos apoyo en el paso por curva, pero sin que la rueda flanee como si fuésemos con cámara. Y, por supuesto, no desllanta. Esta prueba demuestra que se puede seguir rodando, aunque lógicamente con prestaciones limitadas, ya que el neumático algo flanea. Cuanto más duro sea el neumático, menos flanea.
El Tubliss sorprende al ir «pinchados» porque cogido el tacto puedes ir muy deprisa, como si tuviésemos algo de presión, incluso saltando y apoyándonos en los peraltes. Nos hemos metido en «presión 0» por trialeras, roderas, piedras, ríos… y la moto se comportaba bien. Incluso perfecta en ciertos sitios, pues con la presión baja traccionaba de maravilla.
Nos parece el Tubliss una solución para los que buscan reemplazar a la cámara, con un sistema que resulta fácil de montar, no muy caro y, sobre todo, duradero. Lo suyo es montar uno delante y otro detrás. Pero, si os parece demasiada inversión, habrá quien prefiera solo el delantero, porque es más difícil rodar pinchados del tren anterior, y otros a quienes, a la inversa, les guste más al trasero.