Hablar de contundencia en una cross 450 es mencionar a la Kawasaki KXF. En 2004 vimos los prototipos de la 450 4T pero se comercializó de serie en versión 2005. Y en estas ya nueve versiones, si contamos la nueva 2013, se ha mantenido en la mecánica KXF un brutal despliegue de poderío con un rendimiento de serie sobre los 50 CV y un par de 4,5 kgm. Un impresionante propulsor sobrado de todo, bajos, medios, altos, estirada... que responde muy enérgicamente al primer golpe de gas, lo que, unido a un demoledor medio régimen, hace ideal a la KXF para supercross. Aunque responde algo brusca sobre todo en las versiones anteriores al año 2009, cuando se introdujo la inyección y se «domesticó» bastante su respuesta.
Ya en 2007 se trabajó en la búsqueda de una mejor y más pronta respuesta en baja adoptando otros árboles de levas y un escape diferente, además de montar un cambio de cinco velocidades -de cuatro en las primeras ediciones-. Esa caja resulta imprescindible pues, con tanta potencia y par, las cinco marchas permiten rodar con más desahogo.
En 2008 dos de los elementos vitales del motor, la biela y el cigüeñal, que habían mostrado cierta debilidad, reciben un nuevo tratamiento de endurecimiento. Además, el engrase, tan importante en una 4T, se mejora con una bomba de mayor caudal. Y en el chasis se rebaja su rigidez al separar 10 mm los soportes del motor.
2009 es un año destacado en la evolución de la KXF 450 con la mencionada adopción de la inyección Keihin que llega junto a un nuevo escape en titanio, la culata revisada, el rotor de encendido con más inercia, las válvulas de titanio… El bastidor adopta nuevas secciones en sus vigas reduciendo sus dimensiones, la dirección tiene menos avance –se gana manejabilidad- y el anclaje del basculante cambia de ubicación -más tracción-. La horquilla de la KXF ´09 presumía de ser una de las más avanzadas con el especial revestimiento con carbono que reciben sus barras -menores fricciones y, por ende, un comportamiento más suave-.
En 2010 se pulen detalles con un nuevo pistón y un colector de escape más corto, cambiando la decoración con más presencia del negro, incluidas las llantas.
El conjunto ciclo es muy homogéneo, con un óptimo chasis, siempre fiel Kawasaki al diseño perimetral, algo más torpe al entrar en las curvas pero muy estable y noble. Las suspensiones Kayaba son sensibles y cómodas, con una dureza de serie por debajo de la media. Así, las zonas con peor firme se abordan sin problemas, pero al subir el ritmo aparecen movimientos en el tren trasero. Esta amortiguación consigue un curioso «efecto colchón» que permite ir deprisa pero sin sentir la suspensión floja.
Un aspecto en el que no destacan las KXF es el peso, de media por encima de los 105 kilos, siendo de las más pesadas entre las MX1. Y sobre la fiabilidad, los modelos 2007 y 2008 tenían el problema habitual de las 4T de esos años, como que los pistones no aguantaban mucho y se debían cambiar tras quince horas. En 2009 ya se montaron pistones forjados, más resistentes, los cuales se pueden montar sin problemas en los modelos precedentes. La caja de cambios y el embrague son los mismos desde 2007, y si la moto tiene más de cien horas conviene cambiar el piñón de segunda, que se puede dañar con el uso. En la parte ciclo revisad bien las bieletas y los rodamientos del basculante, así como los reposapiés y la palanca de arranque, que suelen necesitar buen apriete y, en algunos casos, su sustitución.
Encontraréis KXF 450 de ocasión por 3.500 euros la 2007, 4.000 la 2008, 4.500 la 2009 y unos 5.000 euros por la 2010 –como siempre, orientativos para motos en perfecto estado-.
2007
7.799 €
Suspensiones
- Asiento blando
2008
7.799 €
Par motor demoledor
- Posición de conducción
2009
7.299 €
Motor poderoso
- Peso elevado
2010
7.599 €
Suspensiones cómodas
- Peso alto