"Estabilidad de frenada", la columna de Juan Martínez

Detener bien tu moto es importante, y la suspensiones influyen en conseguir una buena estabilidad de frenada.

Juan Martínez (Andreani-MHS)

Juan Martínez
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Cuando en la fase de frenada no nos sentimos a gusto con nuestra moto, podemos pensar que hay algo que no funciona, por lo que hemos de plantearnos el adecuar nuestra moto a nuestras necesidades relativas al uso y gusto, es decir, personalizar la puesta a punto de chasis y frenos. Obviamente, lo primero a verificar es que no haya ningún problema mecánico el en propio sistema de frenos.
Una vez verificada la mecánica, el primer factor a localizar es cuándo o de qué forma aparece el problema: que no podamos detener la moto como querríamos o que la moto sea inestable en frenada. Reducir la velocidad de nuestra moto es siempre una cuestión de equilibrio entre la parte delantera y trasera.

Una vez que hayamos desestimado la opción de los frenos y embrague como origen del problema, debemos comprobar que la puesta a punto de nuestras suspensiones sea la adecuada. Hemos de tener en cuenta que el contacto de nuestros neumáticos con el terreno de una manera efectiva es el mejor modo de detener correctamente nuestra moto. La acertada regulación de nuestras suspensiones y la puesta a punto del chasis favorecen ese contacto.

La primera cosa a controlar es el SAG de tu moto, contigo y sin ti. El SAG nos ayudará a tener una moto equilibrada a nivel de recorridos de suspensiones y, como consecuencia, una correcta geometría.

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Por lo que respecta a las suspensiones, la primera cosa a controlar es si la parte delantera hace suficiente recorrido. El recorrido óptimo está en torno al 70% (moto de campo) en una situación de fuerte frenada. Difícilmente en una moto de campo alcanzarás el final de recorrido de tu horquilla en una situación normal de frenada. Para verificar el recorrido deberás acudir a la opción de montar un marcador tal como una junta tórica en tu barra de horquilla. Si el recorrido no es correcto, deberás trabajar en la precarga del muelle, en el nivel de aceite o en la dureza de los muelles.

Cuando el recorrido es óptimo en la parte delantera hemos de verificar que el SAG de la parte trasera sea el adecuado, una falta de SAG en el amortiguador favorecerá que la rueda trasera pierda fácilmente contacto con el terreno, anulando el beneficio del freno motor en esa fase y dificultando muchísimo el control del tren delantero.

Si con todas estas verificaciones, debido a nuestro estilo de conducción, seguimos sin sentirnos cómodos en la fase de deceleración, deberemos pasar entonces a modificar la geometría de nuestra moto. Para conseguirlo, podemos hacerlo a través de la posición de montaje de la horquilla delantera, bajando las barras, siempre que te lo permita mecánicamente tu moto, conseguirás tener un ángulo de dirección más abierto y desplazar ligeramente el peso hacia la parte trasera. Los pasos recomendados son de 5 mm. en 5 mm. aumentando el ángulo de dirección ganaremos lanzamiento, lo que se traduce en una mayor estabilidad. Con esta modificación puedes perder algo de agilidad en determinadas situaciones así como facilidad de giro.

Existen otras modificaciones que tendrán efecto a nivel de puesta a punto de chasis y de control electrónico de la gestión del freno motor. Es siempre necesario encontrar un equilibrio, pero lo que has de tener siempre muy claro es que para poder abordar una curva de un modo efectivo, lo primero que tienes que hacer siempre es detenerte correctamente.

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