Dos días antes de lo previsto, se puede decir: Jorge Prado es campeón del mundo de MX2. El joven piloto gallego encaraba el fin de semana de su vida en Imola con el título prácticamente en el bolsillo, ya que con sus 46 puntos de ventaja sobre el letón Pauls Jonass sólo iba a necesitar sumar cuatro puntos para asegurar el título, con lo que le hubiera valido un 17º puesto.
Sin embargo, KTM ha anunciado que Jonass ha decidido operarse de la rodilla y que por lo tanto no podrá estar en Imola, lo que inmediatamente convierte a Prado en campeón mundial. Aunque la forma de cerrarlo es un tanto agridulce, no quita todo el merecimiento del piloto de 17 años, que ha cuajado una temporada memorable.
En la que es apenas su segunda temporada completa en MX2, Prado ha remontado el fulgurante inicio de temporada de Jonass, enjugando la desventaja hasta hacerse con la placa roja de líder y aumentando su renta hasta llegar a la cita final en Italia como si se tratara de un puro trámite. Ahora lo será del todo.
Con 17 años, es el campeón más joven desde el alemán Ken Roczen. Campeón del mundo de 65cc en 2011 y campeón de Europa de 125cc en 2015, debutó en MX2 en 2016 y el pasado 2017 ya hizo historia al lograr la primera victoria española en la categoría.
En este 2018 sus números son abrumadores: ha ganado 11 de los 19 grandes premios disputados (incluyendo ocho de los diez últimos) y un total de 15 mangas, acabando entre los tres primeros en 34 de las 38 mangas disputadas y demostrando una solidez impropia de su edad para proclamarse campeón.
Todo ello pese a su mal inicio en Argentina, donde apenas pudo ser 16º y séptimo. A partir de ahí se convirtió en la sombra de Jonass, que empezó el año como un tiro ganando las seis primeras mangas para reafirmar su favoritismo. Sin embargo, Prado comenzó a estar al acecho, y tras tres segundos puestos y un tercero, en el Trentino pasó al ataque.
Ganó la primera manga y fue segundo en la siguiente para alzarse con su primer GP del año. En Portugal fue más allá y se llevó el doblete, pero Jonass replicó con un doblete en Rusia. Aun así, Prado fue segundo en ambas mangas, dejándole claro al letón que no se iba a rendir. En Letonia sufrió un traspié y fue décimo, pero se resarció ganando la siguiente manga.
En Alemania se intercambió los puestos con Jonass, que con el doblete en suelo británico parecía querer dejar claro que por algo llevaba el 1 en el carenado. Costaba imaginar que Jonass no volvería a ganar un GP el resto del año.
Ahí empezó el show de Prado, que se especializó en las segundas mangas. De las ocho rondas siguientes, en siete ganó la segunda manga y el GP. Pese a que solamente hizo el doblete en Bélgica, fue suficiente para dar caza a Jonass y arrebatarle el rojo.
Los nervios le jugaron una mala pasada en Turquía y permitió a Jonass soñar con revertir la situación, pero en Assen llegó a tiempo para poner las cosas en su sitio. En la Catedral, salpicada de arena para la ocasión, Prado dio una exhibición memorable para hacerse con un doblete que le dejaba a las puertas de un título que finalmente es suyo debido a la lesión de su rival.
Definitivamente, el niño prodigio del motocross español y mundial se ha hecho mayor. Enhorabuena Jorge.
