Prueba KTM 50 SX JCR

La KTM 50 del pequeño Alejandro Pérez no aparenta más que una preciosa miniatura de una montura mayor. Pero, no os confundáis, este «micro-machine» pasa por ser una auténtica máquina de carreras con una preparación muy exhaustiva y laboriosa.

M. Abelenda / Fotos: Juan Sanz / Colabora: Circuito de Sevilla La Nueva.

Prueba KTM 50 SX JCR
Prueba KTM 50 SX JCR

Las motos infantiles de 50 han sido casi desde siempre la primera opción para para esos niños que con apenas 4 ó 5 años, y hasta cerca de los 10, comienzan a dar sus primeros pasos en el mundo de las motos. Hoy en día, la KTM 50 SX supone una primera moto excelente y de impecable rendimiento, que ya quisiéramos para nosotros aquéllos que en su día empezamos con las Rieju Pony, Mecatecno, Italjet, Puch Magnum X, Derbi FD 10… Ahora bien, como siempre, cuando su uso se destina a la competición, la SX 50 también acoge de buena gana algunas mejoras, como es el caso de nuestra invitada que, bajo las manos de Alejandro Pérez, fue la quinta clasificada en la Copa de España de MX50 en 2013.

Preparada a conciencia

A pesar sus 8 años, el pequeño de Don Benito, Badajoz, sabe ya imprimir cierta velocidad a su «motito», por lo que su padre, José, se ha preocupado de conseguirle una buena preparación. Y no poco, pues para ello ha debido desembolsar más de 3.000 euros, sin contar la moto –3.400 -, ni tampoco el mantenimiento, que, según sus palabras: «¡resulta más caro y exhaustivo que el de una moto mayor!». Para ello ha recurrido al especialista JCR, artífice de la preparación del motor, empleando material de HGS, Vertex y VHM, así como un carburador Dell’Orto de 21 milímetros –de 18 el de serie-. Y también el embrague está modificado por Joan Cros, empleándose un conjunto del modelo 2011 –de tres mordazas-, al que se le han cambiado los muelles por un mecanismo por arandelas. Las suspensiones se equipan con material BUD, puesto a punto por JCR. Además, el propio padre de Alejandro, con la ayuda de Javier Pavo –padre- y sus instalaciones, se ha encargado de alargar el basculante para mejorar la estabilidad, por lo que también se han montado llantas de KTM 65. Manillar Pro Taper con torretas BUD, puños KTM SXS, estriberas Scar en aluminio, kit «holeshot» Zeta, adhesivos PRP y neumáticos Goldentyre con «mousse», engrosan una considerable lista de piezas añadidas. Incluso se ha pintado el chasis en color naranja, para que la SX 50 de Pérez tenga una apariencia de lo más «pro».

Os equivocáis si pensáis que sentimos reparo por subirnos a una pequeña «cincuenta» infantil, porque eso fue precisamente lo que hicimos… La sorpresa fue nuestra al comprobar la gran aceleración de la KTM 50 Alecar, que podía alegremente con nosotros, incluso al salir de curvas en media pendiente y con tierra suelta, y teniendo en cuenta que seguramente triplicamos el peso de Alejandro. La puesta a punto del embrague nos ha parecido estupenda, pues apenas se nota el momento en que se conecta o se desconecta el empuje del motor a la rueda trasera, haciendo que la moto avance ya a muy bajas vueltas. Lógicamente, el «motorcillo» pide que girar a altas vueltas para encontrar un empuje alegre, nada despreciable por sensación de potencia, y más que suficiente para avanzar ligeros por las rectas. En las manos del pequeño Alejandro, su moto incluso se levanta de delante a la salida de las curvas. Igualmente nos llamó la atención la respuesta de las suspensiones, mucho más rápidas y efectivas de lo que cabría esperar, y también los frenos que, pese a tener bastante juego muerto tanto la maneta como el pedal, apretando fuerte incluso nosotros conseguíamos «clavar» rueda en ambos ejes.