Su estatura y su pícara actitud, propias de sus diez años, dejan claro que Jorge Prado no es más que un niño. Pero no uno cualquiera, él es «El Niño». Un huracán que en 2011 ha «azotado» con fuerza en el Mundial Junior y el Europeo de 65. Un fenómeno, deportivo, que «vuela» en los circuitos con su KTM 65 JCR.¡Cuidado!, «Kid» Roczen, porque desde Lugo llega «El Niño» Prado y quiere «llevárselo» todo…
Jorge Prado, «El Niño»
Niño Nacido en Lugo, en el año 2001, Prado empezó a «andar» en moto a los cuatro años sobre una Sherco 50 de trial, con la que se proclamó Campeón Madrileño de Trial Alevín en 2007. Ya en motocross, con una Metrakit 50, queda segundo en el Masterkids 2008 y vence la edición siguiente en la categoría de 65, siendo el piloto más pequeño de los más de ¡cien! chavales participantes. «Ese mismo año -nos dice Jesús Prado, el padre Jorge-, corrimos algunas pruebas del Europeo de 65 y enseguida vimos que el nivel era mucho más alto. De ganar el Masterkids, pasamos a estar apenas entre los veinte primeros del Europeo, y eso, ¡haciendo una buena carrera!».
Pero el talento y las ganas de ir en moto de Jorge pronto hicieron que su velocidad y nivel de pilotaje crecieran como la espuma; gracias, también en parte, a las lecciones de su amigo, entrenador y piloto favorito, el «crossero» ferrolano Román Pérez. «En los veinte años que llevo en el motocross -nos aseguraba Román- nunca he visto a un niño de su edad con un nivel tan alto. Por su técnica y estilo de pilotaje, me recuerda un poco a Manu Rivas o a Edgar Torronteras cuando tenían su edad, pero pienso que les supera a ambos, gracias a su increíble capacidad de aprendizaje. Todos los consejos que le doy los “pilla" a la primera y los materializa al segundo intento. Es como si tuviera una confianza ciega en sí mismo».
En 2010, Prado empezó a dar muestras de su potencial -Campeón de España Alevín y sexto en el Europeo-, pero el lucense ha destapado el tarro de las esencias en la presente campaña, con el título en el Campeonato de Europa -ganando la mitad de las mangas- y en el Mundial Junior -llevándose la «pole», la vuelta rápida en carrera y las dos mangas-. Además, sus logros resultan más meritorios por haberlos conseguido compitiendo contra chavales de doce años, dos más que el pequeño Jorge…
Jorge Prado, sacrificio para competir
¿Y cómo llega un niño de Lugo a ser Campeón del Mundo de Motocross? Pues, demás de yendo muy rápido en moto, gracias también al monumental esfuerzo de sus padres… Imaginaos la de miles de kilómetros que ha debido conducir Jesús Prado con su autocaravana, ¡desde Lugo!, para llevar a su hijo a competir en Rumania, Italia, Alemania, Holanda, Polonia, Francia y Bulgaria.
«Nuestra situación geográfica nos complica mucho las cosas -nos decía Jesús-. Por este simple hecho, un chaval que viva en Holanda, por ejemplo, ya tiene más posibilidades de llegar a algo en motocross que uno de aquí. Y claro, además de la paliza del desplazamiento, todos estos kilómetros de más aumentan considerablemente los costes. Gran parte del dinero sale de nuestro bolsillo, aunque también hay gente que nos ayuda a completar el presupuesto, como la Diputación de Lugo, Neumáticos Melchor, Shiro, Bardhal, Joan Cros JCR y la Federación Española de Motociclismo. También la marca de ropa Kenny, que quedaron tan asombrados con Jorge que de una carrera a otra le fabricaron un equipo personalizado. Se agradecen estas ayudas, pero, sinceramente, me da mucha envidia ver el apoyo que tienen los pilotos infantiles holandeses, belgas, franceses o italianos que compiten contra Jorge».
Precisamente de Holanda es el equipo que se fijó y apostó por Prado tras la primera carrera de la temporada, en Zanersti, Rumania, donde Jorge subía segundo al cajón con su KTM 65 JCR. Desde entonces, el Team EHR Tuning ha proporcionado al gallego una montura de primer nivel en las carreras del Europeo, basada, eso sí, en las modificaciones que el preparador español Joan Cros había realizado a la SX «61» de principios de temporada, la montura que probamos en MOTO VERDE.
KTM 65 SX Jorge Prado: dilema en la preparación
Un verdadero quebradero de cabeza ha supuesto adaptar el chasis de la KTM 65 a Jorge; pequeño, pero muy rápido. Para lo primero, el manillar de serie ha sido remplazado por un Renthal KTM Powerparts, sujetado a unas tijas, también SXS, en aluminio mecanizado. Además, la adaptación del puesto de mandos se ha completado con la adopción de las estriberas y la palanca de arranque de una KTM 125. En cuanto a la mencionada velocidad que Jorge imprime a su moto, su padre Jesús ha tratado de mejorar la estabilidad en recta, alargando el basculante en 3,5 centímetros.
El dilema de poco peso y alto ritmo de pilotaje también ha afectado al trabajo en las suspensiones, desarrolladas por JCR. «Hemos trabajado con el material de serie -nos comentaba Joan Cros- tratando de endurecer al máximo los tarados. Pero en KTM no encontré muelles suficientemente duros para lo que necesita este niño, que salta como los mayores. Tuve que recurrir a otros de la industria auxiliar; de 3,8 kilos, los de la horquilla, y de 5, el del amortiguador».
Pero la mayor dificultad ha radicado en conseguir, sin afectar a la firmeza final, un comportamiento fino y sensible en la primera parte del recorrido, teniendo en cuenta que se operaba sobre las suspensiones de una moto infantil, con recorridos, notablemente más cortos que los de una moto grande. «He tenido que modificar a conciencia el laminado de las válvulas y probar muchos “settings". Prado destaca también en eso, sabe muy bien lo que quiere de su moto y es fino probando. Además, practica supercross habitualmente, por lo que disponemos de varias configuraciones». Las ruedas de la moto de Jorge están constituidas por llantas Takasago Excel, neumáticos Goldentyre con «mousse» y bujes Haan -corren con los de serie, pero para entrenar recurren a unos reforzados, ya que Jorge destrozaba los otros en poco tiempo…-. Los frenos, ya de primer nivel en la SX 65 de serie, se mantienen inalterados.
Pocos secretos guardan los pequeños propulsores de dos tiempos para Joan Cros, por lo que en la puesta a punto del motor de nuestra invitada encontramos menos inventos. Además de la adopción de un pistón Vertex y una culata VHM, se han acometido las habituales operaciones «de lima» en los cárteres, el cilindro y el culatín. También se ha metido mano al carburador, sustituyendo el elemento de origen, de 24 milímetros de diámetro, por uno de 26, convenientemente afinado. Un filtro de aire Twin Air y una caja de láminas VHM optimizan la admisión, mientras que un conjunto de escape HGS se encarga de la salida de los gases de la SX de Prado.
Por otra parte, la adopción de una válvula de escape ARN, regulable, permite variar la respuesta del propulsor para distintos tipos de trazados -duros, de arena, de supercross…-. «Quedamos muy contentos -afirmaba el padre del Campeón- con el trabajo de JCR en la anterior moto; iba bien y nunca nos dio un solo problema mecánico. Fíjate que corrimos con ella ¡tres años! y aún la tenemos en casa… Esta temporada queríamos lo mismo; un motor potente, no demasiado puntiagudo y sí muy fiable. No nos hacía gracia la idea de romper en una carrera del Europeo, después de haber hecho tantos kilómetros…».
Retroprueba KTM 65 SX Jorge Prado 2011: AsomPrados
Exactamente así nos quedamos todos los presentes el día de la prueba, en el circuito de Escalona, Toledo, donde Jorge, a la tercera vuelta en una pista desconocida para él, ya se hacía todos los saltos del trazado. Asombrados y ensombrecidos, pues, por el desparpajo y la técnica de este niño de diez años, nos subimos a su montura para dar unas vueltas.
El puesto de mandos de la SX 65 JCR resulta mucho más cómodo de lo que cabría esperar de una moto infantil, gracias al ancho manillar y a las estriberas de moto grande. También nos alegramos al poder cambiar de marcha sin problemas con nuestra bota de adulto, ya que Jorge lleva el pedal de cambio notablemente elevado -herencia de sus inicios en trial-. Tanto la maneta de embrague, como la de freno, poseen mucho recorrido muerto, para que queden próximas al manillar y el niño pueda accionarlas sin problemas.
Por peso y dimensiones, hacer girar una 65 en las curvas es, para un adulto, un juego de niños. Esto ya lo sabíamos. Sin embargo, en la moto de Prado nos ha sorprendido la estabilidad que aporta en recta y en cambios de dirección a gran velocidad –no obstante, hemos verificado que la distancia entre ejes ha aumentado a 1.180 milímetros, cincuenta más que de serie; aunque también el peso, en más de 3 kilos, quedándose en 60,7 kilos, verificados en vacío-. En esta sensación de aplomo tienen mucho que ver las suspensiones JCR, claramente más duras que las de serie, pero muy precisas y equilibradas -y creednos, pesando casi el doble que Jorge, no hemos encontrado problemas para probar todo el recorrido de las suspensiones…-.
Siendo esta «sesenta y cinco» la de todo un Campeón del Mundo, nos esperábamos una respuesta muy puntiaguda en su propulsor. De ahí nuestra sorpresa cuando comprobamos que un leve toque al embrague es suficiente para sacarlo de la zona «muerta» de revoluciones, y que su empuje en medios permite cambiar de marcha sin tener que llegar al corte de encendido para no perder velocidad. Su respuesta nos ha parecido similar a la de la mecánica estándar, pero más llena ya desde bajas vueltas y, sobre todo, a medio régimen.
Promete mucho «El Niño» Prado, quien dará el salto a las 85 la temporada que viene y que, a sus diez años, ya suma más títulos en motocross que velas pone en su tarta de cumpleaños…
Valoraciones
Lo mejor:
-
Motor efectivo
-
Estabilidad en recta
Mejorable:
-
Sólo para niños
-
Mantenimiento exigente
Preparación
Motor
Pistón Vertex y culata VHM con «culatín» especial JCR.
Cárteres y cilindro modificados por JCR.
Válvula de escape regulable ANR.
Tubo de escape y silencioso HGS.
Carburador de 26 milímetros de diámetro, puesto a punto por JCR.
Caja de láminas VHM.
Filtro de aire Twin Air, con dos tipos de espuma seleccionables.
Parte ciclo
Suspensiones preparadas por JCR: instalación de muelles muy duros y trabajo en los hidráulicos.
Estriberas y palanca de arranque de KTM 125 SX.
Basculante alargado, 3,5 centímetros.
Manillar Renthal KTM SXS y tijas KTM SXS -en aluminio mecanizado-.
Llantas Takasago Excel, bujes Haan –en aluminio mecanizado- y neumáticos Goldentyre con «mousse».