Comparado con los casi ilimitados medios con que cuenta un equipo de fábrica en MotoGP, el éxito de una escuadra satélite en la categoría máxima exige una milimétrica organización que optimice el rendimiento final del piloto en todo apartado. Durante el pasado Gran Premio de Aragón tuvimos la oportunidad de pasar mucho tiempo con un equipo satélite, el Lucio Cecchinello Racing del campeón en título de Moto2 Stefan Bradl. El alemán está realizando una prometedora primera temporada en la categoría reina y gracias a la colaboración de su director deportivo, el madrileño Óscar Haro, no solo fuimos conociendo al detalle muchos de los procesos que normalmente no se ven a través de la televisión o se mencionan en las crónicas escritas de las carreras, sino que fuimos más allá y gracias al equipo LCR y la coordinación de nuestros compañeros del Club Action Team, compartimos con uno de sus socios la experiencia de formar parte de un equipo de MotoGP en primera persona.
A menudo, en la inmediatez del trabajo durante un Gran Premio para un enviado especial de cualquier revista o más aún, de una página web especializada, es fácil abstraerse del magnífico espectáculo de pasión y tecnología que sale al paso en cualquier momento del día en el paddock del Mundial. Incluso, para combatir el estrés que genera el constante flujo de información, a veces resulta incluso terapéutico detenerse unos minutos contemplando la imponente presencia de una MotoGP para reubicarte y recordar el principio y la razón de ser para toda una vocación profesional.
Esa perspectiva llena de curiosidad y emoción es lo que recuperamos en estas páginas, a través de los ojos de uno de los lectores de MOTOCICLISMO y gracias a la disposición del equipo LCR, que en el pasado ya nos brindó su colaboración para explicar al detalle el patrocinio individual por carreras, por ejemplo, una fórmula en la que el equipo LCR también es pionero en las parrilla de MotoGP.
Durante el Gran Premio de Aragón nuestro ilustre invitado fue aceptado como uno más en el estrecho círculo de una de las escuderías satélite con mayor éxito y proyección de futuro de MotoGP, y las imágenes que ilustran estas páginas son una buena muestra de lo que captó su retina.
La actividad del piloto durante un GP se rige por el trabajo de coordinación del equipo. Desde el horario de entrenamientos y las reuniones técnicas antes y después de cada salida a pista, hasta la dieta del piloto, su preparación física, la atención a la prensa o las relaciones públicas, han sido previstas con detalle.
Revelándose como el mejor debutante del año en MotoGP, Stefan Bradl recibe la visita en el box de Shuhei Nakamoto, el máximo responsable de HRC, durante las sesiones de entrenamientos. La buena temporada del piloto alemán también le ha valido un mayor apoyo técnico, sin duda la mejor ayuda que pueda recibir un equipo satélite desde una gran fábrica.
Los procesos técnicos que se suceden han alcanzado un alto nivel de sofisticación. En la imagen, un repostaje común durante los entrenamientos. Para carrera el reglamento permite rebajar la temperatura de combustible 15º por debajo de la temperatura ambiente. Con ello se consigue comprimir hasta 21,3 litros para las vueltas de formación, disponiendo así de 21 para la carrera en sí misma.
La evolución tecnológica también alcanza al equipamiento del piloto. El mono ha dejado de ser solo una prenda de piel y se configura electrónicamente el accionamiento del airbag. Según las especificaciones permiten incluso realizar mediciones de temperatura, ritmo cardíaco u otros parámetros. La hidratación y el empleo de nuevos materiales han sido apartados profundamente desarrollados en los últimos tiempos.
El flujo constante de información entre piloto y su jefe de mecánicos, Christophe Bourguignon, es vital para optimizar la puesta a punto. Un apartado importantísimo en un debutante para el que cada circuito es nuevo al manillar de una MotoGP. El equipo también aporta la información acumulada en temporadas pasadas, lo que resulta un excelente punto de partida.
Fuera de la actividad en la pista, el piloto dedica parte de la jornada a la preparación física -incluye estiramientos y el acondicionamiento general con un fisioterapeuta-, además de otras actividades. Las relaciones públicas son parte vital para la promoción individual y del campeonato, cuyos seguidores tienen así la oportunidad de encontrarse personalmente con sus héroes.
Desde que nuestros compañeros de Action Team tenían el nombre de un ganador entre sus socios para vivir el Gran Premio de Aragón desde dentro, nos coordinamos para ofrecer a José Antonio Hernández una experiencia inolvidable. Primero en compañía de su esposa y al día siguiente de su hijo, José Antonio estuvo permamentemente atendido desde el equipo LCR por Óscar Haro. Así nuestro ganador estuvo presente en la mayoría de procesos del equipo, desde el desayuno con el piloto hasta acompañarle en la mismísima parrilla de salida. José Antonio no podía ocultar el buen sabor de la experiencia: «Ha sido absolutamente sorprendente descubir la precisión con la que funciona un equipo. Pero también vivir en primera persona las cálidas relaciones humanas que se desarrollan en un mundo donde la profesionalización y la tecnología son tan importantes. Sin duda, una maravillosa y única experiencia».
