En un primer momento, el piloto valenciano fue capaz de regresar a pista para terminar la sesión (llegando incluso a bajar su tiempo y quedándose con su segunda moto a poco más de dos décimas del más rápido), aunque posteriormente comenzó a sufrir algunas molestias por las que tuvo que acudir a la clínica del circuito. Viendo la gravedad del impacto, los médicos decidieron que fuera trasladado en helicóptero hasta el Daikko Universal University Hospital de Togochi donde los médicos japoneses, tras someterle a diversas pruebas, decidieron su ingreso indefinido.
A Barberá se le han diagnosticado tres fracturas en las vértebras dorsales, la tres, la cuatro y la cinco, sin desplazamiento, pero con un pequeño aplastamiento en cada una. En posteriores exámenes se pudo comprobar que las lesiones no revisten gravedad al estar alejadas de la zona de los nervios.
En una primera valoración se apuntó a un mes de inmovilización absoluta, con un periodo para la total recuperación de la zona dañada de alrededor de tres meses. Aunque siendo conscientes de lo difícil que puede ser para el piloto permanecer tanto tiempo lejos de casa, añadiendo a esto los problemas de comunicación por culpa del idioma, se ha decidido forzar su traslado a España.
En el último examen realizado ayer las noticias han sido más positivas. Los doctores confían en que pueda ser desplazado en dos o tres días. Para ello se está preparando su viaje en un vuelo comercial desde Tokio hasta París, enlazando desde allí en avión privado hasta Valencia, donde sería ingresado en un centro hospitalario.
En ese desplazamiento, Barberá debe permanecer totalmente inmovilizado para evitar problemas en la zona lesionada. Además, han dado nuevos plazos para su recuperación. Estiman que la inmovilización total sea sólo de diez días desde el momento del accidente, para posteriormente comenzar con un periodo de rehabilitación hasta cumplir con los tres meses en los que se calcula que pueda estar totalmente restablecido.
Héctor Barberá: “Los dos primeros días han sido los más complicados, por el dolor, por el hecho de no poder moverme y por la rabia que te entra en estas situaciones, sobre todo estando tan lejos de casa y en un país tan distinto al nuestro como Japón. Lo primero que quiero decir es que la gente del hospital se está portando de maravilla conmigo desde el primer instante. Están muy pendientes de mí, de hacérmelo todo lo más fácil posible, y eso es increíble. Quiero darles las gracias por eso. Sé que he tenido suerte y que esto podría haber sido peor.
Ahora mismo no tengo ninguna prisa por volver, lo que más me preocupa es recuperarme lo mejor posible. Sí que me da rabia el momento en el que ha llegado esta lesión. Parece que siempre es cuando mejor te va. En 2006, después de terminar segundo en Turquía y ganar en China, me fracturé el brazo entrenando y eso me rompió la temporada. Ahora me sentía muy fuerte, capacitado para pelear por la victoria en cada una de las carreras que quedaban e incluso por el subcampeonato, del que no estaba tan lejos. ¡Qué se le va a hacer! Me haría mucha ilusión poder regresar en Valencia, pero no voy a arriesgar nada. Sólo iría si me encontrase en perfectas condiciones y capacitado para ser plenamente competitivo.
Por suerte, sé que cuento con el pleno apoyo de mis patrocinadores y que mi proyecto para 2009 está muy claro. Si esto me llega a pasar hace dos años a estas alturas de la temporada no sé qué habría pasado… También quiero decir que estoy muy emocionado por el apoyo que he recibido estos días, de muchísima gente. Primero, de mi familia y amigos. También de mis patrocinadores, que no han parado de llamarme para darme ánimos, y de la gente del Mundial. A muchos no he podido ni devolverles la llamada. Y también estoy muy agradecido a mis rivales y compañeros. Ya me han dicho que todos, incluyendo con los que más problemas he tenido, se han interesado por mí, y de verdad que eso me ha ayudado mucho e incluso hizo que en algún momento no pudiese contener la emoción. No lo olvidaré nunca. Yo soy un tío muy optimista y sé que en nada volveré a los circuitos a dar guerra. Gracias a todos. Desde Japón, sayonara”.