En un día de victorias y podios inesperados con marcado sabor italiano, la sorpresa agradable en clave española fue el podio de Juanfran Guevara en la carrera de Moto3 ganada por Andrea Migno. El piloto lorquino ha asegurado estar “muy contento” con su primer podio mundialista, que le ha quitado un peso de encima.
“No ha sido fácil llegar aquí. En las últimas carreras estaba muy, muy condicionado a hacer un podio, porque creo que necesitaba romper esa barrera. A partir de ahora creo que empezaremos a pensar de otra manera porque hemos visto que podemos estar aquí”, asegura el piloto del RBA, que no ha escatimado en agradecimientos a su equipo:
“Ha sido una carrera muy complicada pero en las últimas es verdad que estábamos siendo competitivos desde el viernes y más pronto que tarde tenía que llegar el primer podio. En general, muy contento. Sobre todo en el año y medio que llevo con este equipo en cada fin de semana he ido a más, hay una confianza increíble dentro del equipo y cada pequeño paso que damos es un paso firme. Contento con el equipo porque es muy profesional y que ahora mismo, aunque no lo estemos demostrando, para mí somos de los mejores de la parrilla”.
De igual forma, también ha valorado que la victoria haya sido para KTM, después de cinco triunfos de Honda: “También como ha dicho Migno, también KTM está haciendo un gran trabajo ahora. En las últimas semanas hemos hecho varios tests, estamos probando nuevas piezas y estamos avanzando a gran escala. Hoy en los cuatro primero éramos tres KTM, así que estamos dando la vuelta a la situación”, asegura.
Sobre la gestión de la última vuelta, lejos de lamentarse, reconoce el mérito del vencedor: “A ver, la penúltima vuelta la he afrontado primero porque sabía que me iban a pasar varios pilotos. Quitándome alguno durante la última vuelta podía intentar entrar tercero en la recta final y ganar la carrera, porque justo unas cuantas vueltas antes lo he probado y he conseguido pasarles”, relata el murciano.
“Pero Migno, la verdad, ha hecho una última vuelta brutal. Ha rodado muy, muy rápido. En la última curva pensaba que la iba a hacer un pelín peor pero ha cogido la trazada perfecta. Yo creo que de todas las veces que ha pasado por ahí en la última vuelta ha sido la mejor. No he podido pasarle, ni a Di Giannantonio, aunque tampoco me han cogido a mí, así que he conseguido un tercero, un podio más para España, que es lo importante”, ratifica el español, que agradece a KTM las nuevas piezas, vitales para la mejoría de prestaciones:
“Hemos probado una nueva horquilla, de WP, y también estamos empezando a trabajar con nuevos mapas de inyección, de freno motor, que en un circuito tan grande como este ayuda mucho”, confiesa
“¡A siete vueltas del final estaba el 20!”, exclama Guevara para dar fe de la locura que supuso la carrera. “En las primeras vueltas la verdad es que me costaba mucho coger el ritmo y no podía ser agresivo en los cambios de dirección, pero cuando faltaban ocho o nueve vueltas he visto que la gente empezaba a írsele los neumáticos un poco a pique y yo en cambio no notaba nada. Quizás esa agresividad que faltaba al principio la he podido recuperar al final”, admite, tratando de explicar cómo se ha vivido desde dentro:
“Había vueltas que hacía 1:57, y en la siguiente 1:59, porque te pasaban por dentro, por fuera, la gente iba muy desesperada para intentar ganar un posición. De hecho, me he tocado varias veces con otros pilotos. Pero es una carrera de Moto3, todas las carreras son así y creo que hoy, dentro del buen trabajo, hemos tenido suerte, porque también hay que tener suerte en este tipo de carreras. Aunque estamos aquí por todo el trabajo que hemos hecho”, reconoce.
Para terminar, el piloto español reconoce que este podio le sirve como desbloqueo mental de cara al futuro: “Bueno, me bloqueaba que veía que teníamos el potencial pero al final nunca llegaba el podio. Es cierto que quizás el año pasado no teníamos el nivel para hacer podio, pero este año sí. Y me bloqueaba eso de no estar en el podio, llegaba el jueves y pensaba en el podio, los mecánicos lo repetían. Y llega un punto que te empieza a agobiar. Creo que cuando consigues el primero te quitas un peso de encima y trabajas de otra forma”, concluye.