Empezaré por explicar qué es el KERS –Kinetic Energy Recovery System–. Se trata de un freno regenerativo, un dispositivo que permite reducir la velocidad de un vehículo transformando parte de su energía cinética en energía eléctrica.
Este sistema ha saltado a la palestra después de que la FIA «sugiriese» su utilización en la Fórmula 1, algo que ha traído mucha controversia.
El KERS es capaz de almacenar en baterías o condensadores la energía eléctrica necesaria para aportar una buena dosis de potencia durante un tiempo determinado.
Se dice que a partir de 2010, cuando la potencia de los F1 esté limitada a 400 CV, los KERS serán capaces de aportar 270 CV extra durante 8 segundos.
Harald Bartol y las KTM
Bartol ha destacado por ser un técnico innovador que siempre ha buscado dar una vuelta de tuerca más para obtener más rendimiento de los ya exprimidos motores de dos tiempos. De sus manos salió el motor de las Derbi que logró un mundial bajo el nombre de Gilera y sus motos, las KTM que desarrolla desde 2003, son las únicas que incorporan un sistema de alimentación alternativo, o más bien complementario, al carburador.
Pero la verdadera noticia casi salió a la luz inesperadamente en el último GP de la temporada. Koyama estuvo a punto de irse al suelo con la moto con la que experimentaban el KERS en carrera. Finalmente logró un 7º puesto cuando partía desde la 18ª posición de la parrilla poniendo de manifiesto que el sistema de Bartol funcionaba.
El turno de Marc Márquez llegó en los entenamientos de Valencia. Marc probó el sistema y todo apunta a que contará con él esta temporada.
Se trata de una importante ventaja para Márquez pues el pequeño piloto catalán debe salir a pista con su moto lastrada para alcanzar el peso mínimo que exige el reglamento. Pero ahora el KERS de KTM podrá convertir parte del peso muerto del wolframio en los casi 3 CV –2 Kw– que proporciona este sistema eléctrico.
Márquez logró el quinto mejor resultado en Valencia y fue el primer piloto KTM pero el sistema está en pruebas y hay mucho trabajo por depurar. Solo actúa a partir de la tercera marcha y en determinadas zonas del circuito seleccionadas previamente pero cuando entra en funcionamiento provoca que la moto sea muy crítica y el freno motor que simula hace que la rueda trasera patine con demasiada facilidad.
De cualquier manera todo apunta a que Harald Bartol ha vuelto a sacar de la chistera un invento que promete marcar un antes y un después en la competición. Tarde o temprano lo veremos en las motos de calle tal y como ya sucede en muchos automóviles, pero para eso queda mucho camino por recorrer y todo pasa por que se efectivo en competición.
Por el momento seguiremos los progresos de Marc muy de cerca.