La renovación de Marc Márquez con Honda para seguir pilotando para la marca del ala dorada en MotoGP hasta el año 2020 colmó de alegría a la marca nipona, al piloto y a la inmensa mayoría de sus aficionados. Sin embargo, a su vez reabrió el eterno debate sobre si el piloto de Cervera tendría que cambiar de moto para hacerse un hueco entre los más grandes de la historia.
Un debate en el que cada opinión es respetable y válida. Siempre habrá quien crea que pilotos como Giacomo Agostini, Eddie Lawson, Valentino Rossi o Casey Stoner tienen más mérito que otros como John Surtees, Kenny Roberts, Wayne Rainey o Mick Doohan, cuyos títulos llegaron siempre sobre la misma marca.
A priori, parece que pilotos como Surtees, Roberts, Rainey o Doohan están sobradamente reconocidos como históricos campeones del medio litro pese a haber cimentado sus muchos títulos a lomos de una misma moto. Con cuatro títulos de MotoGP sobre Honda, Márquez ya parece estar en pleno derecho de inscribir su nombre junto a ellos.
Pero hay quien le exige más. Ejemplos recientes como los de Valentino Rossi -que tras conquistar tres títulos consecutivos con Honda se fue a Yamaha- o Casey Stoner –que primero hizo historia al lograr el primer título de la historia de Ducati para cuatro años después devolver a Honda a lo más alto- hacen que muchos quieran ver a Márquez intentar conquistar el trono de MotoGP con una segunda marca, como está haciendo Jorge Lorenzo en Ducati.
Mientras los tres campeones anteriores a él han cambiado de máquina, Márquez ha decidido apostar por la continuidad en Honda, donde llegó en 2013 y estará hasta 2020 para cumplir un total de ocho años en la misma moto, con un contrato que le vinculará hasta los 27 años. Es decir, todavía tendrá tiempo de abordar otros retos cuando expire su actual acuerdo, pero eso es otro tema.
Especialmente recurrente es la comparativa con Rossi. Resulta lógico, dada la precocidad de ambos en llegar a la categoría reina, en conquistarla y, sobre todo, en mantenerse en lo alto. En ese sentido, es casi inevitable la comparación con la decisión del italiano de cambiar Honda por Yamaha de cara a 2004, cuando estaba en la cúspide de MotoGP con Honda.
Dicha decisión es la que lleva a muchos a pedir a Márquez que haga lo mismo, e incluso a minusvalorar los logros del de Cervera por no haber tomado una decisión semejante. Señalan incluso a Márquez de haberse acomodado en la firma ganadora y de no atreverse a irse a otra distinta. En definitiva, le ‘acusan’ de optar por lo fácil.
En este caso, y si bien toda opinión resulta válida y lícita, existen matices entre un caso y otro que conviene reseñar para poder, al menos, establecer una comparativa con garantías y huyendo de sesgos. Para valorar ambos casos, es vital delimitar el contexto en el que se produjeron ambas decisiones: el cambio de Rossi a Yamaha a finales de 2003 y la reciente extensión de contrato rubricada por Márquez.
La pregunta que hay que responder es, en ambos casos, hasta qué punto llegaba el dominio de Honda respecto a sus competidoras en el momento en el que se producen ambas decisiones. Volviendo a 2003, vemos cómo Rossi ganó el título con contundencia a lomos de la Honda RC211V… a otras dos Honda RC211V. El subcampeón fue el español Sete Gibernau, con Max Biaggi tercero.
Los tres con la misma moto, que aquel año ganó 15 de las 16 carreras con la única excepción del Gran Premio de Catalunya, donde salió triunfador Loris Capirossi con la Ducati.
Avanzando hasta el pasado 2017, Márquez tuvo que esperar hasta la última carrera para poder derrotar a Andrea Dovizioso, que le plantó cara hasta el final con la Ducati. A eso hay que añadir que el tercer clasificado fue Maverick Viñales, con Yamaha. Hay que bajar hasta la cuarta posición de la general para encontrar a la segunda Honda, la de Dani Pedrosa, que le quitó dicha posición a un Valentino Rossi que acabó quinto con Yamaha pese a haberse perdido una cita por lesión.
Y donde más clara se ve la diferencia entre ese 2003 y el pasado 2017 en lo que al dominio de Honda es en el número de victorias. En 2017 Honda logró ocho triunfos en 18 carreras. Nada que ver con cómo monopolizaban la categoría 14 años antes.
Ampliando un poco más el espectro, se pueden observar los números de Honda en MotoGP en las tres temporadas previas a la decisión de Rossi de irse a Yamaha, y las tres temporadas previas a la decisión de Márquez de seguir en Honda:
% VICTORIAS DE HONDA EN MOTOGP | ||||||||
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2001-2003 | 2015-2017 | |||||||
Año | GGPP | Victorias Honda | % Honda | Año | GGPP | Victorias Honda | % Honda | |
2001 | 16 | 12 | 75,00% | 2015 | 18 | 7 | 38,89% | |
2002 | 16 | 14 | 87,50% | 2016 | 18 | 9 | 50,00% | |
2003 | 16 | 15 | 93,75% | 2017 | 18 | 8 | 44,44% | |
TOTAL | 48 | 41 | 85,42% | TOTAL | 54 | 24 | 44,44% |
Los números son abrumadores. En el periodo entre 2001 y 2003, Honda apenas dejó escapar siete carreras en tres años; mientras que en las tres últimas temporadas Honda sólo ha ganado 24 carreras de 54. Un 85% frente a un 44% demuestran que el paradigma de MotoGP no tiene absolutamente nada que ver en ambos supuestos, lo que les hace completamente incomparables.
Por ende, se puede comprender que Rossi necesitase salir de Honda para encarar nuevos retos. La superioridad de la marca del ala dorada era tan apabullante que se había vuelto demasiado ‘fácil’ encadenar títulos, y sintió la necesidad de encarar el desafío de otra marca. Un desafío que cumplió a las mil maravillas, cambiando la historia de Yamaha, que pasó de un año en blanco a conquistar el título de MotoGP. Un hito que elevó a Rossi a los altares del motociclismo por derecho propio.
Un hecho que es perfectamente compatible con entender que la situación actual es totalmente distinta. Mientras, en su día, a Rossi le bastaba con ser la mejor Honda para ser campeón, Márquez ha encontrado un clima de igualdad (a excepción de 2014) donde muchos años no ha tenido la mejor moto, teniendo que batir a marcas rivales para llevarse el título. De hecho, en sus títulos la segunda Honda –siempre Pedrosa- ha acabado tercero (2013), cuarto (2014), sexto (2016) y cuarto (2017).
El matiz es claro: Valentino Rossi marcaba la diferencia entre las Honda. Marc Márquez marca la diferencia para Honda. Por eso, el día que Márquez decida (si lo hace) cambiar de marca tendrá la ocasión de imitar los hitos de Agostini, Lawson, Rossi o Stoner. Hasta entonces, no necesita irse para demostrar nada, porque a día de hoy ganar con Honda ya es un reto.