Mucho se había rumoreado de los posibles cambios que la crisis económica traería al Mundial de MotoGP, pero al final estos han sido más “Light” de lo que se preveía. Se hablaba de limitar una moto por piloto eliminando la figura del “muleto”, establecer una duración mínima de motores y sanciones en caso de rotura (como hace la Formula 1), que podrían ir desde retrasar el puesto en parrilla hasta la penalización de puntos. Quizás en 2010…
Finalmente tras la reunión de la GP Commission no ha habido una revolución en el Mundial de MotoGP y las modificaciones en el Reglamento, que serán efectivas ya en 2009, han sido cuanto menos previsibles.
Desde diciembre del año pasado ya se había aprobado la eliminación de la sesión cronometrada del viernes en 125 y 250 cc, que pasaba a ser libre, como sucedía con la de MotoGP. La supresión de la sesión matinal supone, además de ahorro en carburantes, neumáticos, etc., el aumento de la vida útil del motor ya que durante el fin de semana completo de Gran Premio, se pasaría de rodar una media de 600 km, a hacer unos 400 km.
La supresión de los entrenamientos post carrera (salvo en Cataluña y República Checa) redundan en esta filosofía y echando cálculos, nuestro compañero José G. Maroto estimó que el ahorro total de la temporada sería de 4.500 y 5.000 km. O lo que es lo mismo, teniendo en cuenta que el motor dura entre 500 y 800 km en las motos oficiales y 700 y 1.200 km en los equipos satélites, supondría un ahorro de más o menos siete u ocho motores al año.
Además, para evitar el aumento exagerado de costes a final temporada cuando marcas y pilotos se estén jugando el título, la FIM ha especificado en el Reglamento que después del GP de la República Checa sólo se podrán utilizar un máximo de cinco motores en las ocho carreras restantes, sin poder cambiar piezas y permitiendo exclusivamente los trabajos de mantenimiento habituales.
Limitación de la electrónica
Lógicamente, si se pretende reducir costes de manera significativa hay que limitar la electrónica de alguna manera, aunque los cambios en este sentido no son excesivos. Se elimina el control electrónico de suspensión (que hasta ahora montaban sólo las Ducati y las Honda), y el control electrónico de control de arrancada que, por cierto, ya había pilotos como Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo que lo desechaban y confiaban su salida a “soltar embrague y dar gas” de toda la vida.
En cuanto a los materiales cerámicos en los discos de freno y pastillas, se trata de una decisión un tanto extraña ya que en la actualidad no se utilizan en MotoGP. Es probable que esta medida tenga un sentido preventivo, y es que en 2010 la FIM prohibirá el uso de los carísimos frenos de carbono y los materiales cerámicos serían sus sustitutos perfectos, ya que se quedan a medio camino (también económicamente hablando) entre los de carbono y los de acero. Es la política habitual de la FIM que no “obliga a”, sino que “prohibe”. De esta forma se volverá a los convencionales frenos de acero sin que se especifique en el Reglamento.
Revolución "light" en MotoGP
Análisis de las modificaciones en el Reglamento de MotoGP aprobadas para 2009. El anuncio de los cambios en el Reglamento aprobados por la GP Commission y anunciados ayer por la FIM no suponen una revolución en MotoGP, aunque sí anuncian la dirección que tomará desde este año el Mundial de Velocidad, en pos de reducir los costes de manera significativa y que previsiblemente se reforzarán en 2010.