Desde que Fausto Gresini comunicara a Honda en Indianápolis que no podría hacer frente al «leasing» de 3,3 millones de euros que debía ser para Scott Redding se han sucedido las reuniones y muchos futuros se habían planeado para el joven subcampeón del mundo de Moto2 de 2013. Honda estudió todos los escenarios posibles donde colocarle y muy cerca estuvo de terminar con Aspar con una Honda Factory, pero no en 2015, sino esta temporada… Ducati le ofreció una Desmosedici GP15 con contrato de fábrica en Pramac, Yamaha le ofreció un año en Forward con opción a pasar al Tech3 en 2016. Hasta Aprilia, el nuevo socio de Gresini en su retorno a MotoGP, le puso un contrato sobre la mesa y Redding estuvo en Noale para ver la fábrica y conocer al nuevo «capo» del Reparto Corse de la firma italiana. Por supuesto, también estaba la opción de que su antiguo equipo, el Marc VDS, reuniera el presupuesto necesario para hacerse con la Honda «pata negra».
Esto último parecía lo más complicado porque en el primer año no recibirían ninguna ayuda de Dorna e IRTA. Michael Bartholemy, Team Principal de Marc VDS y además representante del piloto, ha pasado las últimas semanas tratando de encontrar los más de seis millones de euros para llevar adelante el proyecto, pero al final fue el dueño del equipo, el multimillonario Marc van der Straten, quien tras mantener varias reuniones en Misano con Shuhei Nakamoto, Livio Suppo y Carmelo Ezpeleta arregló todo el lío que se había formado. Para Van der Straten el dinero no era problema, solo le preocupaba tener la garantía de que Honda le iba a dar una de sus motos de fábrica durante al menos tres temporadas. Y se fue de San Marino con el contrato firmado.
Es curioso que una vez más haya sido Marc VDS quien haya salvado la carrera deportiva de Scott Redding. A finales de 2009 y tras haber conseguido varios resultados notorios en 125, Scott se veía en casa al año siguiente. Pero entonces recibió una llamada de Michael Bartholemy para ofrecerle un puesto en su nuevo equipo de Moto2. Con ellos estuvo cuatro temporadas y el año pasado luchó por el título hasta el final con Pol Espargaró.«Es una oportunidad increíble para mí, pero también mucha presión. Tengo que aprovecharlo y sacar el máximo porque mi último objetivo es poder conseguir un puesto en una fábrica. No es que me esté pellizcando porque creo que me lo merecía, pero estoy realmente feliz de que por fin todo se haya solucionado. Era vital tomar la decisión correcta y tener la Honda de fábrica en el Marc VDS es de lejos la mejor manera de hacerlo. No puedo agradecerles lo que han hecho suficientemente. Han trabajado realmente duro y han hecho muchos esfuerzos día y noche para verme en esta situación y lo aprecio de veras. Es duro para mí poder recompensarles», nos contaba Redding tras conocerse la noticia. «Han hecho tanto por mi carrera y ahora me han ayudado a tener una Honda de fábrica, y esto para mí es algo increíble. Yo estoy dejándome la vida para ganarme la moto y de no ser por Marc (van der Straten) y muchas otras personas que han apostado fuerte no sé dónde habría terminado el año que viene».
El equipo le asegura un contrato para 2015 y 2016, para un año más tarde el objetivo de Redding está claro, poder entrar en el equipo Repsol Honda junto a Marc Márquez. El año que viene su moto será idéntica a las oficiales de Márquez y Pedrosa al comienzo de la temporada, y además contará con suspensiones Öhlins y frenos Brembo. Por eso Scott cree que estar regularmente entre los cinco primeros será casi una obligación para poder lograr sus metas de futuro.«Necesito hacer resultados desde el primer momento porque una oportunidad así no creo que vuelva a tenerla. La moto más competitiva de la parrilla es la Honda y mi ánimo no es ir a Qatar para estar entre los 10 primeros. Mi objetivo será estar entre los cinco primeros y luchar con los de arriba por el podio. Me he puesto el listón bastante alto pero no me queda otra opción. No puedes poner excusas cuando tienes una Honda de fábrica y realmente ha sido una gran decisión, porque mi carrera depende de lo que haga en los próximos años», dijo Scott.
Lo principal está firmado, pero lo que todavía no tiene claro el equipo belga es quién estará al cargo de las motos de Redding. La idea de la escuadra y del propio piloto era contar con Christian Gabarrini, pero HRC ya ha destinado al técnico italiano con Jack Miller. «Lo difícil ahora es juntar un buen equipo. Muchos de los buenos están ya cogidos así que tenemos que asegurarnos de tomar la decisión correcta porque es crucial tener a la gente adecuada contigo», comentó Redding. «Christian era mi opción número uno y mi plan era estar juntos mucho tiempo, así que no había pensado en nadie más. Pero después me dijo que iba a trabajar con Jack y se me hizo un nudo en la garganta». Otro de los nombres que baraja el equipo es del de Ramón Aurín, pero no está claro que pueda salir de HRC.