‘Show must go on’: MotoGP 2017 llega a Misano sin Valentino Rossi

El último tercio de temporada arranca y ya no está permitido cometer errores.

Nacho González

‘Show must go on’: MotoGP 2017 llega a Misano sin Valentino Rossi
‘Show must go on’: MotoGP 2017 llega a Misano sin Valentino Rossi

La baja por lesión de Valentino Rossi convierte al Gran Premio de San Marino de la temporada 2017 en una suerte de ensayo clínico, con bisturí y sin anestesia, de lo que será MotoGP el día en el que el piloto italiano decida colgar el casco. Porque, para colmo, su ausencia será en la que es su carrera de casa, casi literalmente. Pero, en estos casos, ya se sabe: ‘Show must go on’.

Y show hay para rato: tres pilotos de las tres principales marcas metidos de lleno en la lucha por el título: Andrea Dovizioso (Ducati), Marc Márquez (Honda) y Maverick Viñales (Yamaha) llegan separados por apenas 13 puntos; mientras que el cuarto candidato en discordia (o quinto para quien aún cuente a Rossi), Dani Pedrosa, todavía cuenta con opciones muy reales al título. Sobre todo si es capaz de repetir el triunfo logrado en la pasada temporada, donde se impuso de forma magistral, precisamente, ante Valentino Rossi.

MOTOGP: UN ABANICO MUY ABIERTO

Sin embargo, los dos pilotos que más veces han ganado en la historia del Misano World Circuit Marco Simoncelli son otros dos, aunque también españoles: Jorge Lorenzo y Marc Márquez, que cuentan con cuatro triunfos cada uno en su palmarés.

Jorge Lorenzo llega en clara progresión ascendente con su Ducati Desmosedici GP17 a un circuito en el que enlazó tres triunfos consecutivos en 2011, 2012 y 2013 –a los que hay que sumar el logrado en 2007 en 250cc-, pero donde lleva tres años sin ganar. Por eso es difícil imaginar que su primera victoria con la marca de Borgo Panigale llegue a orillas del Adriático, pero es algo que tampoco conviene descartar, al menos a priori.

Mientras tanto, Marc Márquez llega con las ganas y la necesidad de desquitarse del cero con el que salió de Silverstone, donde el motor de su Honda RC213V le dejó colgado cuando estaba en disposición de luchar por la victoria; un error que, de paso, le hizo perder el liderato de la general en favor de Dovizioso. En Misano, el 93 ganó en 2010 rumbo a su título de 125cc, repitió las dos temporadas siguientes (2011 y 2012) en Moto2 y se hizo con la victoria en la categoría reina en 2015, lo que le convierte en el único piloto de la historia que ha logrado vencer en el trazado transalpino en tres categorías diferentes.

Bajando un escalón, no habrá ninguno de los cuatro pilotos que suman tres triunfos en el trazado de la ribera del Rimini, ya que tres de ellos están retirados (Jorge Martínez ‘Aspar’, Fausto Gresini y Pierpaolo Bianchi) y el cuarto no es otro que el convaleciente Valentino Rossi, vencedor en 2008, 2009 y 2014.

Sí estarán dos pilotos que saben lo que es vencer allí por partida doble: tanto Dani Pedrosa, que el año pasado reeditó de forma brillante la victoria que ya había logrado en 2010; como el ‘rookie’ Álex Rins, que venció de forma consecutiva en 2013 y 2014, ambas cuando militaba en la categoría de Moto3.

Finalmente, hay otros cinco pilotos que saben lo que es vencer en Misano. Hace dos años, Johann Zarco se hizo con el triunfo en Moto2, preludio de su título mundial en la categoría, siguiendo la estela tanto de Tito Rabat en 2014 como de Pol Espargaró en 2013, cuando se impusieron en Misano en su camino a proclamarse campeones.

No lograron convertir el triunfo en Misano en título los otros dos españoles de la actual parrilla de MotoGP que saben lo que es ganar en el Adriático en la categoría intermedia, en este caso en 250cc: Álvaro Bautista lo hizo en 2008, un año antes de que lo lograra Héctor Barberá.

Esto significa que, entre los candidatos al título, el único que no sabe lo que es ganar en Misano es, precisamente, el líder: Andrea Dovizioso, que de hecho nunca ha pasado de la cuarta posición en dicho circuito. Eso sí, de hacerse con la victoria sería el primer italiano en ganar las dos carreras disputadas en suelo transalpino en el mismo año desde que lo hiciera Valentino Rossi en 2008.

MOTO2: FAVORITISMO LOCAL

El año pasado, el joven Lorenzo Baldassarri sorprendía ante su público para hacerse con su primera victoria mundialista en Moto2, algo que también logró su compatriota Mattia Pasini en 2007, cuando militaba en el octavo de litro. Sin embargo, todas las miradas estarán sobre otro italiano, el que está dominando la categoría intermedia en este 2017: Franco Morbidelli, que está firmando una temporada sobresaliente y que este fin de semana espera dar otro paso al título delante de su público.

Tratarán de impedirlo sus dos grandes perseguidores en la general: el suizo Thomas Luthi, cuya regularidad le ha convertido en el gran obstáculo de ‘Morbido’; y el español Álex Márquez, que tras caerse cuando lideraba en Silverstone intentará desquitarse con un triunfo. También habrá que estar muy atentos a Takaaki Nakagami o Miguel Oliveira, además del mencionado Pasini.

Por su parte, también saben lo que es ganar Brad Binder y Sandro Cortese, que triunfaron en Misano rumbo a sus respectivos títulos de Moto3, en 2016 y 2012, respectivamente.

MOTO3: EL DÍA DE LA BESTIA

Solamente un piloto de la actual parrilla de Moto3 sabe lo que es llevarse el gato al agua en Misano: fue el local Enea Bastianini, que en 2015 se hizo con su primer triunfo mundialista; y que el año pasado fue segundo por detrás de Binder… en un podio completado por el actual líder de la categoría, Joan Mir, que sigue teniendo la ocasión de hacer historia en Moto3 si se lleva la victoria.

También sabe lo que es subir al cajón Niccolò Antonelli, tercero en 2015 tras Bastianini y Oliveira; así como Romano Fenati, pero para encontrar al tercero de la general en el podio de Misano hay que viajar hasta 2011, donde fue tercero tras Cortese y el añorado Luis Salom.

Además, habrá que tener muy en cuenta a pilotos como los españoles Arón Canet, Jorge Martín o Marcos Ramírez; y a otros locales como Fabio Di Giannantonio, Nicoló Bulega o Andrea Migno; así como al británico John McPhee o el alemán Philipp Oettl, entre otros.