Augusto Fernández y Tony Arbolino, el futuro se hace presente

2019 tenía que ser el año de su salto de calidad, pero han superado cualquier expectativa.

Augusto Fernández y Tony Arbolino, cuando el futuro se hace presente
Augusto Fernández y Tony Arbolino, cuando el futuro se hace presente

Si echamos la vista atrás a la temporada 2018, hay que bajar a la 18ª posición de la general para encontrar los nombres del español Augusto Fernández y del italiano Tony Arbolino en las clasificaciones finales de Moto2 y Moto3, respectivamente.

Los dos jóvenes pilotos ya habían dado muestras de un gran potencial, y todo el mundo esperaba que diesen un salto de calidad de cara a este 2019. Que empezasen a estar con asiduidad en cabeza, que pudiesen subir por primera vez al podio mundialista y, por qué no, verle celebrando su primera victoria. En definitiva, que se consolidasen en la zona alta de sus categorías pensando en asaltar el título en 2020.

Han pasado dos tercios de temporada y, aunque ambos comenzaron el curso dando el esperado salto de calidad, con el paso de las carreras se lo han ido creyendo cada vez más y quemando etapas, hasta el punto de llegar al tramo final de temporada como los pilotos más regulares del ecuador del curso hasta erigirse en amenazas inesperadas para los pilotos que parecían destinados a jugarse los títulos.

El paso adelante que se esperaba para esta temporada se produjo ya en los inicios de la misma, acortando plazos y aprovechando los titubeos de los pilotos metidos en la lucha (que sí estaban en las quinielas al título) para ir recortando la desventaja y encarar las seis últimas carreras con opciones más que reales de terminar dando la campanada ante rivales que comenzaban 2019 mucho más consolidados.

FERNÁNDEZ, CREER ES PODER

El quinto puesto en Qatar dejaba patente que Augusto Fernández iba a ser un piloto a observar durante el año, corroborando la evolución mostrada en 2018. Sin embargo, la lesión en Argentina le hizo perderse esa carrera y la de Austin, pero a su vuelta en Jerez se desquitó de la mejor forma: con un tercer puesto lograba su primer podio mundialista.

Aun así, estaba claramente eclipsado por su compañero Lorenzo Baldassarri, que sumaba tres victorias en cuatro carreras. Fernández ocupaba la octava posición a 48 puntos de ‘Balda’. Repitió el tercer puesto en Le Mans, y siguió con su exquisita regularidad siendo quinto en Mugello y cuarto en Montmeló. Por arriba cambiaban las tornas: Álex Márquez ganaba tres carreras seguidas y ya era líder de la categoría. Fernández era séptimo a 44 puntos de su compatriota.

La consagración llegó en Assen, cuando tras la caída de Márquez batió a Brad Binder para estrenarse como ganador. Tras aquello tuvo algunas carreras más complicadas, que solventó volviendo a mostrar su gran constancia para ser sexto en Sachsenring, octavo en Brno y quinto en el Red Bull Ring.

Poco a poco había ido escalando puestos en la general y ya era cuarto, pero a 60 puntos de un Márquez que empezaba a parecer inabordable y al que solamente la regularidad de Thomas Luthi parecía poder inquietar. En Silverstone todo cambió: Márquez falló y Fernández pudo con Jorge Navarro para hacerse con su segundo triunfo; y en Misano, tras haber dejado a Márquez atrás, no se conformó con ser segundo y batió a Fabio Di Giannantonio en un gran adelantamiento.

Augusto Fernández y Tony Arbolino, cuando el futuro se hace presente

Augusto Fernández logró su tercer triunfo en Misano ante Fabio Di Giannantonio.

En dos carreras ha recortado más de la mitad de la desventaja con Márquez, ha superado a Luthi y llega al tercio final segundo a solo 26 puntos cuando todavía quedan 150 en juego. Claro que el favorito sigue siendo Márquez, pero viendo la evolución de Fernández es evidente que el sueño del título ya no es una utopía: ya es el gran rival del de Cervera.

ARBOLINO, ADICTO AL PODIO

El inicio de temporada de Tony Arbolino fue, igual que en el caso de Fernández, más o menos lo que se esperaba: una combinación de destellos e irregularidad. Fuera de los puntos en la cita inaugural de Qatar, no tardó en destapar el tarro de las esencias con un tercer puesto en Argentina que suponía su primer podio mundialista, un gran resultado que refrendó siendo sexto en Austin… pero se fue de vacío de Jerez y Le Mans.

Llegaba a Mugello undécimo en la general a 48 puntos de Arón Canet, uno de los grandes favoritos al título. Fue allí cuando se hizo con su primera victoria, algo que entraba en lo lógico para cualquier aficionado. Pero la irregularidad no cesaba: cero en Montmeló, victoria en Assen y 15º en Sachsenring.

Ya estaba de lleno el grupo de favoritos a cualquier carrera, pero la media de puntos hacía inviable pensar en el título: se fue de vacaciones en la quinta posición de la general a 48 puntos de Lorenzo Dalla Porta, que lideraba con dos de ventaja sobre Canet. Ellos dos parecían destinados a jugarse un título que para Arbolino parecía ser algo todavía lejano.

Sin embargo, a la vuelta de vacaciones se presentó en pista otro Arbolino bien distinto. Si en la primera mitad de curso vimos a un piloto de mucho talento que pagaba su bisoñez con la casi inherente irregularidad, al retorno nos hemos encontrado con un piloto muchísimo más maduro; que sabe que, por mucho que la sensación de una victoria sea incomparable a los otros dos peldaños del cajón, en una categoría tan loca e igualada como Moto3 es la acumulación de podios lo que da réditos a final de temporada.

Entendió que la victoria era un premio delicioso pero efímero, y que acabar las carreras siempre lo más arriba posible era la apuesta inteligente a medio plazo. Volvió siendo tercero en Brno, pero tras Canet y Dalla Porta, lo que le alejaba todavía más. No se amilanó: en Austria fue segundo tras Romano Fenati, posición que repitió en Gran Bretaña tras Marcos Ramírez; y en Misano volvió a ser tercero, superado por Tatsuki Suzuki y John McPhee.

Augusto Fernández y Tony Arbolino, cuando el futuro se hace presente

Tony Arbolino se hizo con su cuarto podio seguido en Misano.

No ha ganado en la segunda mitad de temporada, pero hay dos cosas que tampoco han pasado: no se ha bajado del podio ni una vez (ningún otro piloto de Moto3 ha encadenado cuatro podios este año) y nadie le ha ganado dos veces. Los seis pilotos que han acabado delante de él en una de las cuatro últimas carreras han acabado las otras tres por detrás.

Después de 37 carreras sin subir al podio, desde que probó las mieles se ha hecho adicto y lleva siete en doce carreras, seis en las últimas ocho y los cuatro últimos consecutivos. Ahora está tercero a 30 puntos de Dalla Porta y a doce de Canet. Quizás siga sin ser favorito, pero ya está claro que la lucha del título de Moto3 es cosa de tres, y Arbolino es uno de ellos.