La curva 12 de Valencia, inesperada protagonista del test de MotoGP

Un punto que habitualmente no es peligroso ha cobrado un protagonismo inusual.

Nacho González

La curva 12 de Valencia, inesperada protagonista del test de MotoGP
La curva 12 de Valencia, inesperada protagonista del test de MotoGP

Después de un día con bastantes caídas pero sin grandes sobresaltos, en el que el protagonismo estuvo donde debía: el ansiado estreno de Jorge Lorenzo con la Ducati, la rapidísima adaptación de Maverick Viñales a la Yamaha, con la que acabó el día firmando el mejor tiempo, o el gran acoplamiento demostrado desde el principio de Andrea Iannone a la Suzuki, la segunda jornada de test ha comenzado de forma mucho más accidentada.

La curva 12 adquirió un preocupante protagonismo cuando Álex Rins, que había completado un primer día más que satisfactorio, sufría una dura caída y tenía que ser trasladado en ambulancia, antes de irse al hospital para someterse a unos chequeos, aquejado de dolor en la espalda. Minutos después, era su compañero Andrea Iannone el que se iba al suelo en el mismo punto, de forma un tanto extraña y destrozando su montura.

En la repetición on-board, se aprecia claramente como Iannone pierde el tren delantero con el primer toque de freno, todavía con la moto completamente recta. Las imágenes posteriores de la GSX-RR dan una idea de la magnitud del impacto, y el destrozo de la barrera de neumáticos obligó a una bandera roja para proceder a su reparación.

Lo que no entraba en los planes es que dicha situación se prolongase durante casi hora y media, un lapso de tiempo en el que se pudo ver a diferentes pilotos charlando sobre lo sucedido, y a un solícito Loris Capirossi escuchando a todos y dando las explicaciones oportunas.

Sólo entonces se supo que la caída de Sam Lowes en ese punto en la jornada anterior le produjo un fuerte dolor en el cuello, que de hecho le había impedido estar presente en el segundo día. Un hecho que, unido a las caídas de los dos pilotos de Suzuki, hacía cuestionar la seguridad de dicho punto.

Un punto que -según explicaban pilotos como Aleix Espargaró- no suele ser conflictivo, pero que desde ayer patinaba más de lo esperado, probablemente por la acumulación de goma en la línea blanca. El problema es que, al no estar concebido como un punto peligroso, el muro estaba demasiado cerca, y la protección de neumáticos pasaba a ser insuficiente.

Trabajando a toda máquina, se consolidó la protección con un colchón de espuma, y el propio Loris Capirossi se encargó de confirmar que para 2017 se reforzará la seguridad en dicho punto, a buen seguro con un air fence.

Al final, todo quedó en varios sustos y, por fortuna, se podrá proceder a apuntalar la zona para evitar situaciones desagradables en el futuro.