Un circuito eléctrico se define como la unión de dos o más elementos que permiten circular la corriente eléctrica, facilitando el flujo de electricidad al mismo tiempo. Por su parte, las MotoE son motos eléctricas dando vueltas en un circuito. La categoría fue creada en 2019 en el marco de MotoGP y dotada de estatus de Campeonato del Mundo el pasado 2023.
Curiosamente, la mayoría de pilotos que han competido en dicha categoría la han visto como un punto de paso, una especie de escaparate rumbo a otras categorías. Un claro ejemplo es el de Héctor Garzó, que disputó la edición inaugural con el Tech3, la marca con la que ya disputaba el Europeo de Moto2 y con la que había debutado en el Mundial.
Aquel curso, mientras era subcampeón continental, terminó cuarto en la copa eléctrica tras sumar tres podios en seis carreras y, como guinda, ganó las tres carreras que disputó en el Campeonato de España de Supersport. Todo eso le abrió la puerta que había estado esperando: la de disputar el Mundial de Moto2 en un gran equipo como el de Sito Pons.
Fue en el extraño 2020 y su temporada resultó realmente irregular, terminando en un discreto 16º puesto. Eso sí, se dio el gustazo de subir al podio en Valencia. El problema es que su segunda temporada no fue mejor, sino al revés, y se quedó sin sitio en parrilla. Así que volvió al último sitio donde le había ido bien: MotoE con el Tech3.
Lo que pasó es que, mientras él se había ido dos años, sus viejos rivales habían progresado. Podría decirse que había perdido la chispa con la Energica, y terminó el año sin un solo podio. Aun así, recibió la oferta del IntactGP para llevar la flamante Ducati V21L y, ahí, con todos partiendo de cero, regresó a posiciones de cabeza.
Por fin consiguió su primera victoria y la acompañó con varios podios más para terminar cuarto y, sobre todo, volver a sentirse candidato al título de cara a un 2024 en el que, tras dos podios en Portugal, su temporada parecía truncarse con dos ceros en Le Mans. Tampoco se arrugó por ello y siguió centrado en ir carrera a carrera, ronda a ronda.
Tras hacer dos top 5 en Catalunya regresó al podio en Mugello antes de iniciar una racha memorable que le llevaría a lo alto de la clasificación general: cuatro victorias y pleno de podios en las seis siguientes carreras, incluido un doblete en Sachsenring. Todo eso le permitió llegar a la cita final de Misano con el título prácticamente bajo el brazo.
Le bastó la primera carrera para proclamarse campeón del mundo, título que defenderá en 2025. Y, como el cierre de un circuito de potencia es el proceso que posibilita el establecimiento o conexión de un circuito para establecer el flujo de corriente; se puede considerar que, aunque siga mirando a Moto2, Garzó se ha dejado fluir y ha cerrado su propio circuito en MotoE.
