Cínico y cascarrabias, al Doctor Gregory House se le consentían todo tipo de agresivos exabruptos e hirientes comentarios por una sola razón: era el mejor en lo suyo. Se negaba a pasar consulta y, para aceptar a un paciente, tenía que reunir dos condiciones: presentar un estado muy grave o potencialmente muy grave, y que el diagnóstico suponga un auténtico desafío clínico.
Si el Dr. House fuese médico de motos, Honda MotoGP sería su paciente ideal ahora mismo.
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“La situación es muy grave”, aseguraba hoy Alberto Puig. “Es límite, tenemos que tener un piloto para Valencia, para el test”, incide el español, que reconoce que “hay pocas opciones” e insiste en que “es complicado de narices”.
Tic-tac.
El capítulo se acaba y la cuenta atrás está en marcha.
El día 28 es el test del Ricardo Tormo, en el que los pilotos probarán los prototipos de cara a la temporada que viene antes del parón invernal, donde serán las fábricas las que tendrán que trabajar con los datos recopilados para poder llevar piezas nuevas al test de Sepang que abrirá la pretemporada 2024.
Y el Repsol Honda está sin compañero para Joan Mir.
Las medicinas convencionales no están funcionando. Los grandes pilotos de la categoría están blindados a través de contratos con las otras fábricas, y hay que buscar tratamientos alternativos.
Como hacía House cuando mandaba a sus pupilos a rastrear la casa del paciente, Alberto Puig reconocen estar peinando el mercado de forma concienzuda tratando de encontrar una solución.
El problema es que las opciones que parecen tener ahora mismo no terminan de convencerles. Fabio Di Giannantonio es una, claro está. Pero, asegura Puig, que hay otras.
Una de ellas es Pol Espargaró, que ya estuvo en Honda y el año que viene no será piloto titular en KTM... pero parece haber declinado amablemente la oferta. “Tengo muy buena relación con Alberto. Se encuentra en una situación muy complicada”, aseguraba el de Granollers.
Han sonado también nombres como Miguel Oliveira, Luca Marini o hasta Maverick Viñales. Todos ellos inviables, claro.
Alberto Puig va a tener que convertirse en el Doctor House para dar con la tecla y poder establecer el diagnóstico que cure de una vez por todas a Honda. Tiene tan solo 18 días.
¿Podría estar la solución en Moto2? Es imposible de saber, pero un nombre ha sonado con fuerza en las últimas semanas: el del murciano Fermín Aldeguer, sin duda uno de los talentos más superlativos del motociclismo actual y que con apenas 18 años ha demostrado tener un don innato.
Evidentemente sería una apuesta arriesgada, pero el Doctor House salvó más de una vida poniéndose a todo su equipo en contra por querer asumir más riesgo del que aconsejaría cualquier libro de medicina.
Puig lo niega: “No hemos mirado en otras categorías”, afirma contundente, volviéndose todavía más tajante cuando sale el nombre de Fermín Aldeguer: “Nunca nadie de Honda le ha llamado”, sentenciaba el mánager. Eso sí, después de que el propio piloto cerrase la puerta sin tan siquiera mencionar a Honda al decir que “no es el momento ni la oportunidad adecuada”.
Con la incertidumbre al máximo a la espera de una resolución a contrarreloj cuando la tensión ya sea máxima -como en todo buen capítulo de House que se precie-, se pueden asegurar dos cosas: la primera es que toda esta historia hubiese resultado tan inverosímil hace poco que cualquiera hubiese pensado que se trata de una serie de ficción.
La segunda es que alguien miente. Pero, al fin y al cabo, la frase más emblemática del Doctor Gregory House dice así: "He aquí un axioma de la condición humana: todo el mundo miente. La única variable es sobre qué".
