Los huecos de Marc Márquez

Espacios, intervalos, vacantes o aberturas. La clave siempre está en los huecos.

Marc Márquez en Misano (Fotos: Gold & Goose).
Marc Márquez en Misano (Fotos: Gold & Goose).

La diferencia entre una sesión de clasificación y una carrera está en los huecos y en cómo aprovecharlos a expensas de variar la trazada más rápida.

De entre las once acepciones de ‘hueco’ del diccionario de la Real Academia Española, en las siete primeras aparece como adjetivo, siendo la primera de ellas algo “que tiene vacío el interior". La octava acepción, la primera de las cuatro que lo definen como sustantivo, habla del “espacio vacío en el interior de algo".

Hasta 13 vueltas lideró Marc Márquez en el Red Bull Ring, una cifra que se elevó hasta las 18 en Silverstone. Pero en ambas dejó un espacio vacío en el interior de su trayectoria. Andrea Dovizioso se coló allí en Austria y Álex Rins hizo lo mismo en Gran Bretaña. Solo necesitaron un hueco.

En Misano, Márquez solamente pasó una vez primero por meta: la única que importa, la que tiene una bandera ajedrezada esperando. La carrera del de Cervera en San Marino empezó dos carreras antes, cuando Dovi le birló la victoria in extremis. Con Rins repitió la estrategia, pensando que sí surtiría efecto. No podía haber una tercera derrota; al menos no de la misma forma.

Analizó durante vueltas todos los huecos en los que podría realizar el adelantamiento en la última vuelta, eligiendo varias alternativas: de hecho, en el giro final necesitó dos intentos. Y, por encima de buscar el hueco por el que pasar, necesitaba saber cuál era el hueco que debía cerrar y cómo hacerlo. El cuál era claro: la curva 14. ¿El cómo? Mirando el diccionario: no dejar espacio vacío en el interior de algo.

Un planteamiento meticuloso que rubricó con una ejecución sin fisuras, lanzándose al interior desde la frenada, sacrificando el dibujo de la curva para detener la moto en el ápice. Con el hueco cerrado, Quartararo tuvo que frenar al llegar al ápice, perdiendo la velocidad. Maniobra perfecta de Márquez, que abrió hueco al salir de la curva para certificar otra victoria. Una más este curso, una menos para el título, una especial por lo sucedido en las dos carreras anteriores.

Precisamente por eso pasó toda la carrera a la estela del benjamín de la categoría, con la motivación añadida de saber que tendrán que verse las caras en más de una ocasión en un futuro nada lejano. La segunda acepción del sustantivo ‘hueco’ refiere a un “intervalo de tiempo o lugar". En ese sentido, Márquez tenía que demostrar a todo el mundo que, por mucho que Quartararo haya sido el último en recibir el sambenito de anti-Márquez, el hueco entre ambos todavía es grande, aunque en Misano el francés lo viese más pequeño que nunca.

Los huecos de Marc Márquez

Marc Márquez delante de Fabio Quartararo en la última vuelta de Misano.

A diferencia del hueco con Quartararo, si hay un hueco –todavía en la acepción del intervalo- que no deja de crecer y crecer es el que separa a Márquez del resto en la clasificación general. De 93 puntos exactos con Dovizioso, doloroso. Más de cien sobre todos los demás, abrumador. Con 150 en juego, insalvable.

La penúltima acepción de ‘hueco’ lo define como “empleo o puesto vacante". Según eso si hay un hueco clarísimo en el panorama actual de MotoGP, y es el de rival de Márquez. Jorge Lorenzo lo dejó vacante cuando salió por última vez del box de Yamaha, y aunque se postuló para volver a llenarlo en Ducati, a día de hoy sigue vacante.

Lo que no está vacante es el número uno de las diferentes clasificaciones históricas del motociclismo, pero Márquez está empeñado en ir haciéndose su propio hueco en todas y cada una de ellas. Con su victoria en Misano dejó atrás las 76 victorias totales de Mike Hailwood y los 88 podios en categoría reina de Giacomo Agostini. Ya está entre los seis mejores de la historia en todos los ránkings, tanto los absolutos como los de la propia categoría reina.

Esto entronca con la última acepción de ‘hueco’, que lo define como la “abertura en un muro para servir de puerta, ventana, chimenea…". Si en algo se ha especializado Márquez desde que llegó al Campeonato del Mundo es en ver -y aprovechar- huecos donde los demás apenas atisban pequeñas rendijas.

Una característica del piloto español que, si bien le ha granjeado un buen número de polémicas y acciones controvertidas –polarizando así la opinión pública respecto a su figura-; también es lo mismo que le ha llevado en numerosas ocasiones a marcar las diferencias respecto a sus rivales hasta ser, más allá de toda duda razonable, el mejor piloto del momento.

Colándose por la más mínima abertura hasta encontrar el espacio vacío que le permita meter la moto, Marc Márquez ha ido incrementando el intervalo entre él y los demás hasta dejar vacante el puesto de aspirante a destronarle. Algún día eso cambiará, pero por ahora Márquez es claramente el dueño de los huecos de MotoGP, sean espacios, intervalos, vacantes o aberturas.