El español Jordi Torres tendrá una temporada entretenida el próximo 2020, donde además de continuar un año más con la Kawasaki del Pedercini Racing Team en el Campeonato del Mundo de Superbike, llevará una de las Energica Ego Corsa de la Copa del Mundo FIM de MotoE tras firmar con el Pons Racing.
El piloto catalán cubrirá la vacante dejada por su compatriota Sete Gibernau, que acudió a la llamada de Sito Pons y salió de su retiro para formar parte del primer año de historia de la categoría eléctrica. Cumplido ese objetivo, el doble subcampeón mundial de MotoGP volvió a colgar el casco para liderar un congreso mundial sobre ecomovilidad que implicará a la industria, las instituciones y las ciudades.
Sin Gibernau, el bicampeón del mundo de 250cc ha elegido al experimentado Torres, con dilatada experiencia en el paddock mundialista, sobre todo en Moto2, categoría en la que se proclamó campeón de España en 2011 y 2012; y en la que ya había debutado en el Mundial en el Gran Premio de Catalunya de 2010.
Pese a que disputó la segunda parte de temporada tanto en 2011 como en 2012 –reemplazando a Xavi Forés y Toni Elías respectivamente-, no consiguió disputar su primer año mundialista completo en 2013 de la mano del Aspar Team. Con la Suter logró su primera victoria en Sachsenring y un total de tres podios para finalizar el curso en décima posición, pero en 2014 el chasis helvético dio muchos problemas y tuvo un año más bien discreto.
El Aspar Team se fue de la categoría intermedia y Torres puso rumbo a Superbike, aceptando la oferta de Aprilia y volviendo a un paddock por el que ya había pasado haciendo cuatro wild cards: dos en Supersport en 2006 y otros dos en Superstock 1000: uno en 2007 y otro en 2008.
Su año de rookie en Superbike fue fantástico: con la RSV4 RF acabó la temporada en quinta posición y como mejor debutante, una temporada que coronó en Qatar llevándose su primera (y por ahora única) victoria para un total de cuatro podios y hasta once carreras en el top 5. Sin embargo, Aprilia decidió irse del Mundial de Superbike y, como le sucediera el año anterior, se quedó sin moto.
Encontró acomodo en el Althea Racing para pilotar una BMW privada, pero poco pudo hacer frente a los pilotos de fábrica. Pese a que no pudo llevar la S 1000 RR hasta el cajón, cuajó dos buenas temporadas: en 2016 hizo gala de una gran regularidad para finalizar sexto, mientras que en 2017 pagó la falta de desarrollo de la montura y solamente pudo ser noveno.
Para 2018 le llegó una oportunidad de ser piloto de fábrica, pero en MV Agusta. La 1000 F4 no se mostró realmente competitiva y, pese a que el piloto de Rubí la metió en el top ten en numerosas ocasiones, no dudó en cambiar de aires cuando le llegó la oportunidad de debutar en MotoGP sustituyendo al lesionado Tito Rabat en el último tercio de temporada con la Ducati Desmosedici GP16 de Xavier Simeon (que cogió la moto de Rabat), logrando un punto en Valencia.
La oportunidad no tuvo continuidad para 2019 y regresó a Superbike para correr con la Kawasaki del Pedercini Racing Team, donde con un material muy lejano al de los pilotos de fábrica ha hecho una temporada notable en la que ha peleado hasta el final por acabar en el top ten, siendo finalmente undécimo y ganándose la renovación para el próximo 2020, donde pasará de estar solo en el box del equipo italiano a tener a Lorenzo Savadori como compañero.
Un 2020 en el que no tendrá que elegir paddock, ya que viajará entre uno y otro tras firmar por el Join Contract Pons 40. “Formar parte de este gran proyecto y en esta categoría donde se utiliza como propulsión lo que se prevé como la tecnología del futuro es un orgullo y una satisfacción. Creo que llega en un punto de mi carrera en el que me siento bastante maduro y más preparado que nunca", subraya Jordi Torres, agradecido por la oportunidad de recalar en un equipo tan sólido con el que dirige Sito Pons.
“Tengo muchas ganas y siento emoción por empezar esta nueva aventura. Hacerlo con un equipo como el de Sito Pons, que es de los más punteros del mundial, tanto por sus logros del pasado como los del presente, es casi un sueño hecho realidad. Quiero agradecerle esta oportunidad y por mi parte daré todo lo que tenga para ofrecer un gran espectáculo. Sé que voy a tener todas las herramientas para luchar por el máximo y espero estar a la altura de este reto", promete el piloto de 32 años, ansioso por ver todas las novedades que le esperan:
“Los neumáticos, la entrega de potencia, todo va a ser nuevo y seguro que va a ser muy electrificante. Voy a tener que adaptarme lo más rápido posible y poder dar lo mejor de mí. Quiero hacerlo bien y seguro que me va a aportar mucho en mi carrera deportiva. Poder formar parte de la evolución de estas motos es un honor y ya tengo ganas de conocer al equipo, subirme a la moto y empezar a trabajar para dar el 100%", concluye.
Por su parte, el director del equipo, Sito Pons, también ha mostrado sus impresiones sobre su nuevo piloto, dejando en claro que el objetivo es el título: “Me satisface anunciar la incorporación de Jordi Torres al Join Contract Pons 40, nuestro equipo de MotoE. Tras un primer año que nos ha servido para entender la moto y el Campeonato, en que todo era nuevo, con Jordi abrimos una nueva etapa y afrontamos el reto de luchar por ganar la Copa del Mundo de MotoE", apunta, resaltando los éxitos conseguidos por Torres en diferentes categorías:
“Como piloto, ha disputado con éxito el mundial de Moto2 y el Mundial de WorldSBK, siendo capaz de ganar en las dos categorías, y eso le otorga un grado de madurez, experiencia y velocidad necesarios para tratar de luchar por ser Campeón del Mundo de MotoE. El equipo, junto a nuestros partners, le daremos las herramientas necesarias para que podamos pelear por ello. Bienvenido al equipo Jordi y gracias a nuestros partners que confían una vez más en nuestro proyecto. Juntos nos espera una temporada apasionante, y estoy seguro que llena de éxitos", augura.