Puede que las carreras de Assen no fuesen las más espectaculares de la temporada, pero hubo muchas cosas de las que se debería estar hablando. Pilotos que se regalaron un gran resultado para irse de vacaciones con una sonrisa de oreja a oreja, otros que consolidaron una buena primera parte de curso y algunos otros que tendrán que esperar cinco semanas para resarcirse.
Por ejemplo, hablar de que Jaume Masià puso la guinda a una sólida temporada con su primer triunfo del año, metiendo su Honda entre un mar de KTM. De que Ayumu Sasaki perdió el triunfo en la última curva por segunda vez en siete días, o de cómo Deniz Oncu se ha enganchado al tren del título con tres podios en 15 días.

Evidentemente, habría que hablar del esperadísimo primer triunfo de Jake Dixon tras una colección interminable de terceros puestos; del retorno al cajón de Ai Ogura después de meses de calvario y de cómo Pedro Acosta ha madurado al punto de salvar con un podio un fin de semana algo complicado, lo que le permite irse de vacaciones mucho más cerca del liderato.
Y, por supuesto, de la firmeza de Pecco Bagnaia, que ha aparcado los titubeos logrando la que posiblemente sea su mejor victoria del curso, al conseguir doblegar al siempre correoso y esta vez crecido Marco Bezzecchi, que claudicó en carrera tras ganarle el Sprint. Y claro, habría que comentar los balsámicos podios de Fabio Quartararo en sábado y Aleix Espargaró en domingo.

Pero no. De lo que más se habla no es de los pilotos que coparon los podios. Tampoco del mal día de Dani Holgado o el regular de Tony Arbolino. Por supuesto, no se comenta el fantástico doblete de Matteo Ferrari ante Jordi Torres en MotoE. Ni siquiera el tema de conversación es la ausencia de Marc Márquez, que llegó tocado y salió hundido.
Las palabras más repetidas en las horas posteriores al gran premio son ‘long lap’ o ‘Panel de Comisarios FIM MotoGP’. Por desgracia, los lunes tras el Mundial están empezando a parecerse demasiado a los del fútbol tras la jornada de liga, con la moviola desplazando a los goles del eje central del resumen. Sería conveniente cortar esta deriva de raíz.

El problema es legislativo y judicial. Los comisarios son los que se llevan todos los palos, bastantes de ellos con razón por decisiones arbitrarias, incongruentes y, en muchas ocasiones, injustas. Como ejemplo: la long lap a Fermín Aldeguer por cortar la chicane cuando se vio obligado por una maniobra de Acosta, que luego se libro de repetir su castigo pese a su dudoso cumplimiento.
El otro problema son las leyes, que castigan con la pérdida de una posición por rozar el verde en el giro final (le pasó al pobre Brad Binder) sin especificar cuán pegado tiene que estar el piloto de detrás para consumar esa pérdida. MotoGP merece una long lap penalty: el reglamento está verde. Tienen cinco semanas para darle una vuelta. Larga, claro.