Márquez, Morbidelli y Mir, un brindis de campeonato

Cartel de lujo en el evento de Estrella Galicia 0,0 que juntó en Madrid a los tres campeones del mundo de 2017.

Chechu Lázaro

Márquez, Morbidelli y Mir, un brindis de campeonato
Márquez, Morbidelli y Mir, un brindis de campeonato

‘Exageradamente buena’ es el lema de la cerveza Estrella Galicia, y que definiría a la perfección el evento que ha tenido lugar este mediodía en Madrid. Pocas marcas pueden presumir de patrocinar a los tres campeones del mundo: Marc Márquez, Franco Morbidelli y Joan Mir, tres pilotos exageradamente buenos.

La marca cervecera lleva varios años implicado en el mundo del motor, patrocinando a varios campeones del mundo, pero también apoyando a la cantera, como demuestra su alianza con Marc VDS en MotoGP y Moto2, y con Monlau Repsol Technical School en Moto3, FIM CEV y Campeonato de España. Es lo que en Estrella Galicia llaman la ‘Pirámide’, que abarca desde la base al a la cúspide del motociclismo.

“El mundo del motor expresa muchos de los valores con los que Hijos de Rivera S.A.U. ha crecido y se ha desarrollado como compañía. Es lo mismo que estos grandes pilotos representan en cuanto a esfuerzo, ambición, superación en el día a día. Estrella Galicia 0,0 ha sido capaz de crear a su alrededor una familia que les ayude, porque hoy estamos reunidos con estos tres campeones pero detrás de cada uno hay un equipo que está ayudando constantemente a que alcancen sus metas. Desde nuestra humildad intentamos ayudar a forjar pilotos que un día serán campeones del mundo, pasando por todos los niveles que ello implica”, explicaba durante el acto el CMO de Hijos de Rivera, José Cabanas.

El “sueño más caprichoso” de Marc Márquez

Ha sido sin duda la estrella de la presentación y el que ha acaparado más atención. Como decía el propio Márquez, “celebrando el título hasta el 31 de diciembre, después ya pensaremos en 2018”. Y a pesar de la desconexión y de que a partir de ahora se tomará unas vacaciones, el contacto con la fábrica existe. “Hace dos semanas estuve en Japón. Nos volvimos a reunir para ver qué habían visto. Tengo el teléfono de un par de ingenieros y pregunto. La primera impresión, en Valencia, fue bastante buena. Pero tenemos que esperar en circuitos donde se nos atraganta un poco más. En Valencia siempre he ido rápido y se me ha dado bien. A ver si podemos ganar un poco de estabilidad, de aceleración. Esto también nos va a compensar en el futuro”.

A pesar de que los primeros test en Valencia fueron bastante satisfactorios, aunque el campeón del mundo prefiere tener los pies en el suelo. “Parece que mejor que otros años porque en Valencia fui primero, pero lo hice con la moto vieja. Sí que noté que el motor iba algo mejor, pero estaba puesto en un chasis completamente diferente. A veces, cuando una fábrica tiene tantas ganas de mejorar, de traer cosas, luego cuesta más. Lleva más tiempo ver qué va mal que qué va bien. Este error lo cometimos en 2015. Les he pedido un poco de calma, que aunque tengamos problemas, vale más solucionarlos uno por uno que no intentar todos de golpe y confundirnos. En Malasia intentaremos dar un paso hacia atrás para entender dónde tenemos que mejorar, en qué dirección”.

También habló de los supuestos problemas de Yamaha con el prototipo de 2018. “Es pronto para decirlo. Están trabajando en Japón y al final estarán allí. Tienen dos grandes pilotos y una fábrica que ha ganado muchos títulos. Igual que Ducati, que les pude ver en Jerez e iban muy finos”.

2018 será una temporada de mucho movimiento en los despachos. Márquez es consciente de ello, y de que se hablará mucho de su renovación. “No hay secretos. Todo el mundo prefiere esperar a cómo va la moto, cada fábrica, a ver dónde están los pilotos, cómo te sientes tú con tu equipo. Yo siempre me he sentido muy bien valorado en Honda, muy cómodo, pero aún no se ha hablado nada. Tienes que escoger el mejor camino para ti”.

Y a raíz de este asunto, se le preguntó a Márquez que si se veía campeón de MotoGP con otra marca. “Desde pequeñito mi ilusión era estar en la fábrica más potente del mundo. Y es Honda. Estoy viviendo en mi sueño y de momento, con 24 años, no tengo que buscar otras motivaciones. ¿Más adelante? Nunca puedes decir de esta agua no beberé o nunca iré aquí. Nunca se sabe, pero con 24 años no me faltan motivaciones. Cuando se cambia de una marca es porque en ese momento lo necesitas. O porque crees que es lo mejor. O porque necesitas una motivación, un estímulo y, de momento, mi cuerpo no lo necesita”.

Y hablando de sueños, después de haber ganado todo, todavía hay uno que le que por cumplir.Poder competir algún día contra mi hermano en MotoGP. Ese sería mi sueño más caprichoso. Y si nos jugáramos la victoria en la última curva, está claro que no le trataría igual que a los otros, pero mejor que quede para el mayor…”.

La presión de ser el nuevo Rossi

Sobre Franco Morbidelli, Márquez decía que cuando le vio pilotar en el test de Jerez, “tenía la trazada de serie”. Para el italiano su salto de Moto2 a MotoGP será casi como una evolución lógica, porque se mantiene en la misma estructura del EG 0,0 Marc VDS. “Llegar ya conociendo a la gente, el equipo, es menos shock. Mis dos primeros test con la MotoGP fueron muy buenos, y fui mejorando poco a poco”.

No se ha querido mojar sobre sus objetivos en 2018, “Aprender a pilotar la MotoGP y aprender de los grandes de la categoría. Luego, prepararse bien para las primeras carreras. Es el primer año y durante el Mundial hay que ir a mejor. Sinceramente, no sé cuál va a ser mi resultado, te lo diré después de cuatro o cinco carreras”.

Morbidelli confesó que en su país le repiten mucho que es el nuevo Rossi, ya que Italia no celebraba un título desde el último de Valentino. El campeón del mundo de Moto2 lo asume con naturalidad. “Es una presión más. Una de las muchas presiones que un piloto del Mundial tiene. Hay que aguantarla, vivir con ella. Creo que es como en España, Marc Márquez hay uno. En Italia, Rossi hay uno. Es imposible ser como ellos. Voy a intentar hacer mi historia”.

Con Valentino Rossi coincidirá en la pista y por primera vez serán rivales, así que no espera consejos por su parte. “Conozco a Vale desde que tenía 13 años. Me ha enseñado mucho hasta ahora. Ahora vamos a ser rivales y me dejará ir solo. Soy yo el que tengo que aprender por mi cuenta. No creo que vaya a ser él quien me explique, como hacía antes. Es normal. Yo haría lo mismo”.

Joan Mir y la Moto2, “un amor a primera vista”

Igual que a Morbidelli le comparan con Rossi, ya se ha escuchado alguna voz que habla de Joan Mir como el nuevo Márquez, algo que no afecta al balear: “Es una buena señal que la gente diga esto, pero la clave es no creérselo. Si te lo crees y dejas de trabajar, es cuando realmente no salen las cosas. De momento vamos por el buen camino”.

Como ya nos contaba cuando visitó la redacción de MOTOCICLISMO hace un par de semanas, la Moto2 se adapta mucho mejor a sus características. “La Moto3 ya me quedaba un poco pequeña. La primera toma de contacto con la Moto2 fue como un amor a primera vista. Me lo pasé genial los cuatro días de test me lo pasé en grande. Tengo muchas ganas de volver a subirme a la moto pero también quiero un tiempo de desconexión en casa”.

Sobre sus objetivos de 2017, se mojaba un poco más que Morbidelli, pero tampoco tanto. “Quiero disfrutar, es lo más importante. Me gustaría luchar por estar delante lo antes posible. No me gusta estar detrás. En mi primer año en Moto3 me ofuscaba al no verme delante. Es algo que necesito para motivarme. Así que el objetivo será luchar por estar delante desde las primeras carreras”.

Y sobre si prefería estar ganar Moto2 en 2018 o subir a MotoGP, tampoco dudó. “Siempre he querido estar en MotoGP. Pero sé que si se gana en Moto2, subiría a MotoGP, así que elijo ganar Moto2”.