Ha fallecido a los 90 años de edad el mito italiano Carlo Ubbiali, leyenda de MotoGP tras proclamarse nueve veces campeón del mundo de motociclismo, solo por detrás de los 15 de Giacomo Agostini y los 13 de Ángel Nieto. Ubbiali cinceló su leyenda en las dos categorías pequeñas de los comienzos del Campeonato del Mundo: 125cc y 250cc.
Nacido en 1929 en la ciudad italiana de Bérgamo, a los 16 años ya se impuso junto a sus hermanos Franco y Maurizio en la Copa de Bérgamo. Un triunfo con un trágico final, ya que cuando volvían de celebrarlo dos amigos fallecieron en un accidente. Un año más tarde venció el Gran Premio de los Muros de Bérgamo con una DKW 125, pero fue descalificado al descubrirse que no tenía 18 años.
En 1948 acudió a la Feria de Milán en condición de mecánico del concesionario de MV Agusta de su padre, y la casualidad le hizo tener que sustituir a un piloto lesionado. La segunda posición tras Nello Pagani gustó en la marca, que le llevó a Monza, donde repitió plaza.
Al año siguiente le siguieron llevando a carreras, haciéndose con una medalla de oro en los Seis Días de Gales y debutando en la temporada inaugural del Mundial, siempre en la categoría de 125cc: debutó en Suiza con una cuarta posición por detrás de dos FB Mondial y dos Morini; y en su segunda carrera, en Assen, fue tercero en el que fue el primer podio mundialista de la historia de MV Agusta.
Ubbiali creía que su rendimiento merecía más compromiso de la marca, y ante la negativa optó por irse a FB Mondial. Allí lograría su primera victoria en la carrera del Ulster GP, donde solo participaron los tres pilotos de la marca: Ubbiali se impuso a Bruno Ruffo tras el abandono de Gianni Leoni: desde entonces se decidió que para que una carrera contase para el Mundial tenía que tener mínimo seis participantes. A Ubbiali no le serviría el segundo puesto en Monza: el título fue para Ruffo y tuvo que conformarse con compartir el subcampeonato con Leoni.
Su primer título llegaría en 1951: tras ser segundo en Montjuic tras Guido Leoni y en la Isla de Man tras Cromie McCandless se complicó al no terminar en Assen por problemas de motor. Empataba a puntos con Gianni Leoni, pero en el Ulster GP, Leoni falleció en un accidente en una carrera que no computó al tener solo cuatro participantes. Eso dejaba el título abierto para Ubbiali en Monza, pero tenía que puntuar: de no hacerlo, Leoni sería campeón póstumo al tener una victoria. Ubbiali no falló y ganó con gran contundencia para proclamarse campeón.
No pudo revalidar el título en 1952, donde no pudo llevarse una sola victoria, terminando subcampeón con cuatro segundos puestos, por detrás del británico Cecil Sandford, que conquistaba el primer título mundial de MV Agusta, marca a la que volvió en 1953 tras tres años en Mondial.
Con la MV recuperó la senda de la victoria en Schotten, acabando el año tercero muy lejos de Werner Haas, que dominó con la NSU con la que Rupert Hollaus arrasó en 1954, donde Ubbiali fue subcampeón sin ninguna victoria.
Su racha gloriosa comenzó en 1955: en 125cc solo se le escapó la primera carrera en Montjuic, donde acabó tercero. Desde ahí se llevó el triunfo en las cinco carreras restantes para ser campeón con contundencia, dándose el gustazo de ganar también la carrera de 250cc en la cita final de Monza, en el que era su debut en la categoría. Un éxito que hizo que, desde entonces, compaginase ambas categorías según la política del conde Agusta, que dividía a sus pilotos por altura: unos corrían las dos cilindradas grandes, y los otros las pequeñas.
La doble apuesta por Ubbiali fue un éxito inmediato, ya que en 1956 se hizo con los dos títulos mundiales de forma abrumadora: en 125cc consiguió cinco victorias y un segundo puesto en seis carreras; y en 250cc también ganó cinco veces en seis carreras. Al año siguiente comenzó con un nuevo doblete en Hockenheim y fue segundo en el TT de la Isla de Man de 125cc, pero en Assen sufrió un gripaje del motor y sufrió quemaduras severas, diciendo adiós a la temporada. Eso sí, pudo volver en la cita final en Monza para ganar en 125cc, lo que le valió para ser subcampeón tras Tarquinio Provini.
En 1958 tuvo una de cal y una de arena: mientras en 125cc conseguía recuperar el título (el cuarto en la categoría y quinto en el global) con cuatro victorias para imponerse a Alberto Gandossi y su Ducati; en 250 no podía con Provini y cerraba el año en la tercera posición final.
Su ‘vendetta’ ante Provini –convertido ya en su gran rival- llegaría en 1959, donde volvería a hacerse con los dos títulos: revalidó el de 125cc por ocho puntos tras lograr tres victorias; y en 250cc lo recuperó tres años después duplicando en puntos a Provini con dos victorias y tres segundos puestos en tres carreras, haciendo gala de una enorme regularidad que le llevaba a convertirse en el primer heptacampeón del mundo, superando los seis títulos del británico Geoff Duke.
No se quedaría ahí: en 1960 revalidaba los dos títulos, arrasando tanto en 125cc, con cuatro victorias y un tercer puesto en cinco carreras; como en 250cc con cuatro victorias y dos segundos en seis carreras; extendiendo su palmarés hasta los nueve títulos mundiales.
Con semejante palmarés y solo 30 años decidió colgar el casco, estableciendo un récord de títulos que solamente han conseguido batir Giacomo Agostini (15) y Ángel Nieto (13), siendo igualado por Mike Hailwood y Valentino Rossi.
Durante las doce temporadas que estuvo en el Mundial logró 39 victorias, 68 podios y 30 vueltas rápidas. En la categoría de 125cc consiguió 26 triunfos, siendo el segundo de todos los tiempos solo por detrás de los 62 de Nieto.
Con ocho títulos –tres con Mondial y cinco con MV Agusta-, también es el tercer piloto más laureado de la historia del Campionato Italiano Velocità, por detrás de los 16 de Agostini y los 11 de Provini. Ubbiali se llevó seis títulos de 125cc (1950, 1951, 1952, 1956, 1959 y 1960) y dos de 250cc (1956 y 1960)
Su palmarés se completa con victorias en otras grandes pruebas italianas como cuatro triunfos en la Mototemporada (en 1959 se llevó el doblete 250cc-125cc en Cesenatico, y en 1960 ganó en 250cc tanto en Cesenatico como en Imola); un triunfo en La Conchiglia d’Oro (250cc en 1960); cuatro en Modena (dobletes 250cc-125cc en 1956 y 1957); una victoria en Ferrara y otra en San Remo (ambas en 125cc en 1954); y una en Senigallia (250cc en 1956).