A prácticamente cualquier aficionado le encanta revisar los vídeos de aquellas carreras de 500cc 2 tiempos pero, ¿qué me decís de las 250cc? Su paso por curva, ya en la era de las MotoGP, conseguía igualar y hasta superar a los prototipos de 800 y 1000cc. Las velocidades que alcanzaban ya se volvían un tema serio, los pilotos llegaban ya con cierto nivel de madurez y eso producía unas carreras que no deberíamos olvidar. Con eso en mente, recuperamos hoy uno de los finales más apasionantes que vio la categoría del dos y medio allá por los años 90.
Viajamos hasta 1997, año en el que muchos recordaréis las bellísimas Aprilia RS en color negro que luego inspiraron también las RS125 de calle. En la parrilla de aquel año se veían nombres legendarios: Max Biaggi sobre una Honda, Olivier Jacque, Loris Capirossi, Tohru Ukawa, Jeremy McWilliams, Emilio Alzamora, Franco Battaini, Luis D’Antin, Sebastián Porto… La temporada había comenzado con una victoria de Max Biaggi seguida de la aparición de Daijiro Kato en Suzuka. Le siguieron victorias de Ralf Waldmann, Max, Jacque y Tetsuya Harada. Estos cuatro pilotos fueron lo protagonistas en la novena carrera de 1997, el Gran Premio de Alemania que se celebraba en el circuito de Nürburgring.
A las últimas dos vueltas llevaba el piloto galo del Honda Tech3 en cabeza, con Biaggi y Harada a su rebufo listos para atacar en el último giro. Incluso antes, el japonés tomaba las riendas de la carrera con una pasada por fuera antes de encarar la chicanee. Sin embargo, al final de la recta de meta Max y Olivier se metían por dentro de la Aprilia #31, momento que aprovechaba también Waldmann para adelantar y condenarla a la cuarta plaza. Max avanzaba hacia su tercera victoria de la temporada con el galo pegado a su colín mientras Harada y Waldmann quedaba algo rezagados.
Pero entonces llegó la locura del dos y medio. Jacque se lanzaba con todo a la chicanee, donde le había adelantado Tetsuya anteriormente, forzando una trazada errática para él y Biaggi. Harada, que lo vio por detrás, lejos de aminorar la marcha se lanzó con el cuchillo entre los dientes al único hueco posible para hacerse con el liderato. Tras la última curva cada uno de ellos tomaba la trazada que buenamente pudo… pero la victoria se iba al país del sol naciente por 93 milésimas y con los cuatro prácticamente acabando en la misma décima. El campeonato, por cierto, se terminó inclinando a favor de Biaggi con dos puntos por de ventaja sobre Waldmann y 15 sobre Harada.
Por último, os dejamos también con el audio en inglés con Toby Moody. ¿No os suena la voz del comentarista? ¡Con "yihaaa" final incluído!
