Cuando Pol Espargaró llegó a KTM, la marca austriaca era una mezcla de ilusión y dinero. Como un niño que llega a la sala de recreativas para probar la nueva máquina, la más difícil de todas. La que parece estar reservada a los más mayores. Dieron unas cuantas monedas al español y otras pocas a Bradley Smith para que empezasen a jugar.
En aquel 2017, consiguieron pasar rápidamente la primera fase: meterse en puntos. Tardaron casi medio año en superar la segunda: el top 10. Ese fue su tope durante año y medio, hasta que en un momento de inspiración fue Pol Espargaró el encargado de superar, de una tacada, las fases tres y cuatro (meterse en el top 5 y subir al podio) al acabar tercero en Valencia 2018.
Aquello fue casi un espejismo, ya que en todo el año siguiente no volvieron a pasar de la segunda fase: pese a que ficharon a Johann Zarco para ocupar el lugar de Smith, su mejor jugador seguía siendo Pol Espargaró. Más allá de la frustración de no poder volver a las fases superiores, superaba las dos primeras partida tras partida sin despeinarse.
Todo su trabajo, cimentado en un equipo de pruebas comandando por Dani Pedrosa, cristalizó por completo en este 2020. Aunque al final fueron Brad Binder y Miguel Oliveira los encargados de conquistar la fase cinco y llevarse la victoria parcial, de nuevo era el piloto de Granollers el que mostraba una mayor solidez un partida detrás de otra.
En tan solo cuatro años, Espargaró ha sido el encargado de llevar a KTM desde el comienzo hasta la pantalla final, donde aguarda el título de MotoGP. El objetivo por el que la marca de Mattighofen sigue haciendo caso a la pantalla de ‘Insert Coin’, y que por fin se puede atisbar en el horizonte.
Sin embargo, el catalán ya no echará más monedas en la partida de KTM. Antes de comenzar esta temporada decidió irse a Honda, un movimiento que en su día era perfectamente comprensible para un piloto que ya ronda la treintena: no podía negarse a la oferta del equipo ganador de seis de las siete últimas ediciones de MotoGP.
Ahora, la duda que se cierne en el ambiente es si se arrepiente, tras un año donde KTM ha acabado por delante de Honda en todo: victorias, podios y constructores. Pero lo cierto es que ya importa muy poco: en su día tomó la decisión más coherente y ya no se puede volver atrás. Ya solo importa lo que hay por delante, empezando por 2021.
Una nueva partida está a punto de comenzar y tanto Pol Espargaró como KTM parecen estar sobradamente preparados para llegar hasta la pantalla final y conseguir pasarse por primera vez el juego más grande que existe en el motociclismo, algo que ni uno ni otros han conseguido nunca. Eso sí, tras recorrer la parte más tortuosa del camino de la mano, afrontarán el último tramo por separado. Y solo puede quedar uno.
