El cuarteto de KTM para la temporada 2025 de MotoGP asusta. Con Brad Binder como puntal consolidado de la marca, el niño prodigio Pedro Acosta ascendido al equipo oficial y la llegada de dos talentos experimentados como Maverick Viñales y Enea Bastianini a la estructura del Tech3, KTM ha reunido al cuarto, quinto, sexto y séptimo clasificados de 2024.
PÓQUER DE ASES
Cuatro ases -todos con tratamiento de piloto de fábrica- que permiten a la marca austriaca soñar con absolutamente todo.
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As de corazones – Brad Binder
El sudafricano Brad Binder es el corazón de KTM: su fidelidad a la marca austriaca -donde lleva desde 2015 en Moto3- no tiene precedentes desde Dani Pedrosa y Honda. Ya por eso es normal que en Mattighofen estén enamorados de él, pero es que además sus resultados no dejan de avalarle: lleva cuatro años acabando entre los seis primeros, siempre como mejor KTM y, en los dos últimos, como mejor no Ducati.
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As de diamantes – Pedro Acosta
Como sucede con Binder, KTM ‘pescó’ a Pedro Acosta cuando era un diamante en bruto. Desde que ganó la MotoGP Rookies Cup en 2020. Un año después repitió título en el Mundial de Moto3 y, aunque bajo la marca Kalex, también conquistó Moto2 en 2023 con el equipo de los austriacos. Ahora, tras un año puliéndose con los colores de GasGas, le ha llegado la hora de brillar y de rayar el durísimo escudo enemigo.
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As de picas – Enea Bastianini
La pica de la baraja francesa también se considera una pala, símbolo del trabajo. A pico y pala lleva años el italiano Enea Bastianini, que tras conquistar Moto2 subió a MotoGP con la moto más desfasada de la parrilla y la llevó al podio, trepando en la escalera Ducati hasta vestirse de rojo. Allí las cosas no salieron según lo esperado, así que ha decidido dar un paso ‘atrás’ y volver a ponerse el mono de trabajo.
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As de tréboles – Maverick Viñales
KTM y el español Maverick Viñales han unido sus suertes tras años pensando que merecen mejores cartas que las que les ha tocado jugar. El catalán llega, además, tras convertirse en el primer piloto de la era MotoGP en ganar con cuatro marcas distintas; completando un particular trébol al que ahora quiere llevar más allá y hacer lo que no ha hecho ningún piloto en la historia: ponerle una cuarta hoja.

GIGANTES Y MOLINOS
Eso sí: tan temible es el cuarteto formado por KTM como enorme la dificultad de la quijotesca empresa a la que se enfrentan, con dos clases de enemigos muy diferenciados:
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Dos gigantes rojos
Desde el salto hacia delante que dieron en 2020, cuando estuvo en la lucha por el título de constructores (aunque gracias a la sanción a Yamaha), KTM se ha consolidado en la zona alta de MotoGP, hasta el punto de haber logrado el subcampeonato de constructores en las dos últimas temporadas.
Sin embargo, en ambas han estado lejísimos de optar a dicho título, ya que Ducati se ha paseado como ha querido desde entonces, sumiendo a KTM y Aprilia en un curioso limbo en el que, si bien pueden estar satisfechos de haber de haber dejado atrás a Yamaha y Honda, están a años/luz de la Desmosedici.
Para este 2025, ese enemigo se manifiesta especialmente en dos gigantes rojos: Pecco Bagnaia, que suma dos títulos y dos subcampeonatos en los cuatro últimos años sobre la Desmosedici; y Marc Márquez, que tras un fantástico primer año en Ducati da el salto al equipo oficial para agrandar todavía más su leyenda.
Habrá otras cuatro Desmosedici más en pista, pero el potencial mostrado por la RC16 y el nivel del póquer de ases de KTM llevan a pensar que les pueden plantar cara e incluso superarles, tal y como hicieron en 2024 Binder y Acosta con todas las GP23 excepto la del mayor de los Márquez. Los gigantes más temibles tienen nombres y apellidos: Pecco Bagnaia y Marc Márquez.

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Miles de millones de molinos
Esos gigantes, palpables y reales, no serán los únicos enemigos contra los que tendrán que luchar los pilotos de la marca austriaca, que durante el parón invernal ha sido noticia en múltiples ocasiones por su multimillonaria deuda, cifrada en torno a los 2.200 millones de euros.
Unos números mareantes que, pese a la insistencia de la firma en continuar con sus programas de carreras, han extendido un manto de duda tanto sobre su continuidad en MotoGP más allá de 2025 o 2026; como de su capacidad para implementar mejoras en la RC16 a lo largo del presente curso.
Unas mejoras que se antojan imprescindibles para luchar contra un Gigi Dall’Igna que ya ha deslizado que cuenta con varios ases escondidos bajo la manga para sacar durante la temporada si la partida se pone más tensa de lo esperado.
De ahí que, inevitablemente, los pilotos de KTM vayan a tener que luchar contra esos miles de millones de molinos que tendrán en la cabeza y que, de momento, es imposible saber si se materializarán en gigantes que acaben con el proyecto de KTM en MotoGP o si quedarán en simples productos de la imaginación colectiva y KTM consigue salir hacia delante manteniendo sus equipos en la categoría reina.