El Rancho de Rossi

En los últimos años se había hablado mucho de la pista que Rossi se había construido en Tavullia para entrenar, pero hasta ahora nadie que no fuera piloto había podido entrar. Nosotros estuvimo viendo al «Doctor» pilotar «di traverso».

Jose G. Maroto / Fotos: SKYVR46

El Rancho de Rossi
El Rancho de Rossi
Uno de los pilares del entrenamiento de Valentino Rossi siempre ha sido practicar «dirt track», desde que era un niño acompañaba a su padre a «la cava» una antigua cantera donde Graziano se entrenaba cuando no estaban trabajando los camiones. Pero hace unos años la cerraron y Valentino comenzó a idear su propio circuito de entrenamiento. Así nació el «Ranch», una pista de tierra donde Valentino se lo pasa como un niño llevando su moto «di traverso».  Desde su inauguración hace un par de años, el nueve veces campeón del mundo había sido muy celoso y nunca había abierto sus puertas a la prensa, pero con ocasión de la presentación del equipo que tendrá la próxima temporada en Moto3 patrocinado por Sky, Valentino abrió las puertas de su santuario, como lo definió su amigo «Albi». MOTOCICLISMO fue el único medio no italiano invitado.  «Este es el sitio donde entrenamos, en donde ha nacido la idea de la “academy”, y después también surgió la idea del equipo con Sky y así es como ha nacido esta aventura», nos decía Valentino tras bajarse de su Yamaha YZ450F modificada.
 

De «la cava» al «Ranch»

Antes de llegar al famoso «Ranch», Alberto Trevaldi, o «Albi» como todos le conocemos en el paddock, nos hizo una pequeña introducción de lo que nos íbamos a encontrar. «Lo que se hace en el “Rach” es algo que Vale ha practicado desde sus primeros años en 125, porque nació de la idea de Graziano Rossi, de entrenarse como los pilotos estadounidenses que iban muy fuerte y él pudo vivir en su propia piel. Todos venían del dirt track», nos decía Trevaldi, la mano derecha de Valentino en su imperio VR46, que va desde el merchandising de muchos pilotos del Mundial, hasta la gestión del equipo formado con el patrocinio de la televisión Sky. «Todos los pilotos estadounidenses y de otros países que han sido invitados al “Ranch” han salido encantados tras probar la pista, que es súper completa para formar el estilo de un piloto. Es un sitio único a nivel europeo y diría que en el mundo. Hasta ahora nunca había entrado la prensa, hoy hemos abierto nuestro santuario».
 
Cuando Graziano comenzó a entrenarse no disponía de este gran circuito, entonces lo hacían en «la cava», una cantera donde entre semana máquinas excavadoras y camiones extraían piedra y cuyos caminos aprovechaban, él y sus amigos de Tavullia para derrapar con sus motos los fines de semana. «Con el paso de los camiones el fondo del camino que iban dejando en “la cava” se volvía muy duro y era perfecto para rodar con la moto. Pero después la cerraron y ya no podíamos ir allí, por eso hemos creado este circuito para entrenar en invierno. Este era el sueño de Valentino y también el mío. Valentino y yo siempre hemos entrenado juntos. En la primera “cava” recuerdo que Valentino tenía 5 años y venía con un kart que tenía con chasis de uno de 50 cc, pero con motor de 100 cc y ruedas de tierra. Entonces ya aprendió a ir de lado derrapando», nos decía Graziano con una sonrisa orgulloso de su creación. «El objetivo es jugar, porque jugando es como mejor entrenas. En su día los norteamericanos nos demostraron que llevar la moto al límite de adherencia y derrapando marcaba las diferencias, cuando coges la medida justa del contramanillar, tienes una gran ventaja, aunque ahora con la electrónica no sea tan necesaria... Pero sobre todo te entrenas físicamente y te diviertes, eso es lo más importante. Yo también me monto en la moto de vez en cuando, pero solo en verano que hace más calor».
 

El salto de Peoria

El circuito tiene una cuerda de 2,5 kilómetros de largo y 12 de ancho, pero dentro cuenta con dos óvalos de «dirt track» de milla y media milla, aunque como más lo utilizan es para practicar lo que en Estados Unidos se conoce como «TT», una pista mixta en la que hay curvas para los dos lados y con subidas y bajadas.  Por eso las motos no son cien por cien de «dirt track» y cuentan con freno delantero. «Graziano ha reinterpretado el “flat track” americano cambiando un poco las reglas», nos decía «Albi», quien también suele subirse a la moto para entrenar con Valentino y los chavales de la VR46 Riding Academy. «El fondo cuenta con 40 centímetros de piedra, luego tiene 8 centímetros de “lime stone” que es una mezcla de roca calcárea muy clara, que le da a la pista este color característico, pero sobre todo que no absorbe el agua, lo que nos permite rodar en invierno cuando llueve. Empezamos hace cuatro años trazando la pista y después siempre se ha ido mejorando. Ahora mismo estamos haciendo cambios, vamos a poner algún piano. Como siempre vemos los vídeos americanos estamos haciendo una réplica del salto de Peoria. Un salto que se hace en cuarta… Todo el circuito cuenta con canales de drenaje y el agua viene a un lago que hay en el centro. Este agua va muy bien en verano porque hay que regar mucho la pista para que no se levante polvo. Es una pista rápida, la entrada desde el óvalo es una curva que se hace en cuarta y hemos cogido la velocidad con un rádar y se llega entre 120 y 130 km/h derrapando».
 
Se ha mantenido la casa rústica que había en la finca cuyas estancias sirven para guardar los monos, cascos y demás, y también como punto de reunión para comer entre amigos. La parte exterior cuenta con un generoso porche que hace las veces de boxes donde se alinean las motos, todas rebajadas de altura y con neumáticos específicos de la especialidad. Además de reproducir el salto de Peoria, que según Dennis Noyes es perfecto para romperse la clavícula, uno de los proyectos que Valentino y sus amigos tienen en mente es hacer también un circuito de motocross en los terrenos del «Ranch». Incluso se plantean en el futuro abrirlo para hacer campamentos con pilotos jóvenes que quieran mejorar sus técnicas de derrapaje. Ahora solo entrena Valentino con sus amigos y con los jóvenes pilotos italianos que quiere formar para plantar cara a la cantera española. «En total estamos tratando de ayudar a unos 6 o 7 pilotos, incluidos Romano y Pecco. Alguno correrá en el CEV, como mi hermano Luca, Migno y Bulega. Y Antonelli, que está en el Mundial con Gresini, siempre se entrena con nosotros y Morbidelli que el año que viene estará en Moto2 con Italtrans. Tendremos muchas carreras que ver», nos dijo Valentino que cuando está en Tavullia, el «Ranch» es donde pasa más tiempo. Cuando está allí disfruta como un niño encima de una moto y nunca ve la hora de parar.