Tito Rabat podría haber elegido la profesión que hubiera querido, la familia Rabat es de sobra conocida en Barcelona por sus negocios de joyería y por lo tanto siempre ha disfrutado de una vida acomodada. Pero a Tito desde muy pequeño le corría gasolina por las venas y su única obsesión eran las motos. «De pequeño le decía a mi padre que iba al cole y me iba a entrenar, tenía un microcar que había adaptado para poder meter la moto dentro y me subía hasta Vic desde Barcelona. Cuando se enteraban unas broncas…», nos dice con una gran sonrisa. «Yo estoy aquí porque es lo que más me gusta. Disfruto con lo que hago y siempre me ha gustado, siempre lo he hecho y me lo paso bien. Verme donde estoy ahora es… Estoy contento. Pero todo esto es el fruto de lo que hago día a día».
Rabat llegó al Mundial en la categoría de 125 cc en 2006 y en cinco temporadas logró subir tres veces al podio, dos de ellas en su último año en la categoría con Aprilia. Pero era muy grande para las motos del «octavo de litro» y tras hacer ese año alguna prueba con la Moto2 del equipo BQR, en 2011 dio el salto de categoría y esa misma temporada logró un podio en Indianápolis. Luego entró en el Team Pons y con la Kalex rozó el podio varias veces y finalmente llegó en Motegi. El año pasado llegó la primera victoria y estuvo hasta siete veces en el cajón, pero esta temporada con su nuevo equipo, el Marc VDS Racing, ha ganado cinco de las diez primeras carreras y quitando tres, en todas ha estado en el podio con lo que se va de vacaciones con una ventaja de 12 puntos en la provisional. ¿Qué ha cambiado en Tito para alcanzar esta consistencia? La clave como él bien dice es el trabajo.
Desde hace unos años Almería es como su segunda casa. Allí, instalado en una autocaravana, ha pasado muchas temporadas rodando en el circuito, montando en bici de montaña y entrenando él solo. Desde hace un tiempo también entrena con los hermanos Márquez en Rufea, pero Tito no solo entrena en moto y físicamente,
también entrena su cabeza con la psicóloga deportiva Eva Molleja. El resultado de todo es un piloto que cuando llega el jueves a un circuito su objetivo para el domingo es ganar la carrera. «Está claro que tengo una
buena base, tengo un buen técnico con el que desde el primer día he conectado bien, que sabe lo que necesito, algo muy importante. Tengo una buena telemétrica muy buena, ahí he conocido a una persona especial que me aporta algo nuevo. También dos buenos mecánicos… Todos son muy buenos», dice. «Luego también todo el trabajo que hago en casa, siempre estoy divirtiéndome trabajando, siempre voy haciendo cosas. Cada año lo voy haciendo mejor y eso te permite hacer las cosas como tú quieres. Así, con todo y dejándote ayudar, vas haciendo…».
Pero si otros pilotos han tardado mucho menos en llegar por su talento o por las circunstancias que fueran, Tito es un piloto trabajador, podríamos decir que el más «currante» del paddock. «Me lo he tenido que currar mucho, sí, sí que he trabajado es verdad, he trabajado mucho, en el gimnasio, pero sobre todo en Almería, también con Álex y Marc (Márquez) haciendo motocross, con todo un poco».
El "click"
El Rabat de este año no es el mismo. Eso está claro, pero ¿cuándo se produjo ese «click» en su cabeza para sentirse ganador? «Esto es algo que ha cambiado dentro de mi cabeza. Antes llegaba a las carreras y flipaba, siempre. Ahora llego a las carreras y es como “venga va, vengo a hacer lo que toca". Vas cambiando, ya no impresionan tanto las cosas que antes impresionaban, disfrutas igual, pero lo ves todo diferente. Depende de cada piloto, pero cuando llevas unas carreras estando delante, peleando, pues ya te lo crees, pero hay pilotos que necesitan trabajar más», explica. «Según voy creciendo voy bajando un poco las revoluciones. Sobre todo con Eva he trabajado mucho el tema del orden. El orden te da tranquilidad, y me siento bien, me siento capaz, me siento seguro y voy más tranquilo. Antes era más… No lo sé supongo que te vas haciendo mayor y vas controlando un poco todo».
El momento en el que comenzó a creérselo fue en Qatar la pasada temporada. «El año pasado desde la primera carrera ya vi que podía estar delante, me hizo ese “click", pero a veces pecaba de inseguro un poco. Pero este año con todo lo que me están ayudando, todo lo bien que me siento, es cuando he hecho realmente ese “click", no sé cuándo ha sido, pero lo he hecho. Ahora llego a los circuitos y sé que si no pasa nada raro voy a estar delante».
Cambio de equipo
Tras dos temporadas con Pons, Tito decidió fichar por el equipo Marc VDS. Con su técnico Pit Benson, quien ha trabajado en el pasado con Doohan, Rossi y ganó el título de MotoGP en 2006 con Nicky Hayden. Lo primero que destaca Benson de Tito es una vez más su disposición al trabajo. «Tito es trabajador, cuando se va del circuito no para de entrenarse y básicamente hace todas las cosas que un piloto debe hacer. En ese sentido es muy bueno y desde el principio hemos trabajado muy bien. Está muy centrado, sabe lo que necesita», dice. «Se toma todo como algo personal porque lo único que quiere es ganar».
La comunicación dentro del box se realiza en inglés, pero eso no es un problema. «El lenguaje que utilizas dentro de la pista es limitado, pero voy aprendiendo más, al principio me costó un poco, sobre todo en los momentos de apuro porque no podía decirle las cosas tal como las sentía, pero ahora ya nos entendemos bien», dice Rabat quien cree que el mayor cambio ha sido tener un equipo para él solo. Con Pons, Santi Mulero era quien hacía todas las motos y a veces tocaba esperar turno… «Es diferente el trabajo dentro del box, la mayor diferencia es que tengo mi equipo, lo normal en un box es que haya dos mitades con dos equipos, el año pasado esto estaba un poco mezclado, y no con dos pilotos sino con tres. Y tal como soy yo me gusta mucho más como es este año, porque tengo mi equipo. Está claro que puedes compartir información con el otro lado, pero tienes a tu equipo que está contigo al 100 por cien y hasta el final. Me siento más arropado. Esto es una cosa que otros pilotos necesitan más o menos, pero yo lo necesito».
Pero en el Marc VDS también comparte telemétrica, Andrea Cantó, con su compañero Mika Kallio… «Creo que es bueno, porque la pregunto cómo hace tal curva Mika, si en segunda o tercera, el desarrollo… Esto son cosas que se comparten igualmente, pero no es lo mismo que compartir técnico. Con esto no quiero criticar nada, el equipo donde he estado los dos últimos años es un gran equipo y lo siguen demostrando, pero a mí me gusta más trabajar de esta manera».
El rival tranquilo
Precisamente Kallio es su mayor amenaza en su camino hacia el título. Su compañero es completamente el polo opuesto a Tito. Calmado, muy tranquilo y con mucha experiencia. Aunque Tito cree que no es tan así… «No, no te creas. Como te he dicho antes cada año voy bajando revoluciones, voy siendo un poco como él, no tanto, pero sí más tranquilo». El campeonato es el objetivo. «Su concentración y su determinación es impresionante. Él solo corre para ganar y es su único objetivo», dice Benson. Tito también reconocer que piensa en ello, Kallio está a 12 puntos y Viñales a 58 pero Rabat de momento prefiere ir paso a paso y centrarse en cada carrera. «Primero hay que solucionar lo del agua, en Assen fue mejor, pero en carreras cuando las condiciones no están del todo bien, habrá que ir superando esas pequeñas pruebas y esto solo se hace yendo carrera a carrera. Puedes llevar 50 puntos, pero si haces dos fallos ya te los han cogido…», dice.
«Claro que se me ha pasado por la cabeza. Siempre lo he soñado, desde pequeño, ahora también, pero hay que ser consciente que todavía queda mucho campeonato, tenemos rivales muy fuertes, en casa y en mi ex casa, así que habrá que apretar cada día». Preocuparle, le preocupan los dos y así nos lo dijo: «Mika es el que está más cerca y Mika no falla. Viñales, aunque es su primer año puede también dar la sorpresa… Pero Mika siempre está ahí el tío, llueva o nieve, da igual. Va mal y hace tercero, y si va fatal te hace cuarto. Y si va bien gana. Aunque tenga problemas siempre está ahí. Creo que va a ser un rival duro, lleva muchos años aquí y el año pasado acabó cuarto. Maverick es muy bueno, pero es su primer año y creo que lo tendrá más difí cil. Pero no hay que perderlo de vista»
Con este panorama es muy probable que en la segunda mitad de la temporada veamos a los dos pilotos del Marc VDS luchando por ganar más de una carrera. No habrá órdenes de equipo, pero su director, Michael Bartholemy tampoco quiere ver sus dos motos por el suelo… «El equipo ya nos ha dicho que no la liemos entre nosotros dos, que tengamos cuidado, pero que gane el mejor. Antes de una carrera nos sentaron a los dos y no nos dijeron que no nos pasáramos, pero sí que nos respetáramos».
Almería y Rufea
El trabajo con la psicóloga ha dado resultado, pero lo que más le gusta a Tito es entrenar en moto. En Almería lleva ya tres temporadas entrenando en moto y también con un programa físico. Allí pasa semanas con su autocaravana durmiendo entre tanda y tanda al sol almeriense. Entrenando con una Kalex del año pasado que le ha cedido su equipo, antes lo hacía con una CBR 600 y él solo se hace todo el mantenimiento de las motos. «Me va muy bien ir a entrenar a Almería, creo que eso forma una gran parte de mi confianza, porque cuando llego a una carrera siento que estoy preparado. Entreno con una Kalex, esto está claro que es mejor, pero ahora duermo menos… (risas) Salen grietas en el chasis, es más complicada… Con la CBR te lo pasabas muy bien, no tenías trabajo, llegabas, cambiabas los neumáticos y venga… Esta necesita más trabajo, echo de menos a Pit en Almería», nos contaba Tito.
Otro de los pilares del entrenamiento de Tito Rabat es disfrutar en Rufea con los hermanos Márquez. «Son entrenos divertidos, entrenamos con motos de campo, hacemos dirt track y motocross. Siempre me aprietan. Cuando llego allí siempre lo hago pensando que soy muy buen piloto y siempre me voy que me han dado una paliza… Sobre todo Marc. Álex no tanto ya, también, pero en motocross vamos más o menos… Marc va muy rápido, tiene nivel de un tío para estar delante en el campeonato de España», dice. «Me gusta entrenar con ellos porque te has de esforzar mucho, me esfuerzo igual que en una carrera porque te aprietan. Y luego aquí hay que hacerlo bien sí o sí, te motiva, y a veces hasta tienes presión. En Assen ganaron los dos y yo no gané y ya me dieron caña… En Montmeló ganamos los tres y fue muy bonito. Al final lo de Rufea es pasar un buen rato, apretar, entrenar y ya está».
Pero aunque su vida gira en torno a la moto, como dice Tito: «También hay que sacar tiempo para salir, desconectar, con los amigos, con alguna chica… es importante hacer de todo un poco. Hay gente que necesita más entrenar que otros, yo lo necesito. Lo importante es disfrutar. Yo estoy aquí porque es lo que más me gusta».
Un año más en Moto2
El equipo Marc VDS anunció ya que Tito Rabat seguirá un año más en Moto2. Tenía varias ofertas para subir a MotoGP, pero ninguna le convencía. «Si pasas a MotoGP hay que verlo muy bien, porque si pasas y lo haces mal no vuelves. Está claro que quiero llegar, pero debe ser en las condiciones correctas», nos decía en Sachsenring el propio Tito. Su objetivo será intentar ganar este año y defender el número uno en 2015, algo que nadie ha hecho antes desde que se estrenó la categoría de Moto2 en 2010.
Michael Bartholemy aprecia mucho que, a pesar de poder haber subido a MotoGP, Tito haya decidido quedarse con ellos. Eso sí ahora tiene que cumplir su meta. «Ahora puede centrarse en ganar por primera vez el Campeonato del Mundo para él y para el equipo», dijo el mánager belga.