Por más que Joaquín Sabina dijera que “al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”, siempre es bueno tener una casilla de salida a la que regresar cuando el camino que estás recorriendo se convierte en un callejón sin salida, que es exactamente lo que le ha sucedido a Pol Espargaró en su bienio con los colores del Repsol Honda.
El paradigma de MotoGP ha cambiado de tal forma que dejar el equipo más laureado de la historia de la categoría reina para enrolarse en un equipo independiente de la última marca en llegar puede tornar meses de caras largas en una sonrisa de oreja a oreja en un puñado de vueltas. Eso es exactamente lo que le sucedió a Pol Espargaró en el test de post temporada en Valencia.
TODAS LAS FOTOS DE LA GASGAS RC16 TECH3 MOTOGP 2023

Ya no es solo que haya mucha vida -y cada vez más- después del Repsol Honda. Lo que sucede es que el fichaje de Pol Espargaró por KTM para enrolarse en las filas del Tech3 con los colores de la marca española (del grupo austriaco) GasGas no solo tiene todo el sentido del mundo; sino que es un conjunto de tres reliquias con el que ‘Polyccio’ puede recuperar su magia y volver a soñar con ser campeón del mundo de MotoGP.
Como si se tratasen de los elementos que conforman ‘las reliquias de la muerte’ de la saga Harry Potter… con la diferencia de que para Pol Espargaró son las reliquias mágicas para su resurrección como piloto tras dos años de ostracismo. Dos elementos que conoce bien y uno nuevo para completar el símbolo:

La Varita de Saúco es la RC16. La moto que ya llevó durante cuatro temporadas, donde la evolución fue impresionante: comenzó en un 2017 en el que finalizó 17º con dos novenos puestos como mejores resultados, alcanzó el primer podio de la historia de KTM en el agua de Valencia 2018 y se despidió tras un formidable 2020 en el que logró cinco podios para terminar 5º en la general final, un resultado que nadie en la marca ha conseguido igualar.
La Piedra de la Resurrección es el Tech3 Racing, un equipo que también conoce perfectamente. No en vano, la estructura que dirige Hervé Poncharal fue su punto de acceso a la categoría reina en 2014, donde llegó con el título de Moto2 debajo del brazo. Allí estuvo hasta tres temporadas sobre la Yamaha YZR-M1, mostrando un gran nivel y donde solamente le faltó poner la guinda del podio y, sobre todo, recibir la llamada del equipo oficial.

La Capa de Invisibilidad es GasGas, y no porque los gases sean invisibles. ‘Polyccio’ lleva seis años vistiendo las combinaciones más míticas del motociclismo en el siglo XXI: Red Bull KTM y Repsol Honda. Dos atuendos que atraen los focos como muy pocos, con la presión que eso conlleva. Ahora, con una marca recién llegada a MotoGP -y además española-, el pequeño de los Espargaró podrá volar por debajo del radar y trabajar con más tranquilidad.
Así, trabajando en la sombra de forma casi invisible fuera del gran foco mediático de los oficiales, con la piedra que le permitirá resucitar para volver a ser ese piloto lleno de ilusión que venía de proclamarse campeón del mundo y empuñando esa varita llamada RC16 con la que logró sus mejores resultados, Pol Espargaró tiene las reliquias para volver a ser ese piloto capaz de plantar cara a los mejores del mundo.