En la ciudad de Buda (7.000 habitantes), situada a las afueras de Austin, nos encontramos con el nueve veces campeón del mundo Valentino Rossi. Estamos en una habitación de recreo del hotel donde hay un billar. Salvo nosotros, la única otra persona es un estadounidense pegado al televisor, que no sabe que a unos pocos metros tiene a uno de los más grandes pilotos de la historia. Rossi ha vuelto a Yamaha después de dos años en el infierno. Una aventura que ha llevado a algunos a dudar del que muchos consideran el más grande de todos los tiempos. Aquellos que dicen que, a los 34 años, ya está listo para el retiro, incapaz de seguir el paso de los más jóvenes que él: Lorenzo, Pedrosa y Márquez. En medio de la debacle de Ducati llegó un mazazo personal, la pérdida de su amigo Marco Simoncelli, en una caída en la que también se vio envuelto el mismo Valentino hace 18 meses en Sepang. Nada de todo esto ha hecho que Rossi pierda un ápice de su amor por la vida y las carreras. El piloto, tras 20 años en la cresta de la ola, ha cambiado; pero el ser humano en muchos aspectos sigue siendo aquel muchacho de 16 años que en 1996 se ganó al mundo con su desparpajo. Casi mediados los 30, es más sabio y también más viejo; aunque sus ganas de divertirse no han disminuido lo más mínimo.
En estos 18 años se ha convertido en un icono del deporte mundial, la imagen de MotoGP y con una cuenta bancaria con más ceros (a la derecha) de lo que nunca habría soñado. Aunque una cosa es segura, Rossi habría corrido gratis. Esta pasión la heredó de Graziano, su padre, como es sabido, ex piloto profesional. «Para mí el secreto es la pasión que supone correr. Siempre ha sido así en mi vida. Tras 18 años la pasión sigue intacta, y esta es la clave de todo», dice Valentino. A principios de año declaró que todavía no hay nada que le haga vibrar como correr en MotoGP. «Algunos pilotos corren porque tienen un don y gracias a él quieren hacerse ricos. En mi caso la competición es pasión. Esto es muy importante si quieres tener una larga carrera deportiva. Sigo soñando con correr y continúo con una gran motivación. Después de muchos títulos y victorias, todavía tengo sed de carreras». Max Biaggi y Carlos Checa han sido campeones del mundo de SBK después de haber ido más allá de los 40. Loris Capirossi no hace mucho que dejó MotoGP y Colin Edwards, pese a tener 39 años, no da señales de querer retirarse. ¿Se ve Rossi corriendo dentro de seis o siete años? «Eso espero. Creo que puedes competir hasta tener 38 o incluso 40 años. Así que todavía me quedan algunas temporadas».
La edad y el infierno pasado en Ducati no le han robado un ápice de su talento. Rossi hace alarde de esto, pero también confiesa que ahora está dispuesto a correr menos riesgos y que es más consciente del peligro. Cuando le preguntamos qué es lo que un piloto pierde a su edad nos dijo: «No es verdad que pierdas agresividad o que ya no seas capaz de ir al límite porque tienes miedo. Lo que sí es cierto es que en los momentos más peligrosos intentas ser menos arriesgado. No creo que haya perdido nada de mi agresividad. Utilizas más la cabeza, piensas más. Tienes otras cartas con las que jugar. La experiencia te lleva a tomarte las cosas con más tranquilidad y a aceptar mejor la presión». Todavía no se ha plateado qué hacer una vez que se retire de la competición. El italiano sabe que aún le quedan muchas cosas por hacer en la pista. Una vez que cuelgue el mono sí que tiene claro que desea fundar una familia. «Quiero ser padre, pero aparte de eso no lo tengo claro». Su amigo y ayudante, Uccio Salucci, acaba de estrenarse en la paternidad. Así que Valentino parece algo más cerca de las noches en vela y los cambios de pañales. «Estoy muy contento con que Uccio haya sido padre, él es mi “piloto probador”. Estoy intentando comprender todo lo que esto significa, pero no tengo prisa. Todavía no estoy preparado. Mientras corra en MotoGP puedo esperar. Además, estamos trabajando en mi compañía, VR46, de cara al futuro. No sé si alguna vez haré las labores de director de equipo. No sé si me compensaría viajar por todo el mundo y luego no subirme en la moto». Uno de los nuevos fichajes para la empresa de «merchandise» de Valentino es Cal Crutchlow. «Me gusta mucho Cal, es uno de los mejores pilotos de MotoGP y es muy divertido. Es diferente, siempre está de buen humor. Estoy muy contento de poder trabajar con él».
Rossi ha sido siempre un maestro en el arte de discernir entre la vida pública y la privada. El italiano asegura que no hay nada en el mundo que quiera más que continuar aumentando su palmarés de nueve títulos y 105 victorias en GG.PP. «Estoy muy feliz porque hago muchas cosas en mi vida. Me encanta MotoGP y disfruto mucho de esta vida. Me gusta pilotar, pero también disfruto trabajando con mi equipo durante el fin de semana. Para mí es una gran motivación trabajar al mayor nivel con una fábrica».
¿Qué piensa Rossi de Stoner? Un piloto que, con solo 27 años, se retiró y que no ha perdido la oportunidad para hablar mal del campeonato. El italiano entiende perfectamente que Casey quisiera retirarse y disfrutar de su vida en Australia, además de matar el gusanillo en el campeonato de coches V8 Supercars. Lo que Valentino no entiende es por qué Stoner ha mordido la mano que le ha alimentado: «Creo que todo el mundo tiene que tomar sus propias decisiones. Nadie puede negar esto. Si Casey está cansado de dar vueltas por el mundo y quiere estar con su familia; pues nadie puede no estar de acuerdo. Lo que no me ha gustado es lo que ha dicho acerca del ambiente en MotoGP, porque creo que nosotros tenemos que ser un ejemplo para los pilotos jóvenes que llegan. Tampoco creo que esas declaraciones sean positivas para los aficionados que siguen nuestro deporte».
Rossi ha sido un embajador modélico de MotoGP desde que llegó a la máxima categoría en el año 2000. Pese al fiasco de Ducati, continúa siendo, con diferencia, el preferido de los aficionados. Sus habilidades no solo se limitan a la pista. Uno de sus grandes éxitos ha sido ser capaz de mantener su vida privada muy privada. Lo que no está nada mal teniendo en cuenta que hoy en día, cualquiera con un «smartphone» puede acceder a Facebook y a Twitter. «Siempre he dividido de forma clara mis dos vidas. En una soy Valentino Rossi, el piloto con unas reglas. Sí, en ella tienes presión, pero también te lo pasas bien. La otra es mi vida en Tavullia, donde estoy en mi casa con mi familia, mi novia y mis amigos. He construido un pequeño mundo donde puedo tener mi vida privada. Sé que en Roma o en Milán me iba a perseguir la gente y los fotógrafos, pero en mi pueblo puedo hacer una vida normal». Tavullia es una zona libre de paparazzi: «Poca gente viene a mi casa a por un autógrafo o una foto. Allí la vida es tranquila».
Valentino sigue siendo una de las grandes estrellas del deporte en Italia y su fiasco con Ducati apenas ha mermado su popularidad. Hubo unos años en los que apenas podía salir a la calle sin que fuese perseguido por una legión de seguidores. La adoración continúa, pero de forma algo más tranquila. «Es diferente, pero no ha cambiado tanto. Ya tengo 34 años, la gente está acostumbrada a verme y hay otra clase de respeto. Cuando la gente me ve es como si viese a un viejo amigo. Cuando yo era más joven siempre era noticia». Valentino tiene toda clase de seguidores, entre ellos Brad Pitt y Daniel Day Lewis. Pitt llegó a decir que le habría encantado ser Rossi y que verlo pilotar era como leer un poema. El italiano, en cambio, nunca ha querido acercarse al glamour de Hollywood. «Cuando oyes que Brad Pitt quisiera ser como tú, pues es algo de lo que te enorgulleces. Disfruto mucho de mis amigos. Tengo buenos amigos famosos, cantantes y actores, pero la relación es diferente si la comparamos con mis amigos de la infancia. Los que crecieron conmigo, con ellos la relación es muy normal; yo, simplemente, soy uno más».
La compañía con la que Rossi está pensando este año son los tres españoles: Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa y Marc Márquez. Si les gana la partida habrá logrado su gran ambición. Esto es, conseguir su décimo título, después de haber triunfado por última vez en 2009 con la Yamaha YZR-M1. «El mayor objetivo es intentar ganar otra vez el Mundial, pero primero tengo que mantenerme en la cima, estar en el podio y sobre todo volver a ganar una carrera. Después de dos años complicados, a mi edad no es fácil, no he vuelto a ganar desde 2010. Así que el objetivo principal este año es volver a ganar una carrera». Rossi llegó a dudar si todavía tenía lo que hacía falta para luchar por la victoria una vez que había conseguido otra vez material de primera fila: «La duda te viene porque los otros pilotos están creciendo, la próxima generación es más rápida y más fuerte. Es como cuando tienes que cambiar tu ordenador o móvil por uno más moderno. Seguro que va a ser diferente porque nuestro deporte ha cambiado mucho. Cuando yo comencé los pilotos eran atletas y se tomaban las cosas en serio, pero había más libertad. Ahora la vida de los pilotos de MotoGP es diferente. Hay que cuidar la dieta, irse pronto a la cama, no beber nada de alcohol. ¡Así que voy a tener que cambiar un poco!», Valentino no puede evitar una sonrisa.
Es imposible estar con Valentino y no preguntarle por su fiasco en Ducati. Tres podios en 35 carreras a lomos de la Desmosedici, esto afectó a su moral, pues probó las hieles del fracaso. Así que, ¿por qué todo fracasó de forma tan estrepitosa? En una respuesta de una brutal honestidad dijo: «Fue una gran desilusión. No me arrepiento porque creo que fue una buena elección el intentarlo. Tras seis o siete meses me di cuenta que iba a ser imposible o, como mínimo, muy difícil. En muchos aspectos Ducati es completamente diferente a Yamaha. La forma en la que se trabaja, cómo piensan. Creo que la mayor diferencia es la humildad de los japoneses. Cuando hablas con Yamaha y con Honda, especialmente con Yamaha, y dices que hay algo mal en la moto, esto no es algo negativo para los ingenieros japoneses. Es algo positivo porque entienden que así se mejora la moto. A veces con Ducati las cosas no eran así. Cuando decías que había un problema, lo primero es que la gente de Ducati no se fiaba de ti al 100% y segundo se enfadaban porque decías que la moto tenía un problema».
La vuelta a Yamaha ha permitido a Rossi acabar con la pesadilla de Ducati. ¿Pero qué habría ocurrido de no tener la oportunidad de volver a pilotar la YZR-M1? ¿Se habría retirado? «Habría decidido retirarme», confiesa sin dudarlo un segundo. «A lo mejor habría decidido ir al Mundial de SBK, pero desde luego para mí aquello se había acabado». Aquí llegamos a un debate que ha dividido a los aficionados del mundo. ¿Por qué Stoner pudo ganar con la Ducati y Rossi ni acercarse a la victoria? Valentino no tiene una teoría clara, de hecho no acaba de comprender por qué Stoner ha sido el único piloto capaz de domar la Ducati. Este, sin duda, es uno de los grandes misterios del motociclismo. «Todo el mundo esperaba que yo fuese medio segundo más rápido que los demás pilotos, pero esto era antes de la llegada de Stoner, Pedrosa y Lorenzo. Stoner era capaz de sacarle partido a la Ducati. Ha sido el único, porque los demás, o se han retirado, o se han ido al Mundial de SBK. No entiendo por qué Stoner fue capaz de marcar la diferencia con Ducati cuando yo estaba en Yamaha. Casey era capaz de pilotar una moto que es muy difícil de llevar al límite. En 2007 Stoner ganó un título con Bridgestone, cuando yo y Pedrosa teníamos los Michelin, cuando la diferencia era muy grande. La Ducati era difícil de pilotar, pero en las rectas era muy rápida. Después de 2007 no ganó otro campeonato, pero todavía fue capaz de vencer a lomos de la Ducati tres o cuatro GG.PP, no entiendo cómo». Rossi piensa que la llegada de Audi podría hacer que Ducati sea competitiva dentro de dos años. Aunque deja claro que para ello la marca italiana tiene que cambiar su filosofía, de lo contrario ya puede seguir soñando con la victoria que no lo conseguirá. «Si la llegada de Audi supone el cambio en Ducati, entonces serán competitivos, pero de lo contrario nunca lo conseguirán», aseguró el italiano.
Tras el accidente de Marco Simoncelli en Sepang 2011, Valentino nunca pensó en retirarse, pese a haber perdido un íntimo amigo. Para colmo, Rossi se vio envuelto en el accidente que le costó la vida a su querido «Sic», un joven que parecía destinado a suceder a Rossi en el corazón de los aficionados una vez que el de Tavullia decidiese colgar el mono. La tragedia de Sepang vino cuando Rossi estaba hundido en Ducati, así que algunos pensaron que la pérdida de Marco sería la gota que derramaría el vaso, por lo que Valentino decidiría colgar el mono: «Nunca pensé en retirarme. La tragedia de Marco fue dura, pero me afectó en la vida normal. Perdí a un buen amigo con el que pasaba mucho tiempo. Encima yo y Colin Edwards nos vimos envueltos en el accidente de Marco, pero repito que no pensé en dejarlo. La vida es así. Todos los pilotos ahora tienen un poco más de miedo. Una cosa es saber que puede suceder y otra es cuando sucede y encima que le haya tocado a Marco, uno de mis mejores amigos. Todos sabemos que este deporte es peligroso».