A punto de cumplir los 39 años y con 23 temporadas a sus espaldas, Valentino Rossi habló, como no, de si continuará o no más allá de 2018. “He hablado con Lin Jarvis de mi futuro y las sensaciones son buenas, pero primero hay que hacer los test. Me apetece continuar, pero lo importante es ser competitivos y luego veremos”.
Valentino Rossi se refiere a la conversación que mantuvo con el máximo dirigente de Yamaha en MotoGP, Lin Jarvis, cuando éste le contó le informó de la renovación de Maverick Viñales: “Estoy contento por su renovación porque me encuentro bien con él. Es un gran adversario, pero fuera de la pista hay buena relación y respeto. Comparado con Lorenzo como compañero de equipo, deportivamente no cambia mucho, porque él también era muy fuerte y rapidísimo. Es una gran motivación”.
La idea de Valentino Rossi es subirse a la Yamaha en la pretemporada y en las primeras carreras de 2018 ver si sigue siendo competitivo. Ahí decidirá si continúa en MotoGP, uno o dos años más. “En los últimos tiempos se habla siempre de dos años, pero veremos si uno o dos. Están todas las puertas abiertas”.
Hasta que lo decida, el tema de la posible retirada de Valentino Rossi de MotoGP será una constante. De hecho, le han preguntado sobre si le molestaba que se hablara siempre de lo mismo y ha contestado con sinceridad: “Hace ya una docena de años que me lo preguntan en las entrevistas, con lo que ya estoy acostumbrado”.
Incluso ha imaginado como sería un Mundial de MotoGP post Rossi: “Sin mí será un poco diferente, porque hace mucho que corro y he ganado muchas carreras. Pero cuando me retire continuará con sus aficionados, sus pilotos fuertes y sus carreras buenas. No cambiará tanto. Pero no me preparo todavía para ese momento. Todavía estoy pensando en correr”.
Vuelta a la Yamaha de 2016
Valentino Rossi fue siempre muy crítico con la versión 2017 de la Yamaha. Una moto que no entendió nunca y que por mucho que modificó, no fue capaz de hacerse a ella. Por eso, de cara a 2018 se espera volver a la base de la moto de 2016.
Ya volvieron al chasis antiguo en la última carrera de la temporada y también lo probaron en los test de noviembre de Valencia y Sepang. “En Valencia todavía teníamos algunas dudas, pero parece que la moto de 2018 tomará la base de la de 2016. Tanto Yamaha como Viñales y yo estamos convencidos de que la versión 2016 era la mejor, así que se partirá de ella, pero tendrá modificaciones que veremos en el test de Sepang”.
Pero no solo el chasis es un punto crítico, en opinión de Valentino Rossi también hay que trabajar la electrónica, para mejorar la degradación de los neumáticos. “Con la electrónica tenemos una clara desventaja con respecto a Honda y Ducati, y nos llevará más tiempo poner a punto que el chasis”.
Por último, respondió sobre sus posibilidades de conseguir el ansiado décimo título mundial. “Lo primero que me gustaría es ser competitivo como lo he sido todos estos año menos en 2017. En 2015 luché el título hasta la última carrera y en 2014 y 2016 también fui muy competitivo. El principal objetivo es mejorar los números del año pasado, y aunque salgo con la intención de ganar el campeonato, el décimo título no es una obsesión para mí”.
