Es uno de los problemas más habituales al que se enfrentan los motoristas alguna vez en su vida, sobre todo aquellos que tienden a ser algo despistados en las labores de mantenimiento: tener que arrancar la moto sin batería. No en vano, se trata del remedio más rápido para poner en marcha el vehículo cuando el conductor se dispone a rodar y este no responde.
¿Es una buena opción?
Antes de explicar cómo se puede arrancar la moto sin batería conviene preguntarse si es una opción adecuada o si, por el contrario, es muy probable que se resulte perjudicial para la mecánica de la máquina. Pues bien, dependiendo del modelo, se trata de una práctica más o menos recomendable.
Obviamente, si se convierte en una costumbre porque el dueño tienda a tener en mal estado la batería, es muy probable que algo termine fallando. Así pues, solo se debe hacer en casos de emergencia. Además, hay que tener presente que si la batería se ha agotado intentando arrancar un motor averiado, forzar el arranque sin batería podría agravar la avería existente.
Si el arranque es electrónico
En el caso de que sea una moto moderna en la que el arranque sea electrónico (actualmente la gran mayoría), el procedimiento será el siguiente:
- Girar la llave como si se encendiera.
- Activar el botón de encendido.
- Meter la segunda o la tercera marcha.
- Empujar la moto con el embrague presionado.
- Soltar el embrague según se coge algo de velocidad.
Este método es muy similar al que se emplea en los automóviles.
Si el arranque es mecánico
Para aquellos modelos (ya muy pocos) que se arrancan con una palanca de pie o crank, el procedimiento resulta más sencillo -y más dañino para la mecánica- pues solo habrá que pulsar el encendido y pisar con fuerza la palanca hacia abajo, encargándose el citado crank de mover las piezas internas del motor para iniciar su funcionamiento.
¿Hay más opciones?
Además de esta posibilidad, hay otra mucho más recomendable, la cual pasa por hacerse con un cargador/arrancador preparado para arrancar la batería. Se puede tener en casa o incluso llevarlo bajo el asiento o en algún compartimento de la moto, ya que su tamaño no es grande y su peso no llega a dos kilos.
Para accionar la batería, dispone de dos pinzas a través de las que se le imprime la electricidad capaz de que la moto consiga arrancar. Eso sí, una vez que el vehículo se pone en marcha, conviene ir a comprar una nueva batería o recargarla para que no vuelva a ocurrir lo mismo.
Con la ayuda de otro vehículo
La misma operación que se puede realizar con el cargador de emergencia, se puede llevar a cabo conectando la batería de otro vehículo mediante pinzas. Claro que, en caso de que el conductor que presta su ayuda no las tenga, el dueño de la moto tendría que cargar con ellas (y suelen ocupar bastante espacio), algo improbable en un medio de transporte tan ligero como la motocicleta. No obstante, es una opción más para evitar quedarse tirados.
