El GP mexicano no empezó precisamente bien. El Mundial de MX aterrizaba por primera vez en el país de las enchiladas confiado en la seguridad que proporcionaba el circuito de Nicolás España. Un trazado que sedujo al promotor, Youhtstream, por su cercanía con la población de Guadalajara, sus instalaciones (construidas sobre un antiguo circuito de MX) y, por supuesto, porque les atraía organizar una carrera en un país donde siempre han mostrado un gran interés por la especialidad.
Sin embargo, el estreno fue un auténtico desastre. Dejando de lado que la pista se encuentra a más de 1.600 metros de altura y los participantes tuvieron que trabajar a contrarreloj en la puesta a punto de la inyección. Los pilotos se plantaron durante la jornada del sábado a causa del intenso polvo que generaba una visibilidad prácticamente nula (en las mangas de clasificación solo participaron los pilotos locales y los europeos Leib y Anstie).
La polémica estaba servida abriéndose un nuevo debate sobre la seguridad de los circuitos, que generó un tira y afloja entre los equipos, el organizador y el promotor que se alargó hasta bien entrada la noche. Al organizador no le quedó otra que rascarse el bolsillo y dejar bien empapado el circuito durante la noche y seguir remojándolo entre las mangas del domingo.
Sea como fuere, los 25.000 aficionados que no quisieron perderse esta cuarta cita del Mundial, disfrutaron de unas grandes carreras en las dos categorías. En la primera manga hubo una intensa lucha entre Pourcel, Cairoli y Desalle. El trío rodó en cabeza prácticamente toda la manga, hasta que la presión y la falta de ritmo en los últimos compases, pudieron con el piloto francés de Kawasaki, que se estrelló, sin consecuencias, en una de las vallas delimitadoras.
En la segunda serie, Philippaerts no quiso perderse la fiesta y se sumó al trío formado nuevamente por Cairoli, Desalle y Pourcel. Contra pronóstico, el italiano fue el más rápido y logró la victoria por primera vez tras el pasado GP de Brasil. Un gran resultado para el piloto de Yamaha después que casi siete meses de baja por la lesión en sus muñecas.
Con el cambio de suspensiones, Jonathan Barragán está empezando a ver la luz al final del túnel. El madrileño fue el mejor piloto de Honda en esta carrera, pues Bobryshev tuvo que desistir al padecer una bronquitis y Gonçalves sufría fuertes dolores en la cadera a causa de un ligamiento.
«He tenido un buen ritmo y por fin empiezan a llegar los resultados. No he logrado posiciones muy destacadas, pero ha sido la mejor carrera de la temporada. Estoy muy contento. La pista estaba muy mal. A causa del constante riego para evitar el polvo, se generaban grandes charcos de agua que dificultaron mucho el control. Ha sido muy peligroso correr aquí...», concluyó el madrileño.
Aunque los pilotos no participaron en la manga clasificatoria, se tomaron en cuenta los tiempos de los entrenamientos cronometrados a la hora de decidir la posición de los pilotos en la parrilla de salida. Una decisión que perjudicó a José A. Butrón, quien tuvo que salir desde la vigésimo cuarta posición.
A pesar de ello, en la primera manga fue remontando tras realizar una gran salida y logró colocarse entre los diez primeros. En la segunda serie, Butrón protagonizó una gran salida que lo llevó a la tercera posición, pero poco después tuvo que tomar el camino de boxes por una avería en su KTM.
«A pesar del calor, me he encontrado muy bien físicamente. Sin embargo, diez minutos después de iniciarse la segunda manga, he tenido un problema mecánico que me ha obligado a retirarme. Estoy un poco decepcionado, pero hay que pensar en positivo para la próxima semana, donde en el GP de Brasil espero poder recuperar el terreno perdido», concluyó el de Chiclana.
Por otro lado, Jeffrey Herlings volvió a tener a la clase bajo control. Tommy Searle fue su mayor rival, pero un error en el primer giro de la segunda manga impidió que la categoría gozara de la misma emoción que su predecesora.