La temporada 2012 para Carmichael ha sido de parón forzoso en su carrera deportiva dentro de la NASCAR, debido a la ausencia de un volante con el que competir. Pero eso ha permitido al multi campeón americano de motocross y supercross volver a acercarse a las carreras de motos en circuitos de barro, donde Ricky tiene multitud de frentes abiertos e ilusionantes iniciativas que él aborda con la mejor de las disposiciones. Además de impartir lecciones de pilotaje en los RCUs –Ricky Carmichael Universities-, y comentar para la televisión la temporada de supercross, su ultimo reto lo afrontaba el verano pasado al volver a competir en el prestigioso campeonato amateur americano, Loretta Lynn´s, donde Carmichael y la Suzuki número cuatro volvían a lo más alto del podium –en la categoría de Junior 25-. Viajamos hasta su casa en Florida, donde Ricky todavía conserva los circuitos de entrenamiento de su etapa profesional, donde frecuentemente, como en esta ocasión, recibe la visita de su buen amigo Ryan Dungey.
Hola Ricky, hemos visto que tu actividad en las carreras de coches se ha visto frenada últimamente ¿Cómo está tu situación con respecto a la NASCAR?
«Bueno, estamos trabajando duro para volver a la NASCAR el año que viene. Obviamente, mucho de ello depende de encontrar financiación y patrocinadores, y ante la economía actual eso no es fácil. A la gente no le gusta soltar el dinero tan fácilmente como lo hacía antes. Pero tengo compromisos de algunas personas y estamos trabajando duro para salir adelante. En el pasado, fuimos capaces de hacerlo bastante bien en alguna ocasión, cuando las cosas nos salían, así que creo que me merezco entrar en un equipo decente. Sobre todo, necesito encontrar una escuadra que me enseñe bien y me ayude a mejorar mis puntos débiles, algo que me satisfaría enormemente a nivel personal. Pero como he dicho, todo depende del dinero y los patrocinadores, así que veremos lo que ocurre».
Y ahora ya hablando de motos, cuéntanos qué significó para ti volver a correr en Loretta Lynn´s.
«Para mí fue muy divertido volver al rancho. La última vez que corrí allí fue en 1996, y desde entonces siempre he querido volver a competir en el Loretta´s, para disfrutarlo desde una perspectiva diferente, sin tanta presión como cuando era niño. Me gusta mucho el ambiente de esa carrera, todo en general; acampar al aire libre, ir al arroyo a refrescarnos, movernos por allí en carritos de golf, y luego también competir ante toda aquella gente. Había un montón de razones por las que quería vivir aquello este año, y no sólo por correr en moto. Fue muy divertido y pasamos un gran momento. No sólo yo, sino también mis hijos».
¿Tienes pensado acudir cada año?
«Bueno, no sé si eso será algo regular. Tengo tantos compromisos y posibles eventos, que, a veces, ni sé lo que voy a hacer la siguiente semana. Obviamente, me gustaría poder volver y probablemente lo haga de vez en cuando, pero tampoco sé si quiero atarme a mí mismo a ir cada año. Es mejor que sea algo improvisado y si las cosas coinciden, entonces iremos. Si no, tampoco pasa nada».
¿Con qué frecuencia montas en moto?
«Una vez cada dos semanas. Obviamente, antes del Loretta´s estuve entrenando tres o cuatro veces a la semana, pero ahora que eso ha pasado monto mucho menos».
Y tú que has vuelto a estar entre los pilotos amateur, ¿crees que el coste de compra y mantenimiento de las cuatro tiempos ha dificultado el acceso al motocross a la mayoría de familias?
«Yo tengo mi opinión, todos la tenemos. Es cierto que las averías de las cuatro tiempos salen mucho más caras, pero yo creo que en realidad no se rompen tanto. A mí me gustan las cuatro tiempos, y creo que todo el desarrollo que se está llevando a cabo en ellas hace que sean cada vez más fiables. Si se cuidan como se debe, llevando al día el programa de mantenimiento, yo creo que pueden durar tanto como las dos tiempos».
¿Te has vuelto a subir a una 2T alguna vez más?
«No, no he vuelto a subirme en una dos tiempos. No son suficientemente rápidas».
¿Te parece demasiado grande el salto de las motos infantiles a las 250 F? ¿Crees que debería haber una categoría de 125 como un peldaño más natural?
«No sé, no había pensado realmente en ello antes, pero puede sea un salto bastante grande. Tampoco he pilotado nunca una 250 4T, y no me imagino la diferencia de potencia que puede haber. Pero aunque suponga un gran salto, es lo que hay, y no creo que vayan a regresar las 125. Eso nunca va a ocurrir, no lo creo. Así que sólo queda adaptarse a lo que hay».
Bueno, siempre pueden acudir a los campus de entrenamiento que organizáis. Háblanos un poco de ellos.
«Ese es un asunto que me gusta mucho. Empezamos hace dos años organizando el Ricky Carmichael Amateur Supercross, en Daytona, unos cursos que dábamos sobre el mismo circuito donde competían los pilotos profesionales el día anterior. Luego, esa iniciativa derivó en los Ricky Carmichael Universities, que el año pasado llevamos otra vez a Daytona, y también a Lake Elsinore, después de la última cita de los Nationals, y hasta Reino Unido, donde vinieron cerca de ciento cincuenta pilotos y tuvimos que quedarnos dos días. Así que estoy muy contento y agradecido con este tema, porque nos apoyan marcas importantes como Monster, Fox, Suzuki y hasta Pro Circuit, que a veces nos acompañan con sus pilotos o sus mecánicos para explicar cosas a la gente. Eso es de lo que se trata, no sólo de ayudar a los pilotos a conseguir sus metas, sino de hacerles vivir una buena jornada. No me interesa que la gente vengas con sus hijos para que yo les dé un par de consejos y ya está. Ellos pagan y queremos que sea una gran experiencia en todos los sentidos. Con el tema de no encontrar coche para competir en la NASCAR este pasado año, he tenido la oportunidad de hacer muchas cosas relacionadas con la moto, y todas me encantan, ya sea hacer de comentarista en la temporada de supercross, como diseñar el circuito de la Monster Cup».
¿Crees que el motocross ha cambiado desde que tú te retiraste? ¿A peor o a mejor?
«Parece que cada año está creciendo, al menos en el tema de la televisión. Desde que me he retirado, las retransmisiones han mejorado mucho. La mitad de las carreras son en directo, y antes eran como mucho dos, y hasta dudo que echaran alguna en directo cuando yo corría. Eso es muy importante. Atrae a muchos patrocinadores de fuera del mundillo, y cada día ves más equipos independientes que escuadras oficiales. Eso es todo muy bueno. Me gusta ver que nuestro deporte está tomando una nueva dirección».
A ti te abuchearon cuando cambiaste de marca de motos, pero ahora que Dungey ha hecho lo mismo, parece que su movimiento ha sido mejor aceptado. ¿Son los aficionados de ahora más leales al piloto y menos a las marcas?
«Sí, creo que los aficionados son más leales al piloto que a las marcas. Pero creo que en mi caso, cuando dejé Kawasaki para ir a Honda, creo que a los aficionados no se molestaron tanto conmigo, sino con que le «comprara» el piloto estrella a la otra. Así que creo que los abucheos fueron dirigidos más bien hacia los equipos. Aunque también hay que recordar que aquel año el público quizá no estaba muy de mi parte porque acababa de batir a McGrath, el tío al que todos querían. Es curioso, porque cuando unas temporadas antes yo empezaba a ganarle en algunas carreras, todo el mundo quería que yo le derrotara, pero cuando lo logré, parece que no sentó tan bien. Pero bueno, esa situación acaba pasando y los abucheos no duran mucho tiempo. En mi carrera he tenido que experimentar todo tipo de reacciones».
El éxito del TwoTwo Motorsports y otros equipos privados como el Moto Concepts y hasta del Hart & Huntington, ha descubierto nuevas maneras de llevar un equipo. ¿Crees que estamos ante un auténtico cambio en el modelo de gestión de un «team»? ¿Te parece una buena dirección?
«Creo que esa es la dirección que nuestro deporte está tomando y pienso que puede ser bueno para todos. Eso liberará un poco la carga de los fabricantes, que podrán centrar sus esfuerzos económicos en mejorar las motos y el material de carreras, y despreocuparse de buscar patrocinadores, algo que no siempre saben hacer de forma adecuada. Creo que sería lo mejor para ambas partes. Es un poco como ocurre en la NASCAR, donde los equipos son privados, buscan sus propios patrocinadores a los que cuidan muy bien, cuentan con sus propios mecánicos y técnicos, y luego las marcas les suministran piezas. Así que será una calle de dos carriles y bueno para todos».
Algunos pilotos logran triunfar fugazmente, pero luego su carrera parece venirse abajo, como Josh Hansen, Jason Lawrence y otros. ¿Qué hace falta para estar en lo alto tanto tiempo como tú lo hiciste?
«Es duro estar en lo alto todo el tiempo. Durante toda la temporada, y por varios años seguidos. Pero al final todo consiste básicamente en adquirir una ética de trabajo, esforzarse y hacer las cosas correctas, tomar buenas decisiones y ser honesto contigo mismo. No hay secretos en lo que hacemos. Simplemente trabajamos duro. Si no lo haces así, a este nivel no vas a llegar muy lejos porque aquí todo el mundo tiene muchísimo talento, y el talento sólo no te llevará más lejos».
¿Hay algún piloto que te haya frustrado más que otro cuando estabas en los circuitos?
«No, cada piloto con los que he competido tenían sus puntos fuertes y débiles. He disfrutado corriendo contra todos ellos. Sólo tenía que emplear una táctica diferente para batir a cada uno. La manera en la que yo corría y trataba de ganar a Reed, era totalmente diferente a cómo lo hacía contra Stewart o contra McGrath. Afrontas la carrera de otra manera, con una estrategia diferente. Todos ellos eran difíciles de ganar».
¿Y algo de lo que te arrepientes al mirar atrás a tu increíble carrera?
«De vez en cuando me arrepiento de haber subido a 250 demasiado pronto, pero al mismo tiempos creo que al verme ante tal reto aprendí más rápido de lo normal. Por eso pienso que no hay que lamentarse. Por eso trabajé muy cada semana de cada año, porque sólo hay una oportunidad y hay que aprovecharla al máximo, y no quiero retirarme pensando, vaya, hubiera querido haber hecho esto. Viví mi carrera con esa filosofía; hazlo bien ahora y no te lamentarás luego».
Claro, con quince títulos de campeón, diez en motocross y cinco en supercross, queda patente que Ricky lo ha hecho muy bien en su carrera deportiva y que tiene poco de lo que lamentarse. Su filosofía funciona a la perfección en motocross. ¿Le valdrá también para triunfar en la NASCAR? Habrá que esperar a verlo.