Abordamos la quinta y última entrega de este repaso al desarrollo tecnológico de la marca Honda en el sector de las motos tratando las innovaciones más recientes y también la investigación de soluciones de cara al futuro.
Nuevos conceptos
En el año 2008 el sector de la motocicleta se vio seriamente afectado por la crisis económica, que llevó a muchas marcas a tener que replantear su oferta de modelos. Honda hizo gala de su capacidad para reinventarse lanzando nuevas ideas, como la saga Honda NC o la Integra. Dos nuevos conceptos nacidos de las circunstancias especiales del mercado pero posteriormente marcaron un interesante aire renovador que ha sabido mantenerse.
Tanto la Honda Integra como las NC700S y NC700X se presentaron en el mercado en 2012. Por encima de todo, eran unas motos prácticas y pragmáticas, pero que no estaban carentes de soluciones técnicas innovadoras. La Integra mostraba una apariencia de scooter, pero en realidad no lo era, ni mucho menos su comportamiento. Tanto ésta como las dos versiones de la NC, contaban con un motor bicilíndrico de 670 cc, de carrera larga, con un único árbol de levas, cuatro válvulas por cilindro, reducidas fricciones internas y 51 caballos de potencia a 6.250 rpm. Una mecánica que se había diseñado con la prioridad de ofrecer buenas cifras de para a bajas revoluciones, con el fin de hacer más eficiente su conducción y reducir el consumo de combustible.
Además, estaban disponibles en versiones con transmisión DCT (Dual Clutch Transmission), lo cual elevaba su carga tecnológica pese a su contenido coste.
Una saga de motos cuya comodidad y practicidad -las NC disponían de hueco para guardar el casco- las hizo llegar para quedarse, reflejado en las dos actualizaciones que recibieron posteriormente. La primera aumentó el cubicaje del motor hasta los 745 cc, y la potencia hasta los 55 CV, mientras que la tercera revisión optimizó el funcionamiento del sistema DCT.
El nuevo concepto también provocó la incorporación de una nueva integrante, el Honda X-ADV de 2017, una nueva vuelta de tuerca a la saga NC. La base mecánica era la misma, pero se trataba de un modelo que, por apariencia, queda a medio camino entre un scooter y una moto trail. En la X-ADV no falta la tecnología de Honda más avanzada, como la transmisión DCT -con nuevo modo off road- y el sistema de control de tracción HSTC con dos niveles de actuación.
Vanguardia tecnológica y máxima calidad
A lo largo de su historia, Honda ha tenido en el desarrollo de tecnología de vanguardia como una de sus premisas a la hora de diseñar sus motos. Así se vio en innovadoras soluciones puestas en escena por el gigante nipón en el segmento de las motos como los pistones ovalados, la generalización de la electrónica en la inyección y las ayudas a la conducción, la distribución variable, los sistemas de frenado antibloqueo, el turbo, la generalización de la electrónica en la inyección y las ayudas a la conducción, los sistemas de frenado antibloqueo o su exclusiva transmisión DCT.
Igualmente, cabe señalar trasvase de soluciones del mundo de la robótica al de la motocicleta. Como por ejemplo, el sistema Honda Riding Assist, que permite mantener una moto en equilibrio estático sin intervención del piloto. Una invención que no se basa en giroscopios (descartados por el peso), sino en una nueva tecnología de robótica, fácilmente adaptable a los modelos ya existentes de la marca, que Honda desarrolló para el UNI-CUB, su dispositivo eléctrico de movilidad personal.
En este dispositivo se ha aplicado la tecnología que Honda diseño originalmente para ASIMO, el robot humanoide más avanzado del mundo . El Riding Assist demuestra que innovaciones de un área concreta de la compañía se pueden aplicar en otros muchos, ampliando la oferta de tecnología a los usuarios y reforzando su imagen como marca. Este concepto ha evolucionado hacia la electrificación bajo la denominación Honda Riding Assist e.
La calidad es otra de las cualidades primordiales para Honda a la hora de diseñar y fabricar una moto. Forma parte del ADN de la compañía desde sus orígenes, esa búsqueda de la perfección y la máxima calidad de componentes y materiales que se ha aplicado tanto en los equipos de competición como en el desarrollo de vehículos de venta al público.
Esa permanente búsqueda de la excelencia se mantiene hoy. Honda no duda exigirse un nivel muy elevado en las pruebas de durabilidad y de stress de materiales con el fin de que sus productos perduren en el tiempo mejor que ningún otro. Eso también es una forma de demostrar un alto nivel tecnológico. Como en una ocasión comentó Takeo Fujisawa, responsable financiero de la compañía, «Honda Motor ha podido crecer gracias a la prioridad absoluta dada a la tecnología». Esta premisa fue la base del desarrollo de Honda, y todavía lo sigue siendo hoy en día.