A pesar de que las previsiones meteorológicas apuntaban a que la lluvia podría convertirse en juez y parte el fin de semana en Valencia, las carreras se disputaron con el asfalto algo mojado pero con bajo un sol espectacular que además atrajo a numerosos aficionados al circuito Ricardo Tormo.
La última carrera del CEV 2012 carecía de la emoción, por ejemplo, de la del pasado año, cuando los tres campeonatos se decidieron la prueba final de Jerez. Con Carmelo Morales y Álex Márquez proclamados matemáticamente campeones desde el mes de septiembre, la máxima atención estaba puesta en Moto2, cuya corona solo podía ir a parar a las cabezas de Jordi Torres o Román Ramos.
Márquez, que sufrió una caída en los entrenamientos libres del viernes y se dislocó el hombro, no pudo despedirse del CEV corriendo. Lo que sí que se decidía tanto en Moto3 como en Stock Extreme, eran los nombres de los subcampeones. Öttl, Amato, Bagnaia, Guevara, Ramírez y McPhee llegaron a Valencia con opciones en Moto3, mientras que en Stock Extreme eran Smith, Barragán, Forés y Bonastre los que optaban al segundo puesto.
Los entrenamientos fueron un prólogo de lo que sería la carrera y es que el cara a cara entre Torres y Ramos comenzó desde el minuto uno del viernes. Un cara a cara que se elevó a la categoría máxima en los entrenamientos oficiales donde solo 22 milésimas separaron a Torres de Ramos. Al apagarse el semáforo Ramos, por detrás en la clasificación provisional, hizo lo que tocaba: colocarse primero e intentar poner tierra de por medio. Y aunque en los primeros giros parecía que podía, pronto tanto Rivas, Torres como Mariñelarena le dieron caza formando un cuarteto.
Torres, que aspiraba a ganar su última prueba en el CEV antes de dedicarse en exclusiva al Mundial de la categoría en 2013, luchaba con Mariñelarena por el liderato de la carrera cuando el navarro se iba por los suelos, dejándole pista libre a Torres para hacerse con su segundo campeonato consecutivo en el CEV. Ramos cumplió su misión a medias y solo pudo terminar segundo, un puesto que le colocaba como subcampeón de Moto2, por delante de Dani Rivas, que en sus cuatro participaciones de la temporada no se ha bajado del podio. Tanto Ramos como Rivas, que sí continúan en 2013 con sus estructuras en el CEV, ya han prometido luchar por el título desde la primera carrera de la próxima temporada en Montmeló.
Con Carmelo Morales proclamado campeón, nos quedaban dos hechos por conocer en Valencia: el subcampeón y el vencedor de la última carrera. Y esta segunda idea marcaba el fin de semana. Tres pilotos habían ganado las seis carreras celebradas y el honor de ser el último y superar al campeón estaba en juego.
Las condiciones meteorológicas también pusieron la emoción ya que la inestabilidad atmosférica marcó los entrenamientos oficiales y además fue en la parrilla, al mejor estilo MotoGP, donde vimos un juego de estrategias. La mayoría de pilotos salieron a dar la vuelta de calentamiento con neumáticos de lluvia pero una vez en parrilla se optó por el liso. Dentro de los favoritos solo Javi del Amor decidió montar un mixto en su rueda delantera. La pista estaba ligeramente mojada y con el nuevo asfalto era difícil ver si se hacía carril o no.
Morales demoró demasiado su decisión tanto de gomas como de suspensiones y fue penalizado con un ride through. Quien sí lo tenía muy claro era Xavi Forés, el piloto valenciano que después de tres temporadas en BMW Motorrad deja la estructura madrileña, cuajó un gran fin de semana obteniendo la pole y ganando la carrera casi de principio a fin. Solo cedió dos vueltas a Coghlan y Del Amor, pero cuando vio que todos podían ir rápido con slicks tomó la iniciativa y ganó con cierta comodidad, aunque no logró el subcampeonato que fue para Kyle Smith. Morales ocupó la tercera plaza del podio para sorpresa propia ya que no sabía su posición exacta hasta que acabó la carrera. Un momento clave fue la caída de Del Amor a final de recta intentando dar caza a Forés, su moto volvió a la pista y fue embestida por Kev Coghlan con el posterior incendio de la misma. Ferrán Casas se hizo con la cuarta posición final y el campeonato de privados ha sido para el constante Antonio Alarcos.
La categoría pequeña, que ya veía proclamar a su primer campeón en la última cita de Albacete, tenía el aliciente del subcampeonato, con seis pilotos en la lucha. El ahora mundialista Luca Amato y Francesco Bagnaia tenían más posibilidades, pero la llegada de tantos «wild card» para esta carrera podría jugar un papel importante de cara a los puntos. Eran muchos los pilotos no habituales que se sumaban a la traca final del CEV.
Pero la primera sorpresa saltó el viernes en los entrenamientos libres cuando el campeón de la categoría, Alex Márquez, sufría una caída con el resultado de una luxación en su hombro que le obligó a viajar a Barcelona y no tomar parte en la carrera.
La pole fue para el pupilo de Fausto Gresini, Niccolo Antonelli, por delante de otro piloto del Mundial, el sudafricano Brad Binder. La prueba estuvo marcada por los descartes que se iban produciendo. Dentro de los favoritos: Arenas, McPhee, Sissis, Antonelli, Guevara. Bagnaia o Martín. Sin duda alguna, el más listo de la clase fue Brad Binder que declaraba: «Viendo cómo los pilotos que iban delante se caían, intenté controlar la carrera con los segundos que llevaba de ventaja».
Lo mismo decía el simpático belga Livio Loi, que al final logró subir al segundo peldaño del podio, y que se veía condicionado por el deterioro excesivo de sus neumáticos. El italiano Kevin Calia, que defendía los colores del Team Aspar, superó al alemán Philipp Öttl y le restó unos valiosos puntos de cara a la lucha por el subcampeonato. Se completaba así un podio extranjero por primera vez esta temporada en la categoría de Moto3, además con tres Kalex-KTM entre las cuatro primeras. La armada española naufragó en seco con solo Josep Rodríguez (quinto), Julián Miralles (sexto) y Jorge Navarro (noveno) dentro del top ten. Se cierra así una temporada con seis ganadores diferentes, donde solo Alex Márquez repitió victoria.