Si te gustan las historias con final feliz, te podemos adelantar que ésta te dejara una buena sonrisa. Seguro que recuerdas a Youichi Ui, piloto japonés que debutó a mediados de los 90 en la desaparecida categoría de 125cc y que logró ir escalando en la complicada pirámide del mundial hasta convertirse en subcampeón del mundo del octavo de litro en dos ocasiones, 2000 y 2001, ambas sobre una Derbi. Youichi, después de dejar el mundial, se ha venido dedicando al desarrollo de neumáticos Dunlop y a guiar a jóvenes pilotos en el marco del campeonato asiático de motociclismo y el japonés, el All-Japan.
Este año, sin embargo, ha tenido que hacer frente a uno de los momentos más complicados de su carrera. Como Director del equipo Yamaha Tailandia, se disponía a organizar los preparativos para viajar a Malasia, donde daría comienzo el asiático de velocidad. Para su sorpresa y la de todo el equipo, el camión entero, con todo el material que el equipo había estado seleccionando durante todos estos años, había sido robado. Además del valor económico de los objetivos sustraidos, Ui disponía también algunas piezas que o son muy difíciles de encontrar o ya no se fabrican.
Pese a los esfuerzos de las autoridades y de las televisiones locales que se hicieron eco de la noticia durante las primeras horas, nunca llegaron a encontrar el vehículo. Lo único que dejaron atrás los ladrones fueron algunas piezas como carenados y discos de freno, pero quemados o en estado inservible. A las puertas de la primera carrera, Ui decidió de todos modos viajar a Malasia, desde donde continuó lidiando con la situación.
Dice el nipón que no podía retirarse de esta manera, a medio camino, después de haberlo invertido todo en el motociclismo, a nivel personal y profesional, y es por eso mismo que se armó de valor para ponerse un nuevo objetivo. Ui dio forma a una campaña de crowfunding explicando lo sucedido, ofreciendo distintos productos (un tour vip durante el GP de Japón, invitación a las pruebas del All Japan, pegatinas etc) y se ponía como primer objetivo lograr competir en la segunda prueba del All Japan en Sugo, puesto que no llegaría para el pistoletazo de salida del campeonato en Motegi. Para ello necesitaba sumar un montante de 5 millones de yenes (unos 40.000 euros).
¿Y si lo lograba? El segundo objetivo lo ponía en poder competir toda la temporada, para lo que necesitaba casi 9,8 millones de yenes (78.000 euros). La afición japonesa, bien conocida por su respeto, saber estar y organización, ha escuchado la súplica de Youichi y ha respondido de forma abrumadora. Sólo 24 horas después de publicarla, ya había alcanzado el 50% de su primera meta y a sólo unos días de que comience el All Japan, la campaña ha alcanzado ya los 9,4 millones de yenes, a punto de alcanzar su objetivo a razón de 100 euros por persona de media.
Durante los últimos días, los aficionados han dejado casi 800 comentarios de apoyo en la página de la campaña y ésta ha sido compartida cientos de veces hasta llegar a pilotos como los hermanos Espargaró. Una muestra más del amor que los japoneses tienen por el motociclismo, a pesar de que los resultados de sus pilotos están lejos de los mejores tiempos.