La pandemia no nos ha dejado disfrutar en vivo de la primera ‘quinientos’ de Brixton Motorcycles. En su lugar la marca austriaca ha realizado presentación online del que será el buque insignia de su catálogo. Toda una declaración de intenciones de por dónde van los tiros en esta joven marca, que vio la luz en 2016, y que ya contaba con una amplia gama de 125cc.
Brixton Motorcycles pertenece al Grupo KSR, uno de los principales importadores de vehículos de dos ruedas en Europa, con más de 60.000 unidades vendidas al año. Además de ésta, el grupo comercializa las marcas KSR Moto, Malaguti y Lambretta, y tiene presencia en 60 países.
Si algo define a las Brixton Motorcycles es su línea neoclásica tan cuidada que caracteriza a todos sus modelos. Desde las pequeñas 125 cc hasta esta nueva 500 cc. La nueva Crossfire mantiene características retro de sus hermanas pequeñas, como las llantas de radio o el asiento; pero incorpora a su vez detalles más modernos, como las luces e intermitentes tipo LED o el velocímetro digital. Y la seña de identidad está en su depósito, también retro pero en forma de X, en sintonía con la X del logo de Brixton Motorcycles.
Naked y Scrambler
La Brixton Crossfire 500 se desdobla en dos versiones. La naked ‘estándar’ y la X, con una estética más scrambler. Comparten mecánica, un moderno bicilíndrico de refrigeración líquida, diseñado en su cuartel general de Austria y fabricado en una factoría china que produce para todo el Grupo KSR. Aunque se trata de una mecánica Euro 4, está lista para adaptarse a la nueva normativa Euro 5 a finales de 2020. Según los datos aportados por Brixton, los 486 cc que cubica alcanzan una potencia de 35 kW (48 CV), el límite del carnet A2, con una velocidad máxima de 160 km/h y un consumo declarado de 4 litros a los 100 km.
En su ficha técnica encontramos un buen plantel de proveedores. KYB se ocupa de las suspensiones, horquilla invertida delantera y monoamortiguador trasero. Los discos de freno están firmados por las española J.Juan, y cuenta con ABS desarrollado por Bosch. Y los neumáticos que equipa de serie son Pirelli, y aquí es donde reside una de las cuatro diferencias entre la Crossfire 500 y la 500 X. Mientras la primera calza los Pirelli Angel ST, la segunda opta por los Pirelli MT60.
La otras tres diferencias entre la versión naked y la scrambler son puramente estéticas, y hay que fijarse en el asiento, la ubicación del portamatrículas y la anchura del manillar (757 mm de la estándar por los 851 de la X). Unas diferencias que justifican también los 300 euros que hay entre la Brixton Crossfire 500 (5.999 euros) y la Brixton Crossfire 500 X (6.299 euros).
Ambas versiones llegarán a las tiendas en el mes de agosto. Brixton Motorcycles cuenta con 55 puntos de venta exclusivos en toda España, apoyados en los más de 120 del Grupo KSR. En la actualidad, está cerca de llegar a un acuerdo con una entidad de crédito para poder incluir programas de financiación, y hacer más atractiva la venta de su primera moto de más de 125 cc.
No se marcan de momento objetivos cuantitativos, ya que la intención es darse a conocer y posicionarse en el segmento nicho de las neo retro de media cilindrada (unas 1.500 unidades vendidas en 2019), que tiene como competencia directa a las Benelli Leoncino o las Husqvarna Vitpilen y Svartpilen. El listado de accesorios está por llegar y como en el caso de sus hermanas pequeñas, la marca pondrá a disposición de sus clientes una amplia gama para la personalización de su moto.