KTM 1050 Adventure 2015

KTM completa su gama de motos trail con la nueva 1050 Adventure.

Pepe Burgaleta Fotos: KTM

KTM 1050 Adventure 2015
KTM 1050 Adventure 2015

Prueba una Honda Africa Twin

La estrategia de KTM en el segmento trail cambió de manera radical hace un par de temporadas, cuando se estrenó la 1190 Adventure, una moto que ha significado un antes y un después para la firma austriaca, y en menor medida, también para el segmento en el que se incluye. KTM lleva ya unos cuantos años pujando por convertirse en una de las grandes actrices del mundo de la moto también fuera del segmento off road, y con paso firme lo va consiguiendo, en unos sectores con más dificultad, en otros con más éxito.

Las trail han sido, como es lógico, una de las puntas de ataque más importante en esta invasión de KTM, y la llegada de la 1190 su primer gran éxito. Razones no le faltan a la última generación de Adventure, que por una parte han mantenido su propia personalidad, pero por otra se han avenido a lo que la mayoría del público busca de una maxitrail, que no es otra cosa que una moto capaz de hacer de todo, pero sobre todo de llevarle cómodamente por carretera con la posibilidad de cargar una buena dosis de equipaje.

Si además, como era el caso de la Adventure, era la más ligera, la más potente y compatibilizaba un buen comportamiento deportivo con la posibilidad de utilizarla tranquilamente en el día a día, pues mejor todavía.

Los flancos

El centro del ataque había cumplido su objetivo, que no era otro que lograr entrar en el corazón de los usuarios, que habitualmente, y pese a su continua busca de novedades, suelen ser muy, muy tradicionales en sus gustos. Cualquier cosa nueva es analizada y probada a fondo, y tiene que demostrar sus ventajas antes de obtener su aprobación. La 1190, por fin, logró tenerla, algo que no habían conseguido de igual manera sus antecesoras. Pero si hay una firma inconformista, esa es sin duda KTM, y lejos de descansar después de lograr el reconocimiento que tanto había buscado, lo que ha hecho es multiplicar las opciones de la Adventure en busca de llenar cualquier hueco en las preferencias de los usuarios.

Tradicionalmente la firma se había instalado en el segmento más cercano al off road, y hacia él se dirigió la primera versión, la «R», de nuevo con una llanta delantera de 21" y algunos cambios para facilitar el uso campestre. Una de las características de la 1190 había sido el empleo de llantas y neumáticos más anchos que el resto de las trail, de hecho neumáticos similares a los de carretera, y con una anchura similar a los de los modelos equipados con llantas de 17", que tradicionalmente han sido los mejor dotados para ir por carretera. Esta anchura extra podía considerarse como una penalización, y con la «R», capaz de utilizar neumáticos de campo, se solucionaba el problema.

Ahora KTM vuelve a la carga con dos nuevos modelos, la KTM 1290 Super Adventure y la KTM 1050 Adventure, situados también en los flancos de su 1190 Adventure, uno complementándola por la parte inferior, y otro por la superior. En ambos casos se ha partido como base de la primera Adventure, y no de la versión R.

KTM 1050 Adventure

La 1050 busca la mayor simplicidad en un modelo de su categoría, pero con dos premisas, obviamente la economía, pero sin dejar de lado la tecnología, a la que KTM está empeñada en tener como aliada en cualquiera de sus modelos. No se podía hacer una Adventure sin la esencia del resto de la serie nacida con la 1090, y así ha sido.

Por una parte tiene un motor bastante menos potente, con 95 CV, pero esta reducción se ha basado por una parte en que muchas personas no necesitan más, y por otra en la importancia de esta cifra, que la permite poder ser limitada a 35 kW, y estar disponible para los usuarios del carné A2. Mantener la tecnología obligaba a conservar todas las ayudas electrónicas básicas, y por tanto en ella no se ha olvidado nada a este respecto. No hay más que echar un primer vistazo para comprobar que se mantiene la calidad de sus suspensiones, la misma carrocería, y en general, el espíritu de la serie Adventure de la firma austriaca.

Ahora, con cuatro modelos, la gama Adventure se convierte, sin duda, en la más completa de todo el panorama de maxitrail. Puedes escoger desde un modelo repleto de «gadgets», tecnología y potencia, como la Super Adventure, a la simplicidad de la 1050. Todas ellas comparten exclusividades como el chasis multitubular, el basculante de fundición repleto de nervios en el exterior, su compacto motor con lubricación por cárter seco para poder situarlo más abajo, y una implementación electrónica de primer nivel. Es el estilo de KTM, que cada vez logra más adeptos.

Al detalle

1. Motor

La cilindrada de 1050 se ha logrado a base de reducir tanto el diámetro de cilindros y pistones como de la carrera del cigüeñal, y también ha bajado la potencia a 95 CV, pero acotando esta cifra simplemente para permitir su limitación al carné A2 en caso de necesidad. Mecánicamente el motor es similar al del resto de la serie.

2. Chasis

El multitubular de acero cuenta con un subchasis diferente al resto de la serie, ya que en vez del entramado desmontable de acero, se ha optado por otro de aluminio de sección rectangular. Tampoco emplea caballete central, solo pata de cabra, con el fin de reducir los costes.

3. Suspensiones

Frente a las suspensiones de ajuste electrónico de la Super Adventure, la 1050 opta por otras bastante más sencillas. La horquilla tiene 43 mm de diámetro y carece de ajustes, mientras el amortiguador, también WP, dispone de regulación de precarga e hidráulico. Las llantas son de aleación, al contrario que en el resto de la gama.

4. Electrónica

Aunque sin la implementación masiva de otros modelos, la 1050 también dispone de un completo sistema de ayudas electrónicas, que incluyen modos de conducción, un sistema de ABS y otro de control de tracción, ambos con la posibilidad de ser desconectados cuando se circula por el campo.

5. Ergonomía

La 1050 es una moto creada en parte para principiantes en esta categoría, en la que el tamaño siempre es una barrera. Por esta razón el asiento se ha colocado más bajo que en el resto, a tan solo 850 mm de altura. No tiene regulación, pero sí lo tiene la pantalla de forma manual y se mantienen elementos como los protectores de los puños o los soportes de las maletas.