¿Quieres una buena moto a bajo precio? Puedes conseguirla por renting

El renting es una interesante fórmula para acceder a una moto sin tener que hipotecar tus ahorros y con la tranquilidad de tener todo incluido en una sola cuota mensual

Ernesto Pérez

¿Quieres una buena moto a bajo precio? Puedes conseguirla por renting (Foto: iStock)
¿Quieres una buena moto a bajo precio? Puedes conseguirla por renting (Foto: iStock)

Tener una moto siempre ha sido un sueño para muchas personas. Sin embargo, el precio de compra, los seguros, las revisiones, el mantenimiento, los impuestos y hasta la gasolina hacen que esa ilusión a veces se convierta en un quebradero de cabeza. El renting es una interesante fórmula para que cualquier persona pueda acceder a una moto sin tener que hipotecar sus ahorros y con la tranquilidad de tener todo incluido en una sola cuota mensual. Esa cuota mensual única con seguro cubre absolutamente todo lo que normalmente genera dolores de cabeza: seguro a todo riesgo, ITV, asistencia en carretera, cambio de neumáticos, impuestos y mantenimiento. Lo único que tienes que hacer es conducir y disfrutar, porque del resto se ocupan ellos. Y lo mejor es que el contrato no te ata para toda la vida, porque al finalizar puedes devolver la moto, renovarla por un modelo más actual o incluso comprarla si te has encariñado con ella.

Una alternativa flexible para particulares, autónomos y empresas

Lo más interesante es que no se limita a un tipo de cliente. Da igual si eres un particular que quiere moverse por la ciudad sin sufrir atascos, un autónomo que necesita un vehículo económico para trabajar cada día o una empresa que busca añadir motos a su flota: todos pueden encontrar en el renting una solución a medida. Cada perfil tiene sus requisitos, que son bastante lógicos. Si eres particular necesitas ser mayor de edad, contar con carnet de conducir válido, demostrar solvencia económica y presentar tus últimas nóminas. Para los autónomos la cosa cambia un poco, ya que deben acreditar al menos un año de actividad, presentar la declaración de la renta, el IVA y no estar en listas como ASNEF. Las empresas también tienen que acreditar viabilidad, estar operando mínimo un año y aportar documentación fiscal y societaria, pero nada que se salga de lo habitual. Al final, todo está pensado para garantizar que disfrutes de la moto sin preocuparte de imprevistos.

Modelos para todos los gustos, incluidas las eléctricas

Una de las mayores ventajas es la variedad de modelos disponibles. Desde marcas consolidadas como Yamaha, Honda o BMW hasta motos eléctricas que marcan el futuro de la movilidad urbana, el catálogo está lleno de opciones para todo tipo de conductores. Incluso cuentan con renting de motos de ocasión, con contratos flexibles que se adaptan a quienes buscan probar durante un tiempo más corto. Estos contratos permiten, por ejemplo, empezar con doce meses y la posibilidad de cancelar a los seis, lo que da bastante margen de maniobra. Además, si tienes el carnet A2 y pensabas que eso limitaba tus opciones, no te preocupes, porque disponen de motos específicas adaptadas a esa licencia. También hay ofertas regionales, como en Málaga o Mallorca, para quienes buscan disponibilidad rápida y cercana. El objetivo está claro: que nadie se quede fuera por falta de opciones y que todos puedan encontrar la moto que se ajusta a sus necesidades.

Coste fijo y tranquilidad durante todo el contrato

Otra de las grandes bazas de este servicio es la cuota fija. No hay sorpresas ni subidas inesperadas, todo está incluido en lo que pagas cada mes. Esto significa que, a diferencia de comprar una moto y luego enfrentarte a gastos imprevistos en talleres, con el renting siempre sabes lo que vas a pagar. Y si te preocupa el kilometraje, también está contemplado. Si superas los kilómetros contratados, simplemente pagas la diferencia, y si has rodado menos, te devuelven la parte proporcional. Es un sistema que da mucha tranquilidad porque todo se calcula con transparencia. Además, la entrega de la moto suele tardar entre dos y tres semanas, un plazo bastante razonable teniendo en cuenta que llega con todo listo para circular. Esa rapidez y claridad marcan la diferencia frente a otras formas de acceder a un vehículo, y convierten el renting en una opción cada vez más atractiva para quienes valoran su tiempo y su dinero.

Una solución moderna para moverte con libertad

El renting de motos no es solo una forma de ahorrar dinero, también representa una manera más práctica de moverse por la ciudad o incluso para trayectos más largos. Quien vive en zonas con tráfico denso sabe que la moto se convierte en un aliado diario, y contar con un contrato que lo cubre todo permite olvidarse de papeleos y preocupaciones. Además, con la opción de cambiar de modelo al acabar el contrato, cada 3 años se puede conducir una moto totalmente nueva sin ningún tipo de compromiso, lo que garantiza estar siempre al día con los últimos avances y estilos. Al final, se trata de ganar libertad, evitar cargas innecesarias y disfrutar de la experiencia de conducir sin sentir que cada pequeño gasto es una losa. Con esta fórmula, el renting se posiciona como una elección inteligente para quienes quieren disfrutar de una moto sin comprometer sus finanzas ni renunciar a la comodidad.

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