Ambos pilotos se impusieron en sus mangas clasificatorias, mientras Chad Reed, el “tapado” de este campeonato, se mantenía en un segundo plano, esperando un posible error de sus rivales. Con una salida perfecta Carmichael se colocó primero con Bubba pegado a él. Reed que no salió tan bien tuvo que deshacerse de algunos pilotos antes de contactar con el dúo de cabeza.
Con Reed apretando, Steward decidió atacar a Carmichael y le pasó en la quinta vuelta. En el giro siguiente Ricky quiso devolverle la pasada en la misma curva pero erró en la frenada y acabó por los suelos. Cuando todo parecía decidido, Bubba cometió un fallo incomprensible y calló rodando en solitario. Esta circunstancia fue aprovechada por Reed que se encontraba al acecho. Steward terminaría segundo y Carmichael, que corrió casi toda la manga con la dirección torcida, consiguió un heroico sexto puesto.